Antes de la nueva reunión

Díaz sondea a la patronal para evitar su rechazo frontal a las reformas laborales

Responsables del Ministerio de Trabajo mantuvieron "contactos discretos" durante los últimos días con altos cargos de la CEOE para buscar un planteamiento que salve un nuevo choque en la mesa de diálogo.

Yolanda Díaz y Antonio Garamendi
Díaz sondea a la patronal para evitar su rechazo frontal a las reformas laborales
Agencias

Los interlocutores sociales vuelven a sentarse este martes en la mesa tripartita para la "modernización" del mercado laboral y el Ministerio de Trabajo acude al encuentro con los deberes hechos. Durante los últimos días, máximos responsables del departamento que dirige Yolanda Díaz han estado sondeando a altos cargos de la patronal para explorar un planteamiento que no provoque, nuevamente, el rechazo frontal de la CEOE, según ha podido saber La Información por fuentes conocedoras de estos contactos. Ahora bien, desde la organización empresarial advierten de que su postura no ha variado un ápice desde el primer encuentro mantenido hace dos semanas y auguran "meses de duras negociaciones" con un horizonte incierto.

Las fuentes consultadas revelan "discretos contactos telefónicos" encabezados por el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, con responsables de la CEOE encargados de pilotar las negociaciones en materia laboral. Otras fuentes enmarcan estas llamadas en el funcionamiento habitual de ese "diálogo social paralelo" en el que los contactos entre los distintos agentes implicados (Ministerio, patronal y sindicatos) son frecuentes. Sin embargo, los conocedores del contenido de las conversaciones mantenidas en los días previos a la reunión de este martes afirman que la intención del 'número 2' de Díaz ha sido la de "preparar el terreno", buscando un acercamiento de posturas o al menos la adopción de un enfoque que no genere un nuevo choque frontal con los empresarios y permita abordar las materias previstas "sin vetos" a ningún asunto.

La CEOE se ha desmarcado de un eventual acuerdo de contrarreforma laboral antes incluso de empezar las negociaciones. Más bien, los empresarios han rechazado el planteamiento compartido por el Ministerio y los sindicatos sobre retomar las conversaciones exactamente en el punto en que se paralizaron antes de la pandemia. Frente a la postura de Trabajo, CCOO y UGT, que defienden volver a hablar sobre la recuperación de la prevalencia del convenio sectorial y de la ultraactividad y la limitación de la subcontratación, la patronal apuesta por abordar las denominadas Políticas Activas de Empleo, el paro juvenil, los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) o la dualidad del mercado de trabajo. "Intentaremos buscar un acuerdo en estos temas, pero en cualquier otro aspecto no vamos a entrar", sentencian fuentes empresariales.

Calviño y De Cos, aliados

El propio Antonio Garamendi ha expresado este posicionamiento en público. El presidente de la CEOE entiende que en el programa de reformas laborales que el Gobierno español está terminando de perfilar con Bruselas deben priorizarse las antes mencionadas. Este planteamiento es compartido por la vicepresidenta segunda in péctore y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, quien entiende que la revisión de las condiciones de negociación colectiva que plantea Yolanda Díaz como urgentes -y que en la práctica implica el desmontaje de la reforma laboral que introdujo el PP en 2012- supone mirar al pasado y desequilibrar las relaciones laborales y en este momento la economía española necesita reformas con vistas al futuro.

Además de Calviño, Garamendi ha encontrado otro aliado en el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que este mismo lunes defendía en un acto la necesidad de "mirar hacia adelante" en la reforma laboral y ponía el foco en las políticas activas de empleo y en los cambios en la contratación para reducir la temporalidad. De Cos recordaba que las dos reformas laborales, del 2010 y 2012, fueron valoradas "positivamente" desde el BdE, en el sentido de que trataban de afrontar algunos de los problemas estructurales del mercado de trabajo español. Respecto a las deficiencias no resueltas, como el paro y la temporalidad, admitía que "deben ser los dos focos" para evitar despidos masivos de trabajadores temporales en tiempos de crisis, por ejemplo, reduciendo la brecha en el coste del despido con los fijos, sin dañar la capacidad de creación de empleo.

Con este backup, los empresarios se presentan a la reunión de este martes con las prioridades más que claras: "Hay que hablar de políticas activas, de paro juvenil, de ERTE y de dualidad", resumen fuentes de la patronal. Allí se van a encontrar con la oposición de los sindicatos, que sostienen que lo urgente es abordar la derogación de algunos aspectos de la reforma de 2012, recuperando la prioridad aplicativa del convenio sectorial sobre el de empresa y la ultraactividad; rebajando el poder unilateral del empresario en las medidas de ajuste y limitando la subcontratación para evitar que se utilice como vía para abaratar los costes laborales.

"Hay que hablar de políticas activas, de paro juvenil, de ERTE y de dualidad"

Pero patronal, sindicatos y Trabajo no van a chocar solo en los contenidos de las reformas, sino también en el timing. Fuentes de las organizaciones sindicales defienden que "hay que ir cerrando los asuntos uno a uno" para trasladar "confianza" en el diálogo social, mientas en la CEOE avisan de que no van a entrar en "negociaciones por fascículos". Los sindicatos interpretan esta aproximación de la patronal como un intento de bloquear cualquier avance en las conversaciones al buscar un acuerdo "en el todo". En paralelo, Díaz tendrá que decidir si continúa alineada con los sindicatos en la idea de recuperar la estructura de negociación colectiva anterior a 2012 o cambia de estrategia para acercar a los empresarios a un eventual pacto en materias como la reducción de la temporalidad o las políticas activas.

Todo esto, en un contexto que no invita a confiar en que la mesa tripartita pueda dar resultados a corto plazo. La patronal no solo insiste en abordar exclusivamente los aspectos en los que la Comisión Europea ha puesto el foco, sino que rechaza alcanzar cualquier pacto en las semanas previas a las elecciones madrileñas del próximo 4 de mayo para evitar contribuir al rédito electoral de Unidas Podemos. Coincide, además, con el periodo en el que la comisión de seguimiento de los ERTE va a tener que empezar a evaluar una nueva prórroga a partir de junio, lo que podría distorsionar las distintas negociaciones abiertas. Y todo ello, en un momento de elevada incertidumbre sobre la evolución de la campaña de vacunación, de la propia pandemia y, en definitiva, de la economía.

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