La economía en la era post-Covid

El sector eléctrico recupera el pulso por el mayor consumo de la gran industria

Destaca, sobre todo, la recuperación del sector del automóvil que, pese a todo, registra un desplome del consumo del 17,9% en doce meses.

La siderurgia consume gran cantidad de electricidad.
La siderurgia consume gran cantidad de electricidad.
EFE

Poco a poco, el sector de la energía recupera el pulso. El análisis periódico de Red Eléctrica de España (REE) sobre la salud del sistema lo resume así: "el alivio progresivo de las medidas de confinamiento se refleja claramente en la reactivación de la actividad y el consumo eléctrico de las diferentes ramas productivas". Los datos brutos de demanda que ausculta cada mes el operador del sistema presentan una recuperación de casi cinco puntos respecto a  mayo. Destaca, sobre todo, la recuperación del sector del automóvil que, pese a todo, registra un desplome del consumo  del 17,9% en doce meses. 

En junio, el despegue de consumo eléctrico más importante fue el de las refinerías. Consumieron un 20,4% más. Un brote verde para un sector en declive. La Asociación Española de Operadores de Productos  Petrolíferos (AOP) recoge en su memoria 2019 que la producción de las refinerías cayó  el año pasado, sin confinamiento ni pandemia, un 3,2% por primera vez desde 2013.

Las compañías energéticas cruzan los dedos y evitan hacer pronósticos a fin de año. Los presidentes de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y de Naturgy, Francisco Reynés, alertaron durante la presentación de resultados semestrales de la incierta situación creada por la pandemia. No hay seguridad, aseguró Sánchez Galán, de que no haya una segunda ola de la Covid 19 en otoño. Pese a todo,la evolución del sector y los resultados post-Covid de las compañías no empañan en exceso la consideración de las empresas energéticas como valor refugio. 

El dividendo se ha convertido en la estrella polar de los grandes del sector. Marca el rumbo. Naturgy ha reiterado el compromiso con su política de remuneración a los accionistas. A finales de mes abonará un primer dividendo a cuenta de 0,31 euros por acción con cargo a los resultados de 2020. La retribución total prevista es de 1,44 euros por título con cargo a los resultados de 2020, un 5% más que el año pasado. Además, la compañía llevará a cabo la cancelación de 14,508 millones de acciones propias.

Iberdrola,por su parte, acordó en su Junta General -con un 99,75% de votos a favor- una remuneración mínima total para el accionista en 0,40 euros brutos por acción, llegando al objetivo de dividendo de 2022 con tres años de adelanto. De esta cantidad, ya se distribuyeron a cuenta 0,168 euros brutos por acción el pasado mes de enero, por lo que en julio se abonarán como mínimo los 0,232 euros brutos por acción restantes.

La fortaleza de las eléctricas se explica en buena parte por el marco regulatorio estable en el que se mueven. Ese entorno ha favorecido un aumento de músculo en los últimos años y que hayan resistido no solo los envites del mercado, sino también la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus. De ahí la presión que están ejerciendo para que el Gobierno de Pedro Sánchez abra la mano y facilite que inviertan más allí donde menos riesgos corren: en las actividades reguladas, el transporte y la distribución de electricidad.

La ministra de Transiciòn Ecológica, Teresa Ribera, ha aceptado elevar, vía decreto, el límite de inversión anual en redes -que se paga con la tarifa de los usuarios-del 0,13% al 0,14% en relación al producto interior bruto (PIB). Pero los capitanes de las empresas quieren más. Ignacio Sánchez Galán, el consejero delegado de Endesa José Bogas, el presidente de Acciona José Manuel Entrecanales y el presidente de Viesgo, José Miguel Antoñanzas empujan. En la cumbre empresarial de la CEOE, Galán y Antoñanzas abogaron por eliminar los límites o, en su defecto (Antoñanzas), ajustarlos con planes de inversión acordados con las comunidades autónomas.

En plena desescalada, las eléctricas proponen al Gobierno adelantar las inversiones previstas en redes hasta el año 2030 -30.000 millones de los cerca de 60.000 contenidos en los planes del Ejecutivo-. Las compañías defienden la propuesta como una forma de hacer frente a la crisis y crear hasta 40.000 empleos, aunque quedan flecos.

El Gobierno tiene pendiente una reforma en profundidad del sistema eléctrico para ajustar costes y decidir el lugar de cada tecnología de generación y mantiene abierto el frente de negociación con la gran industria para cerrar el sistema de subvenciones a la factura energética. Los contactos de las asociaciones industriales con la Secretaría de Energía y la Secretaría de Industria continúan, pero el nuevo marco legal -el Estatuto del Consumidor Electrointensivo- está por cerrar.

Mostrar comentarios