Para que tenga validez legal deberá estar escrito, de forma íntegra, del puño y letra del testador y firmado por él.
Cuando las personas que se encuentran en el testamento no alcanzan los 18 años surgen diferentes problemas a la hora de adquirir los bienes, todo depende de si los progenitores han fallecido o no.
De manera parecida a las herencias, las prestaciones se consideran derecho de un beneficiario que se haya designado anteriormente, antes que de los herederos legítimos o forzosos.
En realidad dependerá de la situación familiar de cada uno y, básicamente, de si tiene hijos o no, pero será la Ley la que determina quienes pasan a disponer de los bienes pertinentes.
El artículo 1.100 del Código Civil establece que, si el heredero repudia parte del testamento en perjuicio de sus acreedores, éstos pueden pedir al juez que les autorice para aceptarlas en su nombre.
Si todos los actuales propietarios no se ponen de acuerdo en el precio de la vivienda, la única solución es un procedimiento judicial de división de la cosa común.
Los expertos aconsejan que sí es importante incluirlos en las últimas voluntades para seguir protegiéndolos una vez falte el dueño.
Recibir una herencia implica pagar el impuesto de sucesiones pero liquidarlo a plazos puede salir muy caro.
Al fallecer un familiar es necesario iniciar ciertos trámites para aceptar o rechazar la herencia.
La omisión de un legitimario de la herencia se puede entender como un acto voluntario o un error cometido sin intención, lo cual puede afectar de maneras distintas su división.
Esta cuestión ha sido muy controvertida a nivel jurisprudencial, pero en 2020 el Tribunal Supremo ha sentado doctrina al respecto, señalando que el reembolso que prevé el artículo 1358 C. Civil.
El presidente de Casilla y León ha anunciado la inminente suspensión de este impuesto, mientras que Díaz Ayuso ha prometido ampliar el beneficio social del mismo.
Una sentencia del Tribunal Constitucional estableció que no se podían gravar en transmisiones a pérdidas, es decir, cuando se vende a un precio menor que el de compra.
De los importes obtenidos puede deducirse una serie de gastos tales como los intereses de los capitales ajenos (préstamos, créditos, etc.) invertidos en la adquisición o mejora de la vivienda alquilada.
Las donaciones, ya sean como alternativa a la herencia o como pago desinteresado a familiares o amigos, implican el pago de impuestos.
La diferencia fundamental entre recibir un bien por donación o por herencia es que en el primer caso el donante tendrá que declarar la ganancia patrimonial experimentada por el inmueble.
Para acreditar a los herederos, hay que entregar la documentación necesaria, incluyendo el certificado de defunción, el de últimas voluntades y el testamento o acta de notoriedad.
Aunque la donación o intercambio pueda parecer un regalo, a ojos del fisco no será así sea cual sea el importe.
Después del fallecimiento de un familiar hay que llevar a cabo varios trámites legales. Empiezan con la obtención del certificado médico de defunción y terminan con el cobro de la herencia.
La cuantía de la plusvalía de la herencia varía en función del ayuntamiento donde deba liquidarse el impuesto.
El pago del impuesto de sucesiones puede convertirse en un problema a la hora de recibir una herencia.
El grado de parentesco, la edad, o el patrimonio preexistente determinarán la cuota a pagar por la herencia y el impuesto de sucesiones.
Las pensiones también forman parte de la herencia, pero no van a parar a los herederos en todos los casos.
Las donaciones son colacionables, es decir, un adelanto a la herencia. Sin embargo, es necesario notificarlo de manera adecuada para que no se incluyan en la cuantía total de la herencia.
La persona que se convierte en heredero recibe el patrimonio, bienes y beneficios, del fallecido, pero también responde de sus obligaciones que quedan pendientes, por ejemplo, deudas sin pagar.
Página 1 de 10
