El 'rejonazo' del Gobierno al dividendo de carbono ha sido el escollo de última hora que ha obligado a Acciona a alterar sus planes para lanzar al parqué su filial de renovables. La empresa aspiraba a lograr el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) al folleto de registro de la oferta pública de venta (OPV) de Acciona Energía la semana pasada. El torpedo a la sobrerretribución de las eléctricas que el Ejecutivo lanzó sin previo aviso, hace justo una semana, obligó a la compañía que preside José Manuel Entrecanales a parar las máquinas durante varios días, en los que ha tenido que incluir en el documento remitido al supervisor el roto que abrirá en la futura cotizada el reciente giro normativo
Desde el pasado febrero, Acciona se ha movido a contrarreloj para cumplir con las exigencias de la CNMV y llegar a la ventana de junio con los deberes hechos, a fin de ejecutar la colocación de hasta el 30% de Acciona Energía en el entorno del 24 de junio. El grupo no ha titubeado ante los últimos altibajos del mercado. Tampoco frente al resbalón que ha empañado la travesía hacia el parqué de alguna de sus semejantes. Pero, en la recta final de la operación, la aprobación sin previo aviso del anteproyecto de ley para acotar los ingresos del 'Ibex eléctrico' -con un recorte de 1.000 millones anuales a los beneficios caídos del cielo (windfall profits en la jerga)- ha forzado al gigante que dirige la familia Entrecanales a pisar el freno.
La compañía ha tenido cuatro días laborables para adaptar de urgencia el documento de registro de Acciona Energía al 'volantazo' que ha protagonizado la cartera que dirige Teresa Ribera. Las previsiones del grupo cifran el impacto bruto de la nueva norma en 29,4 millones de euros anuales que, en términos netos se rebajarían hasta los 12,1 millones. Para cuadrar sus cuentas, Acciona ha asumido un precio de 47,63 € por tonelada de CO2, cifra que extrae de la combinación de los precios reales registrados entre enero y mayo de 2021 y los precios a plazo cotizados desde el 1 de junio de 2021 hasta el final del año.
El documento reconoce que la futura norma "podría tener un efecto material adverso sobre nuestro negocio, situación financiera, resultados de nuestras operaciones y perspectivas", pero Acciona abre la puerta a desviar el impacto de las medidas al consumidor. "El Gobierno de España ya adoptó en el pasado medidas similares que introdujeron costes adicionales para las empresas generadoras, costes que, potencialmente, podrían internalizarse y trasladarse a los precios de mercado en su totalidad o en parte", recoge el folleto.
La medida del Ejecutivo prevé despojar a las eléctricas de una parte de los ingresos extra que se llevan por la incorporación de los costes del CO2 al precio de una electricidad que generan con tecnologías que, en la práctica, no emiten carbono. El Gobierno estrecha el cerco a las instalaciones anteriores a 2005. Iberdrola y Endesa serán las grandes damnificadas del recorte por su fuerte exposición a las centrales hidráulicas y nucleares (tecnologías no emisoras). Una parte del parque de generación que Acciona ha traspasado a su filial verde cumple con los requisitos para recibir el hachazo de Ribera.
La empresa admite que "los costes adicionales introducidos por el Gobierno podrían trasladarse a los precios de mercado mayorista"
Las previsiones de Acciona Energía estiman en 29,4 millones el impacto bruto de la minoración del Estado. Del total, 15,4 podrían interiorizarse, bien mediante su traslado a los precios del mercado mayorista (lo que, en última instancia, significa incorporar el gasto al recibo de la luz), bien por su "internacionalización" a las plantas no afectadas por la medida. Esto deja el efecto neto de la medida en 14 millones de euros, de los que Acciona prevé compensar hasta 1,9 millones con la reducción del canon hidroeléctrico y la rebaja del Impuesto sobre el valor de la producción de la energía eléctrica (IVPEE). En definitiva, el bocado de Ribera al dividendo de carbono tendría un impacto final de 12,1 millones para la futura cotizada.
Acciona ha culminado la 'preparación artillera' del estreno bursátil de su filial renovable, pero aún debe remitir a la CNMV el folleto de OPV en el que resolverá la valoración final de Acciona Energía. Fuentes financieras, tasan a la futura cotizada en una horquilla de entre 10.000 y 12.000 millones de euros, resultado de aplicar múltiplos de entre 14 y 15 veces a los 831 millones de ebitda (beneficio bruto de explotación) que la división registró en 2020. La OPV se reservará a inversores institucionales y Acciona tiene previsto otorgar una sobreasignación (green shoe) de hasta el 15% del tamaño inicial de la OPV a una de las entidades del pool bancario que trabajan con el grupo en llevar a buen puerto la operación.
