Falta de fondo en las medidas

La cumbre de CEOE destapa las penurias sectoriales... y el marketing de Sánchez

Los grandes del turismo lanzan un llamamiento y piden a la desesperada un rescate público al Ejecutivo: "Por nosotros mismos es imposible que salgamos".

Luis Gallego, presidente de Iberia, se sumó a las voces que piden una intervención pública.
Luis Gallego, presidente de Iberia, se sumó a las voces que piden una intervención pública.
CEOE

"Va a ser difícil competir con otros países, donde las ayudas han sido muy superiores". Estas palabras son de Luis Gallego, presidente de Iberia, cuyo holding empresarial está participado en un 2,5% por el Estado. Y podrían ser el resumen de la segunda jornada de la cumbre organizada por la patronal española ante la crisis provocada por la pandemia global del coronavirus. El SOS lanzado por el sector del turismo y las críticas de otros como el transporte o las aseguradoras se convirtieron en un grito a la desesperada ante el Gobierno y dejó una petición a favor de un rescate público ante un Gobierno con serias dificultades para afrontarlo. 

La banca y las eléctricas fueron las primeras en abrir fuego este lunes. Y su planteamiento fue menos beligerante: apretaron para mantener un marco regulatorio estable, también en lo laboral, y en algunos casos disminución de las cargas fiscales. Sus lamentos sobre la situación de sus respectivos sectores no resonaron con tanta fuerza. "Los bancos ya teníamos un problema de rentabilidad antes de esta crisis; tras el impacto, la situación no va a mejorar", se limitó a asegurar José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia. Los presidentes de BBVA y Santander anticiparon lo que vendría al día siguiente en la cumbre, al señalar la importancia de salvar al sector turístico con algunos recados a la Unión Europea para que asegure una competición "en igualdad de condiciones" entre los países.

Como teloneros del plato fuerte estaban las aseguradoras. Los primeros espadas coincidieron este martes en que las medidas propuestas para el sector en el marco de la crisis son "insuficientes", si se comparan con las tomadas por otros países europeos como Francia o Alemania. El presidente de Mapfre, Antonio Huertas, ahondó en la idea de la diferencia entre unos países y otros y el problema que esto podría suponer para la competitividad dentro del terreno comunitario. Entre las reivindicaciones: más fórmulas de colaboración público-privada que permitirán para cubrir el riesgo de pandemia y proteger a los pequeños empresarios.

Pero si hay un sector especialmente golpeado por esta crisis ese es el turístico. Y la intervención de algunas de sus principales voces no dejó lugar a dudas. La cumbre organizada por la CEOE le sirvió para lanzar un SOS al Gobierno y reclamar un rescate en toda regla. Un grito de socorro ante el frenazo del sector. El desplome del tráfico de las aerolíneas y las restricciones a la movilidad entre países junto con una bajada de la demanda en la hostelería por la pandemia son algunos de los ingredientes de un cóctel que ha puesto en una situación muy delicada las cuentas de los grandes (y pequeños) operadores de este mercado. Y los primeros espadas de Globalia, Barceló, Iberia o las patronales del sector no quisieron perder la oportunidad para defender la necesidad de un salvamento de lo público.

Si hay unas palabras que describan esa desesperación, estas son las del fundador y presidente de Globalia, Juan José Hidalgo. Es difícil ver al primer ejecutivo de una compañía con un volumen de negocio anual de más de 3.500 millones de euros -y enfrascada en dos operaciones corporativas muy importantes como la venta de Air Europa y la fusión de Halcón Viajes- asegurando que se encuentran "secos" y sin dinero. "Por nosotros mismos es imposible que podamos salir adelante", afirmó, tratando de incrementar la presión sobre el Gobierno para que ponga sobre la mesa más dinero público. "Si no hay ayudas, como las de Alemania a Lufthansa o Francia a Air France, vamos a durar un telediario", apostilló. Esa es una de las comparaciones clave y que ha sido utilizada por muchos de los directivos del sector para señalar las diferencias con los competidores europeos. Esa afirmación es la que señala con el dedo la diferencia de músculo financiero entre unos países y otros.

Esas penurias económicas del Gobierno para afrontar un rescate mayor de las principales compañías del sector también fueron lamentadas por el primer ejecutivo de Iberia, Luis Gallego. "La competencia tras la crisis va a ser aún más difícil; con ayudas a aerolíneas difícilmente justificables que ponen en riesgo el libre mercado europeo", advertía. En total, la compañía aérea había captado 750 millones de euros de financiación avaladas por el Gobierno a través del ICO, mientras Lufthansa y Air France habían recibido 9.000 y 7.000 millones de sendos paquetes de rescate públicos, respectivamente. Con sus palabras admitía que las posibilidades de igualar ese esfuerzo inversor son remotas. Aún así trató de agarrarse a ese clavo ardiendo: "El Gobierno español tiene una oportunidad de oro para lanzar un plan para salir de la crisis más profunda de la historia para el sector".

El Gobierno no se da por aludido

Pese a las directas alusiones por parte de directivos como Gallego o Hidalgo, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, no se dio por aludida. Tras el consejo de ministros de este martes, defendió que si ha habido un sector que "este Gobierno ha tutelado ha sido el turismo". Insistió en que ha sido el más beneficiado por el plan de choque contra los efectos del coronavirus y puso de ejemplo los 400 millones de euros del crédito del ICO de la Línea Thomas Cook -que fue aprobada antes de la pandemia y que estaba destinada exclusivamente para paliar los efectos de la insolvencia del grupo empresarial bajo ese nombre- o la línea ICO.

Pero desde las patronales del turismo y la hostelería se mostraron muy críticos respecto a la ministra y la gestión del Gobierno. Reclamaron medidas inmediatas para tratar de salvar la temporada de verano. Para incentivar la demanda reclamaron desgravaciones para empresas y usuarios. También pusieron sobre la mesa la suspensión del pago del IVA para facturas no cobradas, la creación de microcréditos para las pymes del sector o la paralización de las amortizaciones de los préstamos. "Ya está bien que nos nombren en todas las conversaciones; necesitamos que se tomen medidas ya", advirtió el presidente de la Confederación de Hoteles y Apartamentos Turísticos (CEHAT), Jorge Marichal.

La cumbre organizada por la CEOE para tratar de dar voz a todos los sectores golpeados por esta crisis fue monopolizada por el turismo y su grito de auxilio con el que exigió un rescate público en toda regla. Un grito que llega en un momento especialmente delicado también para las cuentas públicas en España. El Gobierno no se ha dado por aludido y se limita, en palabras de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, a reclamar un trato igualitario a la Unión Europea para evitar desigualdades entre las empresas españolas y las de otras potencias como Francia y Alemania.

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