El Ala Roja de Moncloa ha pintado una raya en el suelo al Ala Morada del Gobierno: la recuperación económica depende de tener unos Presupuestos Generales del Estado para 2021 que incorporen, entre otras muchas cuestiones pendientes después de tres años prorrogados, las ayudas multimillonarias procedentes de Europa. Es el momento de la política y de la pragmática y no de atrincherarse en posturas extremas o mensajes altisonantes (como demasiados nuevos impuestos, por ejemplo). Por mucho que esas posturas estén firmadas en el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos que puso en marcha la legislatura.
El mensaje ha venido de dos pesos pesados del Gobierno socialista: la ministra de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero, y la vicepresidenta de Transición Energética, Teresa Ribera. En dos entrevistas a agencias de noticias, ambas coinciden en utilizar términos como "hay que ser inteligente" y "modular" las expectativas o bien debería buscarse un "espectro amplio" de apoyos a la hora de negociar las cuentas. Montero se refería de forma explícita a la agenda fiscal y a la necesidad de pausar ahora las grandes subidas mientras no se apuntala la economía. Ribera, en cambio, hablaba de todo una "coalición que funciona muy bien" pero donde hay lógicas "discrepancias".
Por encima de ambas posturas, la del mismo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ya instó el pasado martes, en su rueda de prensa de balance de lo que va de legislatura, a buscar más que nunca el consenso con las demás fuerzas políticas y a proteger y garantizar la aprobación de las cuentas. Pero ese mensaje ha llegado este jueves a cada afiliado socialista, en una carta enviada en calidad de secretario general de su partido a toda la militancia: "Necesitamos otra vez, eso sí, unidad. La misma que tejimos desde los balcones durante el confinamiento; la misma que alcanzamos gobiernos diferentes y aún opuestos en el gran acuerdo europeo. Y los socialistas trabajaremos por alcanzar esa unidad con todas las fuerzas políticas dispuestas a arrimar el hombro para aprobar los presupuestos de la recuperación".
"Una vez que dejamos atrás los meses de resistencia y confinamiento, iniciamos la reactivación que ya empieza a reflejarse en las cifras de empleo y de actividad económica, Y tenemos por delante la tarea colosal de la reconstrucción de nuestra economía, la recuperación", continúa la misiva antes de volver a subrayar que "esta crisis es mayor que cualquier otra de la que tengamos memoria" y que, por una vez en esa misma larga historia, se cuenta "con un apoyo que jamás había estado a nuestro alcance en todas las situaciones penosas por las que nuestro país ha atravesado".
Habla Sánchez de haber roto una "maldición histórica" en Europa y de una UE que "ha estado a la altura y ha aprobado un Fondo de Recuperación sin precedentes que aportará a España 140.000 millones de euros a lo largo de los próximos 6 años para amparar a los más golpeados por la crisis y para reconstruir y transformar nuestra economía haciéndola más verde, más digital y más justa". Aunque claro, como remacha Montero desde su negociado como responsable de elaborar las cuentas, para integrar todas esas ayudas a la economía española se precisan de unos Presupuestos.
Con lo que se vuelve a la premisa inicial que el PSOE defiende en esta primera semana de vacaciones casi total en el país. Como apunta Ribera, a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado hay que ir con las ideas claras y, en este sentido, la agenda del Gobierno es "bastante transparente respecto a los grandes ejes de la recuperación" que giran en torno a la transformación del modelo productivo, la transición ecológica y la digital con "hincapié" en la cohesión social, territorial y la mejora de la igualdad de género.
Para estos objetivos, incide, hay que apostar por "un diálogo con todos los grupos parlamentarios" que sea "activo, de escucha y de búsqueda de consensos" porque estamos en un tiempo que exige de "apertura y geometría variable" para alcanzar la mayoría suficiente que respalde las nuevas cuentas. Que, como señalan todos los miembros del Gobierno cada vez que se habla de este asunto, España todavía funciona con los Presupuestos diseñados por Cristóbal Montoro hace tres ejercicios.
Así lo había establecido la número dos del Gobierno, la vicepresidenta primera Carmen Calvo, a la salida de la reunión que mantuvo con Ciudadanos para no cerrar posibles alianzas futuras. Frente a las quejas de Unidas Podemos, que denunció haber sido vetada de la cita por la formación naranja, la socialista contestó que la vicepresidenta del Ejecutivo lo es de todo el gabinete y allá donde va representa a todo el Consejo de Ministros. Horas después de aquella advertencia, se conoció la noticia de la salida de España del rey emérito y, de nuevo, PSOE y Unidas Podemos representaron posturas enfrentadas durante casi un día completo. Estableció postura oficial de nuevo Sánchez desde su atril de Moncloa: "Todo el Gobierno apoya el pacto constitucional".
A ello, y a los 140 años que el PSOE "ha predicado solo en el desierto" para ser ahora el partido que más ha gobernado España en democracia, según recuerda Sánchez a los afiliados, se agarra el presidente para asumir "la responsabilidad de dirigir el país en una situación muy grave". Vencida la enfermedad, prosigue el jefe del Ejecutivo, toca una recuperación económica que sin Presupuestos no será igual ni tan rápida. Sea como sea. Aunque sea con socios hasta ahora impensados.
