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México, Rusia, Ucrania, el Ibex y la explosión del 'Maine'

El índice selectivo de la Bolsa española vive entre sobresaltos: primero, por el jaque de AMLO; después, las noticias del 'frente ucraniano' terminaban de cortarle la respiración

Civiles ucranianos participan en cursos de defensa, en previsión de una invasión rusa.
Civiles ucranianos participan en cursos de defensa, en previsión de una invasión rusa.
EFE/EPA/Sergey Dolzhenko

Se masca tensión diplomática con México, aderezada con picantes jalapeños mientras el ambiente huele a pólvora, y no precisamente mojada, en el Este de Europa al ritmo de un loco kasatschok. Las guerras se libran de muy diversas maneras, todas ellas malas: las hay mundiales, químicas, comerciales, civiles, bacteriológicas, económicas, políticas, de guerrillas, de independencia... Pudiera parecer un sinsentido, pero dé por seguro que en las guerras pierde hasta el que las gana.

Mañana será 15 de febrero de 2022, el mismo día en el que hace 124 años explotó en el puerto cubano de La Habana el buque acorazado estadounidense 'Maine' en circunstancias poco aclaradas, dando pie a la guerra de los antepasados de Joe Biden contra España que puso fin en ese año 1898 a un país que un día fue un imperio con tentáculos coloniales como Reino Unido, Holanda, Francia, Portugal y tantos otros. La colonización de territorios americanos por parte de España desde 1492 le ha granjeado piropos e insultos; ser madre patria, unos ratos, y puta madre, los otros. Y así llegamos a hoy en día, en que ellos y nosotros nos queremos y odiamos a nuestra manera pero, eso sí, en el mismo idioma.

Andrés Manuel López Obrador le ha declarado a España una guerra silenciosa en la que se disparan pesos contra monedas de 166,386 pesetas. El presidente mexicano ha puesto en el punto de mira a Repsol, Iberdrola y OHL, con nombres y apellidos y, de paso, a más a cerca del 80% de las empresas del Ibex-35 -BBVA, Santander, Telefónica, Inditex...- que tienen negocios en aquel país y que podrían sufrir los vaivenes de los mercados, siempre dispuestos a dar sustos a los que pululan por el parqué.

La colonización de territorios americanos por parte de España desde 1492 le ha granjeado piropos e insultos; ser madre patria, unos ratos, y puta madre, los otros

López Obrador (AMLO, le dicen) ha pedido una suerte de tiempo muerto entre ambos estados para replantear las relaciones con España de forma que se acabe con un "contubernio [que venía de] arriba, una promiscuidad económica, política, en la cúpula de los Gobiernos de México y de España", durante unos "tres sexenios seguidos", dice. "Queremos tener buenas relaciones, pero no queremos que nos roben!". AMLO habla de erradicar el "saqueo" y los abusos cometidos por compañías españolas bajo la presunta connivencia de sus antecesores en el Palacio Nacional, al tiempo que espera que las empresas españolas dejen de ver México como "tierra de conquista".

Puede que tras el discurso y las acusaciones de López Obrador esté también el come-come de la conquista, de la que en 2021 se conmemoraron 500 años. AMLO -y posiblemente a muchos más mexicanos- ven esta parte de la historia como un abuso a los pueblos indígenas y por ello exige disculpas. La Historia no se puede cambiar, aunque en el siglo XXI, serían inaceptables episodios semejantes. Con todo, el presidente mexicano ha lanzado un triple desde su propio campo como el que se toma un tequila, lamiendo sal, golpeando el vaso en la mesa, libando su contenido y chupando una rodaja de limón. Pero el lío ya está montado. ¡Ándale!

Si hay un enfrentamiento bélico en la frontera ruso-ucraniana, España tendrá difícil ponerse de perfil si se le demanda una mayor presencia militar

El Ibex andaba preocupado por el jaque de AMLO cuando las noticias del 'frente ucraniano' terminaban de cortarle la respiración al dinero. Los movimientos de Rusia en la frontera con Ucrania se han visto contestados por movilizaciones del ejército vecino y de sus aliados militares, entre los que está España, que fue de los primeros en enviar unidades navales a la zona de conflicto aunque a la hora de la verdad el presidente de Estados Unidos le ha dejado claro a Pedro Sánchez cuál es la posición de nuestro país en el mapamundi de la influencia: un cero a la izquierda.

Biden se ha reunido telemáticamente con los dirigentes de Francia, Reino Unido, Canadá, Alemania, Polonia, Italia, así como con representantes de la Comisión Europea y de la OTAN. España se ha quedado compuesta pero sin novio; el líder de EEUU maltrata al Gobierno y ningunea al líder socialista, que ya no sabe qué hacer para salir en la foto. El haber mandado tropas a la zona de conflicto deja en una complicada situación al Ejecutivo de coalición: si hay enfrentamiento bélico en la frontera ruso-ucraniana, España tendrá difícil ponerse de perfil si se le demanda una mayor presencia militar. El casi octogenario presidente cree que es muy probable que Rusia invada Ucrania esta misma semana. Ojalá se equivoque; solo nos faltaba una guerra.

Buena semana.

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