En España, aún sin ley

¿Qué hará Biden con Huawei? Esperan menos 'locuras'... pero pocos cambios

Los analistas prevén una posición más suave respecto a la empresa china. El candidato aseguró durante la campaña que apoyaba el veto a la tecnología del gigante en EEUU.

Biden parte hacia China para tratar sobre economía y la relación bilateral
Estados Unidos no prevé renunciar a la guerra comercial con China aunque haya un nuevo inquilino en la Casa Blanca

La guerra comercial con China ha sido una de las grandes banderas esgrimidas por Donald Trump en su mandato. Y el veto a la tecnología del gigante Huawei, alegando cuestiones de seguridad nacional, es el gran paradigma. Con Joe Biden con un pie en el Despacho Oval de la Casa Blanca, todo el mercado se pregunta si habrá cambios en la política de Estados Unidos tanto con el fabricante de móviles y proveedor de telecomunicaciones como con el resto de compañías del país asiático. Todos los analistas esperan que se suavice la política y que ésta sea más previsible, pero no habrá grandes giros. El propio candidato respaldaba en febrero, en plena precampaña electoral, el bloqueo de los equipos del fabricante para el despliegue del 5G en el país. En España, el Gobierno de Pedro Sánchez aún no se ha pronunciado sobre si habrá prohibición expresa como sí se ha hecho en otros países como Reino Unido.

No hay una fecha de arranque de este pulso entre Estados Unidos y Huawei, pues durante al menos la última década ha habido un cerco. Pero este se intensificó en el año 2018 con las sanciones y la detención de la hija del fundador, Meng Wanzhou, en Canadá, por posibles violaciones a las sanciones de Irán. Desde esa fecha el enfrentamiento ha ido elevando la temperatura hasta que se formalizó el veto en mayo de 2019 a los equipos de la compañía -y se renovó un año más tarde-. Éste se produjo después de las advertencias de toda la comunidad de inteligencia del país (FBI, CIA y NSA). ¿Las consecuencias? La obligación del gigante de crear su propio sistema operativo, al no poder usar el de Google (Android), con todas las dificultades técnicas que acarrea, y la exclusión de algunos de los despliegues de redes de telecomunicaciones en los principales mercados. Esto ha llevado también a una reducción en su ritmo de crecimiento de ventas: 'sólo' un 9% hasta septiembre.

Mientras el veto y las tensiones continúan, el gigante chino y el resto de países aliados se preguntan qué pasará si Biden accede a la Casa Blanca como nuevo presidente. Precisamente por el posicionamiento de todos los departamentos vinculados a la seguridad de la administración, el margen de maniobra no va a ser excesivo. Pero todos los actores, incluso las grandes tecnológicas estadounidenses que han visto mermarse su negocio por el veto, esperan un cambio de rumbo, aunque no especialmente brusco.

Uno de esos pequeños cambios que esperan desde China tiene que ver con la imprevisibilidad. Donald Trump se ha caracterizado por una gestión a golpe de tuit y con giros de timón bruscos. Pero una presidencia de Biden podría restaurar una relación más predecible entre los dos países, y con sus compañías bandera como Huawei, aseguraban analistas chinos a la agencia estadounidense Associated Press hace unos días. "Muchos analistas de Wall Street esperan que una administración Biden adopte una postura un poco más suave sobre la tecnología y los problemas de política de China", aseguró el analista de Wedbush Dan Ives en una nota a los inversores esta semana.

Sobre el veto, Biden ya dijo el pasado mes de febrero que estaba a favor de la prohibiión de los usos de equipos de Huawei en Estados Unidos, ya sean móviles u otros vinculados al sector de las telecomunicaciones -donde es líder por encima de otras marcas como Ericsson o Nokia-. Pero no dijo si continuará con el programa que Trump llamó 'Red Limpia' para convencer a los países aliados, entre ellos España, de que renuncien a los productos del gigante en las redes de comunicaciones críticas. Lo único que ha defendido es que trabajará con "otras democracias" para desarrollar reglas globales sobre cibercrimen, privacidad de datos o inteligencia artificial.

En España, sin ley de 5G

Esas presiones también se ejercieron en España, no sólo ante el Gobierno, sino también ante el resto de operadoras. La propia Telefónica cambió de criterio 'in extremis' y anunció que irá recortando de manera progresiva los equipos de la asiática en el núcleo central de su red de telecomunicaciones. Por su parte, el Ejecutivo de Pedro Sánchez recibió la visita de una delegación de la administración de Trump durante la celebración del Mobile World Congress (MWC) del año 2019. Sin embargo, casi dos años después aún no hay una 'ley de 5G' que deberá regular el papel de los proveedores, como Huawei, en el futuro despliegue de las redes ultrarrápidas.

A finales del año pasado lanzaron una consulta pública para recabar todas las posiciones del sector antes de elaborar un texto normativo. El plazo para entregar documentación acababa un mes después. El entonces director general y hoy secretario de Estado de Telecomunicaciones, Roberto Sánchez, confirmó en una entrevista a la Agencia EFE que el objetivo era tener un primer texto en el primer trimestre del año. Encarando el último aún no hay noticias. Y ni la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ni el propio Sánchez, han querido facilitar plazos.

Desde Huawei España no han querido pronunciarse formalmente sobre las consecuencias corporativas de los resultados electorales. El hasta ahora director de la unidad de Consumo en la firma, Pablo Wang, aseguró este jueves que no van a mirar los comicios estadounidenses. "Da igual; no nos afecta, pues vamos a seguir nuestro camino", apuntó. Se refiere al nuevo sistema operativo que han construido para esquivar a Google y Android, ante el veto estadounidense. "No cerramos ninguna puerta. La decisión estratégica de Huawei es desarrollar nuestro propio sistema de software y seguiremos ese camino, pero si podemos hacer que nuestros clientes elijan unos servicios u otros lo haremos", concluyen.

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