Los problemas de las grandes empresas

¿El Estado al rescate? Los trabajadores de la industria claman por su llegada

De Globalia a Airbus, los empleados de las grandes compañías que podrían beneficiarse de las ayudas de la UE o del Fondo SEPI claman contra los problemas que se acumulan en sus plantillas.

Trabajadores de Airbus participan en una marcha de protesta desde la fábrica de la compañía al Ayuntamiento de Getafe, este jueves.
Trabajadores de Airbus participan en una marcha de protesta desde la fábrica de la compañía al Ayuntamiento de Getafe, este jueves.
EFE

"No ingresamos, pero ahí están los costes y es imposible cuadrar las cuentas. Por nosotros mismos es imposible que podamos salir de esta. Solos no podemos". Las palabras de Pepe Hidalgo en las jornadas de la CEOE tras la pandemia no dejaban lugar a dudas sobre la situación que la Covid-19 ha generado en un gigante de la industria turística española como Globalia (Air Europa y Halcón Viajes). "No vendemos un viaje, ni un billete de avión... Además, ahora hemos perdido la concesión de la gestión de traslados, viajes y hoteles de la Vuelta a España, o sea que... Ésto es una catástrofe", confiesa a La Información un trabajador madrileño de la corporación. Resultado: Globalia, como otras decenas de empresas ‘estratégicas’ negocia un rescate con el Gobierno, a la vista de los fondos europeos que llegarán a España a partir del año que viene, para tapar un agujero en sus cuentas de este año que se presume de unos 600 millones de euros. Un drama para una empresa que cuenta con apenas 163 millones de euros de fondos propios.

Oficialmente, la empresa de los Hidalgo no ha pedido el rescate al Gobierno. Tampoco lo han hecho otras compañías candidatas, algunas de las cuales llevan ‘negociando’ en privado con el ejecutivo varios meses. Suenan Iberia, Abengoa, Celsa, Alcoa, Ence... y otras muchas más. Hasta ahora, Duro Felguera ha sido la única compañía, que además es cotizada, que ha dado el paso al frente y ha anunciado que pedirá el rescate al ejecutivo, en este caso con cargo a los 10.000 millones del ‘fondo Sepi’ aprobado por el Gobierno Sánchez "para que las empresas consideradas estratégicas puedan reforzar su solvencia".

El fondo de rescate al que se acogerá Duro Felguera, y por el que las empresas podrán ‘solicitar’ desde 25 millones de euros, será gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que depende del Ministerio de Hacienda. El mecanismo contempla distintas formas para reforzar la posición patrimonial y financiera de las compañías (entrada directa en el capital, compra de deuda subordinada, préstamos participativos...).  En este sentido, una de las opciones que contempla Duro Felguera es ir a una ampliación de capital, para intentar captar también nuevos recursos privados. 

Pero hay más empresas y sectores industriales que van a necesitar el apoyo del Gobierno o de la UE, aunque de momento no se retraten. El presidente de Direbús, Alfonso Taborda, una de las ‘patronales’ del sector del transporte de viajeros por carretera, que está pasando una crisis "dramática" con una caída del negocio del 98%, da alguna clave: "Nosotros no trabajamos y no compramos autobuses. Otro tanto pasa en el resto de Europa. El sector de la construcción de autobuses, lógicamente, también lo está pasando mal. Muy mal. No venden un solo vehículo. Irízar, Sunsundegui, Beulas, Setra... Todas tienen sus parques llenos de autobuses sin destino. No sé si estas empresas necesitan el rescate estatal, pero lo están pasando muy mal y considero que sin ayudas públicas..."

Desde dentro de la vasca Irízar lo tienen claro. "Desde hace meses no se ha vendido un autocar. Ni lo hemos fabricado. Estamos parados, adelantando las vacaciones y tirando de la caja común", explica un trabajador y socio de la cooperativa en su factoría central de Ormaiztegi (Gipuzkoa), probablemente la compañía más emblemática del sector en España. "¿Si acudiremos al rescate del Estado? No lo sé, pero quizás. Algo habrá que hacer, aunque, de momento, la dirección no dice nada". 

Otra de las grandes en crisis es Airbus, con un plan de ajuste que prevé la eliminación de 1.600 empleos. Manifestaciones en Getafe, Sevilla, Cádiz y Albacete. El presidente del comité interempresas de Airbus, Francisco San José, de CCOO, explica que "esto no es solo un problema de Airbus", sino del conjunto de la industria aeroespacial europea, por lo que llamó al Gobierno español a tomar ejemplo de lo que hacen en Alemania, Francia y Estados Unidos, países que defienden al sector, porque "tienen claro que es esencial y estratégico" y ofrecen ayudas "a Air France y a Lufthansa para estimular a la industria". No hay que olvidar que la Sepi ya forma parte del accionariado de la compañía, al igual que el resto de gobiernos europeos implicados.  

El sindicalista explica que es fundamental "la implicación y participación directa" del conjunto de la sociedad y de las administraciones, tanto del Gobierno central, como de los autonómicos y locales. Por todo ello, pide participar en las negociaciones con los diferentes gobiernos y con la Unión Europea, para exigir "soluciones sostenibles y respetuosas con el empleo", porque entiende que "no se puede usar el dinero de los contribuyentes para garantizar los beneficios de los accionistas y pagar despidos", sino para "asegurar el futuro industrial y el empleo de este sector estratégico". 

El grupo Gallardo Balboa, que acaba de ser adquirido por la corporación industrial CL con el apoyo de los trabajadores, los sindicatos y la Junta de Extremadura, ha sido una delas apuestas por la reindustrialización más claras en plena pandemia, que afronta la situación apostando por su propia fuerza para abrirse camino a pesar de todo. "Tras la crisis de la Covid-19, estamos convencidos de que lo que necesita Extremadura y España es una fuerte apuesta por la reindustrialización del país para reducir nuestra dependencia de los mercados asiáticos", asegura el CEO de la División Industrial, Miguel Ángel Leal. "La compra de Grupo Gallardo Balboa se encuadra en la estrategia de aplicar nuestro propio método de gestión en compañías industriales que están en dificultades, pero que tienen mercado y tienen futuro", añade. 

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