"Todo es mentira"

Rajoy deja atrás a Aznar y la vieja cúpula del PP y se erige como azote de Bárcenas

 ​Pone coto en dos horas y media a semanas de acusaciones del extesorero por la destrucción de pruebas y el cobro de los últimos 20.000 euros de la caja B.

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Aznar y Rajoy desmintieron a Bárcenas en su declaración en sede judicial. 
EFE

Ni Francisco Álvarez-Cascos ni José María Aznar ni María Dolores de Cospedal. El exlíder del PP Mariano Rajoy, a quien se le ha acusado de actuar con tibieza frente a Luis Bárcenas, se erigió este miércoles como el gran azote del extesorero del Partido Popular en el juicio por la reforma de la sede de Génova. El expresidente del PP compareció ante el tribunal más del doble de tiempo del que lo hizo su antecesor José María Aznar y se sometió a un cuestionario mucho más intenso que el resto de exaltos cargos del partido que han desfilado hasta el momento por la vista oral. Rajoy, a quien Bárcenas ha puesto en el epicentro de esta supuesta práctica ilegal, aguantó el envite bajo el mantra de que todo lo defendido durante siete años por el enemigo público número 1 del PP es, simplemente, mentira. 

Pasaban las cinco de la tarde cuando Rajoy tomó la palabra para intervenir por videoconferencia. Sin embargo, antes incluso de comenzar a responder, ya había marcado la diferencia con sus antiguos compañeros de filas al desmarcarse de todos ellos y comparecer sin mascarilla. Un gesto rápidamente aplaudido por las acusaciones que le agradecieron que "diera la cara". A diferencia de la testifical que protagonizó en el caso Gürtel hace ahora tres años, Rajoy tenía que responder sin tapujos sobre la existencia de la caja 'B' y su relación con la persona que se convirtió en tesorero bajo su presidencia. Aunque comenzó emulando a Javier Arenas al responder casi automáticamente que los cobros en negro, las famosas agendas o las donaciones ilegales eran "absolutamente falsos", Rajoy elevó el tono hasta concluir que todo lo que está ocurriendo empieza a ser "una vergüenza".

Las proposiciones del PP 

Coincidió con Aznar y el resto de compañeros de filas acerca de que no tenía constancia de unas anotaciones con pagos en B y tampoco de haber autorizado desembolsos para resarcir a víctimas de ETA u otros políticos (como apuntó Jaime Ignacio del Burgo) porque carecía de competencias para ello. No obstante, las acusaciones sacaron la artillería para arrinconarle por las últimas confesiones de Bárcenas que le implicaban de manera directa. Así, en relación a la acusación de que destruyó en una trituradora las pruebas de esta contabilidad "extracontable", Rajoy respondió que era "metafísicamente imposible" porque nunca los papeles en sus manos. Al respecto mandó un recado al extesorero acusándole de cambiar la versión de este capítulo que se habría producido en su despacho de Génova. "Ni siquiera es capaz de estar de acuerdo consigo mismo", apuntó. 

Sobre el supuesto episodio que se produjo tras la salida de Bárcenas del PP en 2013 y según el cual se le propuso rehacer sus manuscritos a cambio de medio millón de euros, Rajoy respondió que era una teoría "demencial" a la par que tildó de "delirio" el hecho de que se hubiera embolsado 20.000 euros de la caja B toda vez que la formación decidió liquidarla tras el estallido de la Gürtel. Los avales que están dando algunos de los testigos a estos papeles del extesorero han puesto en un aprieto a más de uno de los exaltos cargos que han desfilado por la Audiencia Nacional llegando incluso a provocar la ira de algunos como Francisco Álvarez-Cascos. Sobre este episodio Rajoy fue tajante y, aunque no le quedó más remedio que admitir lo manifestado por Luis Fraga, Del Burgo o Eugenio Nasarre, salió por la tangente desligándose de las anotaciones. 

"Son papeles falsos y son de él. El que tiene que responder es él, igual que lo que se ha llevado a Suiza. Los demás no tenemos por qué explicar las acciones de esas personas", respondió ante la insistencia de si M.R eran las siglas que correspondían con su persona. "Eso es mentira (...). No hay ni una sola persona que haya reconocido ni que haya afirmado la caja 'B'. El único es Bárcenas para intentar mezclar a los demás en lo que eran decisiones de él y su propio beneficio", apostilló, para terminar de rematar el contenido de unas anotaciones que se remontan a 1989. "Como le he dicho antes y he reiterado hasta la saciedad no me puedo meter en lo que hay dentro de la cabeza de personas que tienen determinada suerte de comportamientos", sentenció.

Ya entrando en materia y en lo que a la reforma de la sede respecta, las reacciones de Aznar y Rajoy fueron muy distintas. Mientras marcó distancias con Rajoy y dijo que ya no era presidente del partido cuando se acometieron las obras, el segundo se pronunció sobre este episodio llegando a confirmar que compraron el edificio porque él dio el visto bueno. Sobre el supuesto pago en negro del más de millón de euros que costaron las obras, no quiso entrar volviendo a desacreditar al extesorero popular, de quien confesó que mantuvo una relación distante hasta que estalló el caso Gürtel y fue a pedirle explicaciones. Cuestión diferente es cuando se les pregunta por Álvaro Lapuerta. Como ya hicieran antes Luis Fraga o los exsecretarios generales, los dos expresidentes elogiaron la figura del antiguo tesorero a quien el tribunal también había sentado en el banquillo por estos hechos.

Aznar elogió su perfil en el terreno de la administración pública confesando que fue él quien le propuso como tesorero al comité ejecutivo. Su sucesor en la cúpula del PP aplaudió también al político asegurando incluso que si aguantó hasta 2008 en el cargo fue porque accedió a sus continuas peticiones. Con todo, otros han situado a Lapuerta como el brazo ejecutor de esta dinámica de pagos en 'B' que se impulsó para evitar que los cargos del partido perdieran poder adquisitivo cuando fueron designados diputados y ministros. A toda la vieja cúpula se ha dirigido Bárcenas hasta en tres ocasiones en los últimos días para afearles su "cobardía" al no haber pedido perdón a la sociedad por este circuito de contabilidad "extracontable" en el PP. "No me puedo poner en la pie de Bárcenas que hace cosas que ni mi moral ni mis principios me permitirían", contraatacó Rajoy en respuesta. 

Aunque el plato fuerte de las testificales era el de este miércoles, el tribunal continúa con el calendario establecido para seguir escuchando a altos cargos del Partido Popular protagonistas todos ellos de las anotaciones de Bárcenas. Este jueves le toca el turno a Rodrigo Rato o Federico Trillo entre otros. El exvicepresidente del Gobierno, que comparece tras conocerse que Anticorrupción pide 70 años de prisión por la causa de su fortuna, fue junto con Ángel Acebes los grandes 'exculpados' de Bárcenas. Según dijo, no entregó sobres en mano a ninguno de los dos, aunque sí figuren sus siglas en los papeles. 

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