Ni se forman, ni cotizan

Casi un millón de 'ninis' amenazan las prestaciones de los futuros pensionistas

Los jóvenes son clave para sostener el sistema de reparto, en un contexto en el que en 2050 habrá 16,5 millones de pensionistas, con pagas de 2.000 euros, y en el que la tasa de actividad debe crecer 9 puntos.

Protesta pensiones EP
Casi un millón de 'ninis' amenazan las prestaciones de los futuros pensionistas.
EP

La reforma de pensiones en marcha, que recoge la revalorización de las prestaciones de acuerdo al Índice de Precios al Consumo (IPC) y la penalización de los retiros anticipados, dos medidas que ya están vigentes, deberá abordar a partir de septiembre asuntos 'conflictivos' como el Mecanismo de Equidad Intergeneracional, que supondrá un incremento de las cotizaciones; y el aumento del periodo de cálculo de las pensiones, posiblemente hasta los 35 años, que facilitará un ahorro importante, pero también el recorte de una parte de las futuras prestaciones. Mientras que los actuales trabajadores y los jubilados del 'baby boom' pagarán cara la reforma prevista, con menos sueldo, más cotización y prestaciones más reducidas; los jubilados que están en el sistema verán como cada año aumenta su pensión... solo pendientes de que haya presupuesto para ello.

La sostenibilidad es clave y resulta necesaria una reducción de los gastos y un incremento de los ingresos que garantice la financiación de las prestaciones a través de las cotizaciones sociales. En un contexto de salarios bajos, desempleo elevado y falta de formación, será muy complejo sostener el actual sistema público de reparto. Además del imprescindible aumento de la tasa de natalidad, resultará necesario dejar la puerta totalmente abierta a la migración e impulsar el empleo y la formación de los jóvenes, determinantes para el futuro de las pensiones. Sin embargo, el entorno laboral da pocas oportunidades al optimismo y, pese a las mejoras en los últimos años, los avances son moderados e insuficientes.

Un reciente informe elaborado por las Subdirección General de Estadística y Análisis Sociolaboral dependiente del Ministerio de Trabajo y Economía Social describe el panorama laboral de los jóvenes en España y los escollos para encontrar empleo entre ellos su grado de formación, en el que el término medio apenas existe, ya que mayoritariamente están sobrecualificados o cuentan con estudios básicos que frenan su entrada en el mercado laboral. La formación especializada y profesional resulta básica para encontrar un trabajo y a mayor cualificación, las probabilidades de éxito crecen.

El porcentaje de jóvenes de entre 16 y 24 años parados se sitúa en 30,2%, según Eurostat, lo supone nueve puntos menos que la media europea

Pese a las mejoras, en España todavía hay más de 900.000 'ninis', que tienen entre 16 y 29 años y que no trabajan, pero tampoco estudian. Un lastre evidente, ya que los salarios son determinados por la cualificación y que teniendo en cuenta que según las previsiones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) habrá 16,5 millones de pensionistas en 2050, con prestaciones medias que rondarán los 2.000 y que para sustentarlas será necesario elevar la tasa de actividad -el cociente entre la población activa y la población en edad de trabajar o mayor de 16 años- hasta el 67,5%. En la actualidad, ese porcentaje de jóvenes de entre 16 y 24 años parados se sitúa en 30,2%, según Eurostat, lo supone nueve puntos menos que la media europea.

Según el informe del ministerio que capitanea Yolanda Díaz, la evolución del mercado de trabajo entre los jóvenes durante 2020 se vio gravemente afectado por la crisis sanitaria originada por la Covid, como consecuencia de la declaración del estado de alarma y el consiguiente cese de la actividad en la mayoría de los sectores y actividades de la economía durante la primera mitad del año, para recuperarse levemente en el segundo semestre. En el inicio de 2021 los nuevos rebrotes provocaron una recuperación más lenta de lo previsto, para relanzarse a partir del segundo trimestre a medida que avanzaba el proceso de vacunación. 

El abandono escolar temprano, con tendencia a la baja, afecta al 13,3% de los jóvenes de 18 a 24 años, tres puntos más que la media europea

En el tercer y cuarto trimestre de 2021 esa tendencia hacia la recuperación se reforzó y en el primer trimestre del 2022 se confirmó, según el estudio, en el que se asegura que fueron uno de los colectivos más afectados laboralmente por la crisis. Junto a esto, el abandono escolar, con tendencia a la baja, afecta al 13,3% de los jóvenes de 18 a 24 años, tres puntos más que la media europea. 

La educación es una de las claves e invita a una mayor coordinación eficiente entre los ministerios de Trabajo, Seguridad Social y Educación y Formación Profesional. En el primer trimestre de 2022 los jóvenes hasta 29 años en el mercado de trabajo con nivel educativo bajo suponían dos de cada diez del total de los activos con esa edad y están sobrerepresentados en las listas del paro. Mientras, los jóvenes formados representan más de la mitad de los ocupados de esa edad. El panorama actual deja lejos la posibilidad de que los jóvenes sustenten las pensiones futuras y, además, pone en riesgo las suyas, con entradas en el mercado laboral cada vez más tardías.

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