Gracias al saneamiento en los balances

De Botín a Torres: la banca española, al rescate para paliar los daños de la Covid

Las entidades financieras españolas están jugando un papel crucial en los inicios de la recuperación de la economía tras el golpe de la pandemia. Los créditos ICO y las moratorias, principales bazas. 

EFE
Ana Botín, presidenta de Banco Santander. 
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Si en la crisis de 2008 la banca española fue un 'problema' al que hacer frente, en los actuales vaivenes económicos como consecuencia de la Covid-19 las entidades financieras son parte de la solución. Ana Botín, Carlos Torres, Jordi Gual, José Ignacio Goirigolzarri y Josep Oliú son solo algunos de los nombres clave para entender qué y cómo está aportando el sector financiero a la recuperación de la economía en un momento tan delicado como el actual. En él, los créditos ICO y las moratorias juegan un papel fundamental para poder sustentar las rentas al tiempo que se inyecta liquidez a las compañías más pequeñas y los autónomos. 

Los presidentes de los principales bancos de este país fueron los primeros en tomar la palabra en las jornadas que organizó CEOE tras el periodo de confinamiento. Ya entonces manifestaron que la intención del sector era apoyar a las empresas y familias a través de colaboración público-privada. Llevaban semanas haciéndolo. "Entre todos", dijo entonces la presidenta de Banco Santander, debían hacer frente a "un reto" de forma conjunta: "Minimizar la recesión a la que nos ha arrastrado la crisis" y que ya se ha llevado por delante un 18% del PIB en el segundo trimestre. 

Todas las entidades han contribuído con una parte del pastel a la recuperación. De acuerdo con los resultados semestrales de Banco Santander, últimos datos disponibles, desde el inicio del programa de garantías del ICO se llevaron a cabo 150.000 operaciones para pymes y empresas. La entidad las apoyó con casi 24.000 millones de euros, lo que contribuye a un aumento de la cartera de préstamos de 11.000 millones de euros en el segundo trimestre. Beneficio para ambas partes. 

Santander fue el banco más activo en estos préstamos, con un 27% de la cuota del sistema, pero otros, como BBVA o Caixabank, hicieron lo propio con cifras que se mueven entre los 9.000 y los 20.000 millones de euros en nuevas líneas de crédito con garantías públicas. En total, 100.000 millones de euros puestos a disposición de las entidades financieras en forma de avales para conseguir nutrir de liquidez a las empresas, grandes y medianas, y a los autónomos. Las líneas están a punto de agotarse y las entidades reconocen que la mayor parte de la demanda ya ha sido satisfecha. 

Pero más allá de los ICO, la banca también ha tomado parte activa en el sostenimiento de las rentas. Por un lado, ha aplicado la moratoria estatal para las hipotecas y, por otro, ha lanzado la suya propia, que aumenta las circunstancias y el tiempo con el que puede acogerse a ella cada cliente con respecto a la ofrecida por el Gobierno. En este sentido, por ejemplo, Bankia ha concedido cerca de 4.080 millones de euros en moratorias hipotecarias (tanto las recogidas en el real decreto, como las soluciones propias puestas en marcha por la entidad) a través de más de 40.200 operaciones.

Además de las hipotecas, los bancos también han aceptado la suspensión temporal del pago en los créditos de consumo. En este lado, las moratorias alcanzan cifras absolutas menores, como los 330 millones de euros y 51.500 operaciones en el caso de la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri. Las entidades miran con recelo este producto, pues, como suele ocurrir en la mayor parte de las crisis, los créditos al consumo son los primeros que se dejan de pagar en momentos de dificultades económicas. Por ello, esta 'vacuna' temporal podría traer consigo elevados niveles de morosidad que se comenzarán a ver a final de año.  

Adelanto de los ERTE

En los peores momentos de la pandemia, en pleno confinamiento y con cifras de trabajadores en ERTE que se contaban por millones, las entidades financieras llegaron a un acuerdo con el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) para adelantar el pago del subsidio. La gestión de la administración se colapsó ante la avalancha de solicitudes y los bancos, no sin problemas, decidieron adelantar parte de estos pagos. Entonces, el mantenimiento de las rentas era la prioridad.

AEB, CECA y UNACC, patronales del sector, fueron las negociadoras con el Estado. Entidades como Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell, Bankinter, Unicaja o Cajamar, entre otras, abonaron antes de tiempo las cuantías a las familias, En cambio, hubo problemas. El organismo dependiente del Ministerio de Empleo envió ficheros con datos erróneos sobre algunas de las cuentas de los beneficiarios, por lo que las entidades se vieron obligadas a reclamar el dinero a miles de clientes. La banca tildó entonces este incidente como "menor", pues en palabras de Josep Oliú, presidente de Sabadell, "hemos aprendido que la colaboración entre lo público y lo privado, la banca y las empresas da equipos ganadores". Un equipo ganador. 

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