El presidente de Naturhouse, Félix Revuelta, ha echado el resto por la empresa para reactivar la confianza de los inversores y salvar a la compañía del descalabro bursátil que vaticinaba la espiral bajista que desencadenó la pandemia. Desde agosto de 2021 hasta el pasado enero, Revuelta compró más de 190.000 acciones por casi 300.000 euros. El presidente de la sociedad efectuó esta oleada de adquisiciones a través de la sociedad Ferev Uno Strategic Plans. Esta estrategia habría permitido al directivo elevar su participación en la compañía por encima del 77,2%, un cambio que el grupo todavía no ha publicado, pues el informe corporativo del pasado ejercicio no incluye los movimientos del año en curso, en el que ha crecido el apetito inversor de Revuelta por la compañía de nutrición.
Las restricciones a causa de la crisis sanitaria mermaron la actividad de Naturhouse, cuyo beneficio anual cayó un más de un 29% en 2020, cuando 9,38 millones de euros en 2020, frente a los 13,26 millones del año anterior. Con todo, la compañía casi ha logrado recuperar el valor bursátil que registraba antes de la pandemia. Al cierre del pasado lunes, la capitalización del grupo superó los 110,7 millones de euros, una cifra que todavía dista de los 119,7 millones que se apuntó en 2019, pero que supone un salto notable frente a los 93 millones a los que bajó el año pasado. Sin duda, las más de sesenta operaciones de compra que efectuó Revuelta a lo largo de la crisis sanitaria estimularon esta recuperación.
El Gobierno de coalición decretó el confinamiento total en España el 14 de marzo, pero hasta el 8 de agosto Revuelta no efectuó ninguna adquisición. Desde entonces, la actividad bursátil del empresario ha sido casi diaria. La mayoría de las compras del presidente de la compañía se realizaron por debajo del precio actual de mercado que, al cierre de este martes, valoraba los títulos de Naturhouse a 1,88 euros la acción. La maniobra del directivo, además de defender la cotización del grupo en un momento crítico para la compañía, habría supuesto un movimiento estratégico que podría reportar a Revuelta una fuerte rentabilidad en el corto plazo.
El anuncio de la efectividad del 90% de la vacuna de Pfizer, el pasado 9 de noviembre, desató la euforia en el parqué, pero no frenó la actividad bursátil de Revuelta. Entonces, los inversores elevaron su voracidad tras el parón que supuso la pandemia a lo largo de 2020. Este viraje al riesgo tuvo su máximo exponente en el selectivo español. El Ibex 35 comenzó la jornada con subidas que cercanas al 1,5% y cerró la jornada con un alza del 8,57%, el mayor aumento en más de una década. Los títulos de Naturhouse no fueron ajenos a este cambio de tendencia.
Tras perder en 2020 más de un 22% de su valor bursátil, desde el pasado enero la capitalización de Naturhouse ha disfrutado de avances en varias jornadas consecutivas. Este arranque de año, impecable para la compañía, ha estado acompañado de nuevas compras del directivo. Entre el 4 y el 26 de enero, jornada en que se registró la última operación de Revuelta, el presidente de la cotizada adquirió 149.341 acciones. De hecho, el hambre bursátil del empresario se ha disparado en sus últimos movimientos. Félix Revuelta ha aumentado la cuantía de los paquetes de títulos adquiridos, hasta adquirir 'de golpe' un máximo de 6.500 acciones en cinco jornadas consecutivas, las últimas registradas en las 'crónicas' de la CNMV.
Desde el arranque de 2021, Revuelta ha aumentado el número de títulos adquiridos en cada operación, hasta comprar, 'de golpe', un máximo de 6.500 acciones en cinco jornadas consecutivas
Naturhouse ha ido recuperando sus niveles de cotización a umbrales no registrados desde el pasado mes de marzo. Pero el grupo de nutrición aún llora el golpe del coronavirus. Al cierre de 2020, las cuentas de la compañía reflejaron un deterioro de 947.000 euros por derechos de uso de los alquileres de sus centros. El desplome de las ventas por la crisis económica y sanitaria de la Covid-19 afectó a los cuatro grandes mercados de la sociedad: España, Francia, Italia y Polonia. El plan de contención de la empresa agilizó la apuesta de Naturhouse por la digitalización de su actividad, además, el grupo cerró el pasado ejercicio con 398 centros menos que en 2019, una caída que sufrieron con mayor ahínco sus franquicias.
A consecuencia de la crisis del coronavirus, el grupo presentó un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTYE) para el 85% de los trabajadores, un movimiento que ha impedido a la empresa repartir dividendos sobre el ejercicio 2020, dado que la ley impide el reparto de beneficios a los accionistas de las empresas que se hayan beneficiado de exenciones por los ERTE por fuerza mayor, dado que se trata de una medida excepcional por la Covid. Las cuentas anuales de Naturhouse recogen que el grupo está en disposición de volver a implementar el dividendo en cuanto el Gobierno permita recuperar el reparto de beneficios.
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