La pensión media de los nuevos jubilados lleva ya seis meses de caída y es menor, a mes de junio, que la que percibieron por primera vez los trabajadores que se retiraron en noviembre de 2021. El pasado mes de enero entró en vigor el primer paquete de la reforma de las pensiones, que tiene que principal objetivo garantizar las prestaciones futuras, moderar el gasto y afrontar el desembarco en el sistema de la numerosa generación del 'baby boom', la más numerosas. Las iniciativas puestas en marcha hace seis meses incluían la revalorización de 10,36 millones de pensiones de acuerdo al Índice de Precios al Consumo (IPC), que en junio se situó en el 10,2%, pero también las nuevas penalizaciones a la jubilación anticipada, que perjudican especialmente a los trabajadores que se retiran dos años de cumplir la edad legal, 65 años si se han cotizados más de 37 años y seis meses en 2022.
Algunas de las medidas del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ya empiezan a dar sus frutos, entre otras un aumento de la edad media de jubilación -64,8-, clave para asegurar las futuras prestaciones, debido al incremento de los que se retiran después de los 65 y un descenso de los que lo hacen antes, debido a los nuevos incentivos al retraso de la jubilación y los coeficientes mayores a los que la anticipan. Los últimos datos muestran que las nuevas altas de junio tenían una pensión media de 1.364 euros, frente a los 1.511 de las de enero, 147 menos y un caída de casi un 11%.
También se detecta un ligero aumento del ritmo de retiro, tanto de los que abandonan el mercado laboral antes de los 65 años, con pensiones medias en mayo de 1.707 euros, como los que lo hacen a la edad legal o después, con pensiones de apenas 1.299 euros. La mayor diferencia se da en los jubilados del Régimen General, que en mayo se retiraron con 1.463 euros, frente a los 1.629 de enero. Durante los cinco primeros meses del año ya se han retirado 27.422 trabajadores, frente a los que lo hicieron de media cada mes durante 2021, 26.346. La pensión media de jubilación del sistema se situó en 1.255 euros, aunque las del Régimen General superaron en casi 150 euros.
En los últimos años se observa un aumento de la edad media de retiro, que ha pasado de los 64,2 años de 2018 a los 64,8 años en lo que va de año
El mayor protagonismo en las nuevas altas de los mayores de 65 años, que nutren los pensionistas que no han tenido más remedio que seguir trabajando para obtener una prestación digna y, también, autónomos que han cotizado durante toda la vida laboral por el mínimo, empieza hacerse evidente. Las pensiones de estos colectivos son mucho menores con respecto a los que adelantan su retiro, que pese a las sanciones, toman la decisión amparados por largas carreras y elevados sueldos. A pesar de la considerable diferencia, también se está produciendo en los últimos meses un recorte de la brecha. Si en 2021 suponía, de media, 485 euros, ahora es de 408 euros.
En los últimos años se observa un aumento de la edad media de retiro, que ha pasado de los 64,2 años de 2018 a los 64,8 años en lo que va de año, debido principalmente a la reforma de pensiones de 2013, que recogía el incremento progresivo de la edad legal de jubilación hasta los 67 años en 2027, y en menor medida -de momento- a las nuevas penalizaciones e incentivos a la jubilación que apenas tienen siete meses de vida. El propio Escrivá ha reconocido que la primera pata de su reforma buscaba, a través de los desincentivos a las jubilaciones anticipadas, acabar con el agravio que suponían las anteriores penalizaciones, ya que eran muy moderadas para los trabajadores con bases máximas, que optaban por jubilarse antes de la edad legal.
En los últimos datos facilitados por el ministerio también se evidencia el importante peso que tienen las pensiones más bajas en el sistema. Así, el 52,7% de los pensionistas no llegan a 1.000 euros al mes, la cantidad en la que está fijado el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) desde el pasado 1 de enero, tras aumentar 35 euros con respecto a septiembre de 2021, mes en el que se produjo la penúltima subida. Es la media nacional, pero las diferencias son muy significativas entre las distintas provincias, con más siete de cada diez beneficiarios de pensiones con nóminas por debajo de los 1.000 euros en Cuenca, Ourense, Badajoz, Cáceres y Jaén. Mientras, apenas cinco de cada 100 perciben 2.819 euros o más, la cantidad en la que se ha fijado en 2022 la prestación máxima.
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