La afiliación crece un 13%

La hostelería mira con incertidumbre el otoño bajo la amenaza de una recesión

El actual motivo de preocupación de los empleados del sector es la caída de visitas a bares y restaurantes como consecuencia del aumento del coste de vida y la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores.

Hostelería en A Coruña, Galicia.
La hostelería mira con incertidumbre el otoño bajo la amenaza de una recesión.
Agencia EFE

El sector hostelero teme que su 'época de oro' alcance su final en el tercer trimestre del año. Los precios de la luz, energía, carburante y alimentos son los principales miedos a los que se enfrentan los trabajadores del sector servicios ante la etapa otoñal. Pese a que los datos de afiliación de la industria de servicios sean positivos, con casi dos millones de trabajadores afiliados -según datos del Ministerio de Trabajo-, y un aumento de la facturación de un 87,4% respecto a 2021 -según datos del INE-, son muchos los empleados que temen un parón de esta tendencia alcista de la industria y, con ello, de la actividad turística.

De hecho, el 48,3% de los empresarios pertenecientes al sector servicios consideran que su situación se va a ver empeorada en los próximos meses del año, según el último informe de indicador de confianza de la patronal Hostelería de España facilitado a Efe. El índice de expectativas es negativo, ya que los efectos de la crisis sanitaria de 2020 causaron una caída en la confianza de los hosteleros. No obstante, la esperanza de los trabajadores resurgió a comienzos de este 2022, tras volver el sector a una senda cada vez más positiva. Pero, ¿a qué se debe esta previsión tan negativa de futuro? La respuesta es sencilla: los costes de la energía y de las materias primas, que pueden producir una caída de las visitas a bares y restaurantes por parte de los consumidores.

Con la inflación situada en un 10,8%, muchos restaurantes se han visto obligados a aumentar el precio del menú del día, que ha pasado a costar de media 12,8 euros, un euro más que en 2016. Según el secretario general de la Asociación Hostelera de España, Emilio Gallego, este es un "producto muy español que lleva décadas funcionando de forma muy importante en relación calidad precio", y por ello se espera que seguir manteniendo su consumo pese al "ajuste" en el precio por parte de los trabajadores. En este caso, la subida de la electricidad es el punto que más preocupa, puesto que es "un gasto básico que no se puede eliminar", del que depende el funcionamiento de las cámaras frigoríficas o de la calefacción y aire, entre otros aspectos.

No obstante, más allá del aumento del precio del menú del día, otra de las mayores preocupaciones actuales del sector es la "pérdida de poder adquisitivo del consumidor" que, de producirse el caso, podría "afectar gravemente" a la economía española. Para Gallego, a pesar de que la subida de un euro en este producto no es "objetivamente elevada", la medida ha llegado en un momento en el que la hostelería ya estaba recuperando las cifras previas a la pandemia. Según un estudio de Aecoc Shopperview, el sector cuenta con un 32% de la población que almuerza en restaurantes en días laborables al menos una vez a la semana.

Hacer frente a la falta de profesionalización

Sin embargo, una temporada de otoño incierta y la pérdida de poder adquisitivo del consumidor no son los únicos problemas que tiene en mente el sector servicios, sino que la escasez de profesionalización ocupa también un puesto importante en su 'lista de miedos'. No se trata de un capricho, sino de una prioridad. Según un estudio de CaixaBank Dualiza, la mitad de la plantilla de la industria carece de un título académico adecuado, registrando una baja de los trabajadores con nivel ESO o bachillerato. Actualmente, la mejora en el manejo de idiomas, la sensibilidad medioambiental y el dominio de instrumentos digitales serán "elementos esenciales" a incorporar en todos los perfiles profesionales del sector.

En el primer semestre de 2022 el sector turístico en conjunto se ha vuelto a convertir en el empuje de la creación de empleo nacional. España ha concluido julio con 2.702.645 afiliados a la Seguridad Social vinculados a actividades de los viajes, lo que supone un crecimiento interanual del 5,6% y la creación de 143.524 nuevos empleos, según datos de Turespaña. Así, julio se convierte en el cuarto mes consecutivo en el que se supera la cifra de afiliados en comparación con el mismo del año previo a la pandemia (2.617.860 afiliados). Por tanto, el sector turístico continúa liderando en la actualidad la creación de empleo en el país, representando el 13,3% del total de afiliados en la economía nacional.

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