Invirtió 70 millones

El Estado firma su primer 'pelotazo' con el rescate a IAG: un 160% en 5 meses

La SEPI va camino de triplicar el dinero que desembolsó en octubre para respaldar la ampliación de capital de 2.750 millones de euros que dio oxígeno al dueño de Iberia y Vueling en plena pandemia.

Las aerolíneas de IAG se sitúan como supervivientes en la crisis.
Las aerolíneas de IAG se sitúan como supervivientes en la crisis.
Iberia / Archivo / L. I.

El Estado, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), ha protagonizado una de sus mejores inversiones de los últimos años con la compra de acciones de IAG (Iberia, Vueling, British Airways, Aer Lingus) ante la llamada de auxilio que realizó en septiembre en forma de ampliación de capital. La decisión del Gobierno PSOE-Unidas Podemos se demoró hasta última hora, pero en el Consejo de Ministros del 29 de septiembre se firmó el plácet para participar en el 'rescate' del grupo. Cinco meses después, el resultado no ha podido ser más beneficioso para la sociedad de cartera estatal con un rendimiento bruto del 160% en 150 días; un 384% anualizado. Todo un pelotazo.

Entre septiembre y octubre de 2020, el holding aéreo completó, no sin dificultades, la ampliación de capital de 2.750 millones de euros para reforzar su balance ante los estragos que las restricciones de la pandemia provocaron en su negocio. Fue una inyección de capital de emergencia. IAG se desnudó ante sus accionistas y planteó la operación en términos de 'supervivencia', con el objetivo de conseguir un colchón de liquidez ante las restricciones de movilidad de la segunda ola y frenar la espiral alcista de su endeudamiento de la primera fase del Covid.

En primer lugar, el grupo estatal Qatar Airways, dueña del 25% de la compañía, que manifestó por escrito su compromiso en apoyar financieramente a IAG, al igual que los consejeros de la empresa. También la SEPI, que mantenía un 2,7% del capital según la página web del organismo, acudió al SOS sin mostrar su posición en público hasta última hora, aunque se diluyó hasta el 2,5%. El brazo inversor del Gobierno destinó alrededor de 70 millones de euros a la operación y se hizo con 76 millones de títulos de IAG a un precio de 0,92 euros por acción, con un descuento teórico del 58%.

Cinco meses después, la cotización del dueño de Iberia y British Airways ha salido volando lejos de los niveles en los que amplió capital. Ya se revaloriza cerca del 160%, tomando como referencia los 2,38 euros con que cerró en bolsa este lunes. Las acciones que compró la SEPI ahora valen 180 millones de euros (110 millones de plusvalía teórica), mientras que la participación total del ente público del 2,5% está valorada a precios de mercado en 300 millones. La capitalización bursátil de IAG roza ahora los 12.000 millones de euros, un nivel cada vez más cercano a los 14.000 millones en que se movía antes de la pandemia, solo que ahora su número de acciones se ha multiplicado por 1,5 veces, de 1.992 a 4.971 millones.

Gran parte de la culpa de este comportamiento se encuentra en las expectativas de recuperación del sector turístico que han proyectado los planes de vacunación. Los inversores ya no miran al lúgubre pasado. IAG presentó la semana pasada sus cuentas de 2020 con unas pérdidas netas de 6.923 millones de euros, una caída de los ingresos del 69% interanual y un aumento de su deuda neta del 29%, hasta los 9.700 millones, que de no ser por la salvadora ampliación hubiese sido todavía mayor.

Pese a las malas cifras, la compañía ha sobrevivido a una pandemia que se ha llevado por delante otras muchas aerolíneas. Sin ir más lejos, Air Europa, propiedad de Globalia, recibió una ayuda de 475 millones de euros de la SEPI para que IAG aceptase comprarla, aunque rebajó el precio de adquisición desde los 1.000 millones pactados en noviembre de 2019 a solo 500 millones. Incluso, el grupo hispanobritánico parece haber olvidad la prueba de fuego y amenaza para su negocio que suponía la puesta en marcha del Brexit.

La 'ampliación de rescate' de IAG se convirtió el año pasado en el primer gran movimiento del Gobierno a través de la SEPI a la hora de recapitalizar una empresa, un debate que se encuentra ahora sobre la mesa de una manera más amplia ante la quiebra de Abengoa o la también ingeniería Duro Felguera -que ha pedido 120 millones al Estado- o la siderúrgica Celsa. En el caso de Air Europa, que pasará a formar parte del consorcio de aerolíneas de IAG, la recapitalización de 475 millones se realizó en forma de créditos (deuda) en lugar de con acciones de la compañía.

De hecho, según los analistas, IAG se presenta como el grupo de aerolíneas con mejor futuro por su solvencia financiera y su capacidad de recuperar más rápido la actividad en la próxima desescalada. “La liquidez y la deuda neta de IAG en el cuarto trimestre estuvieron por encima de nuestras estimaciones impulsadas por el control de costes y la menor inversión de capital”, apuntan los analistas de Bank of America. "Seguimos esperando que la reestructuración haga que IAG sea aún más competitivo más allá de la pandemia. La compañía liderará la industria en la reestructuración de su base de costes, mientras los competidores luchan para generar un negocio más competitivo más allá de la pandemia”, señalan en Credit Suisse. Ambos bancos de inversión coinciden en señalar un largo camino hacia la recuperación: no creen que IAG recupere sus niveles de ingresos previos a la pandemia hasta al menos 2024 y prevén pérdidas todavía durante 2021. 

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