Últimas perspectivas económicas

S&P relega la recuperación plena de la eurozona a 2025 y ve riesgo de recesión

En la agencia ven improbable que la inflación subyacente toque techo antes del final de la primavera y advierten de que la subida de los tipos no se reflejará en la demanda y los precios de la vivienda antes de diez trimestres.

S&P relega la recuperación plena de la Eurozona a 2025
S&P relega la recuperación plena de la Eurozona a 2025
Europa Press

La eurozona afronta un panorama económico complicado a raíz de la escalada de los precios, la crisis energética, la guerra en Ucrania, las recientes turbulencias en los mercados financieros, las subidas de tipos de interés aún por venir y después de que la OPEP haya decidido tensar la cuerda con la producción de petróleo. La agencia de calificación S&P relega a 2025 la recuperación plena de la región: será entonces cuando, según sus cálculos, el PIB recuperará su nivel potencial, cuando la inflación haya regresado al objetivo del 2% que el Banco Central Europeo se ha marcado a medio plazo y cuando la demanda y los precios de la vivienda reflejarán ya el impacto de las subidas aplicadas al precio del dinero para frenar el encarecimiento del coste de la vida.

En su último informe de perspectivas, la calificadora advierte de que, ante una inflación más persistente de lo previsto, el BCE tendrá que subir tipos más de lo que habían previsto en un principio. Así, ven probable que la facilidad de depósito -el interés que las entidades de crédito reciben por el dinero que colocan a un día en el banco central- alcance el 3,50% antes del verano, desde el 3% en el que se sitúa actualmente. Esto, salvo que se produzcan nuevas turbulencias en los mercados financieros que pongan en peligro las perspectivas de crecimiento e inflación.

Este endurecimiento de la política monetaria supondrá, entre otras cosas, que la economía europea no conseguirá cerrar la brecha de producción negativa que ha acumulado desde la pandemia hasta 2025. Este hito lo habría conseguido en 2022 si Rusia no hubiera invadido Ucrania. En la firma norteamericana prevén que el PIB de la eurozona acelere al 1,7% ese año y crezca un 1,6% en 2026, después de avanzar apenas un 0,3% este año -en el que ven un riesgo serio de que se produzca una recesión moderada- y un 1% el próximo ejercicio. A los países que comparten el euro les costará también doblegar la inflación: la tasa general del IPC no se moderará hasta el objetivo fijado por el emisor antes del primer trimestre de 2025. La subyacente, que excluye de su cómputo los precios de la energía y los alimentos frescos, no lo hará antes del tercer trimestre de ese mismo año.

De momento, los precios industriales se han reducido más de la mitad desde el pico de inflación que la eurozona registró el pasado mes de octubre en el 10,6% y avanzan solo al 15% interanual cuando el verano pasado lo hacían al 40%. La tasa general "parece haber tocado techo", apuntan los analistas de S&P Global, al haberse desacelerado hasta el 6,9% en marzo, de acuerdo con el dato avanzado por Eurostat la pasada semana. El componente energético ha sido clave para ello -ahora representa 1,5 puntos porcentuales de la inflación total, frente a los 4,5 puntos que llegó a suponer en octubre-, gracias al abaratamiento de las materias primas y a las medidas adoptadas por los gobiernos para compensar su rally.

La subyacente no tocará techo antes del final de la primavera

Con todo, en la agencia de calificación inciden en que el descenso de la inflación "sea un proceso lento", de forma que el IPC Armonizado (la referencia que se toma a nivel europeo para hacer las comparativas entre países) se mantenga alrededor del 4% a finales de año. Hay dos motivos que lo explican: primero, por los precios de los alimentos, que volvieron a acelerarse en febrero y ahora contribuyen a la inflación general el doble que la energía. En segundo lugar, por la subida de la inflación subyacente, que ha tocado un nuevo récord en marzo en el 5,7% por la presión de los precios de los servicios. 

En S&P llaman la atención sobre el hecho de que esta tasa, que tiende a reflejar tensiones más estructurales, sea tan alta como el crecimiento de los costes laborales unitarios, mientras que la brecha de producción sigue siendo supuestamente negativa. "Este patrón inusual sugiere una fuerte transmisión de los costes (laborales y no laborales) a los precios al por menor, hasta el punto de que los beneficios de las empresas pueden haber aumentado, señala en su informe de previsiones. Es el mismo mensaje que lanzó la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en su reciente discurso ante el Parlamento Europeo. 

Este último punto es el que ha llevado a la firma neoyorquina a revisar al alza sus previsiones de inflación, que se situará de media en el 5,9% este año y en el 2,7% el que viene. Dado que, desde su punto de vista, "es improbable que la inflación subyacente alcance su nivel máximo antes de finales de primavera", la respuesta de política monetaria de un banco central con un mandato de estabilidad de precios como el que tiene el BCE debería estar fuera de toda duda: los tipos de interés oficiales deben seguir subiendo aún. Ese endurecimiento podría parar en verano para evitar que la economía se resienta. 

Diez trimestres para los tipos se reflejen en la vivienda

La política monetaria -a través de la subida de los tipos de interés y la reducción de la liquidez bancaria- ya está frenando la demanda interna, lo que debería contribuir a reducir la inflación subyacente. De hecho, en S&P contemplan que el impacto restrictivo de la política monetaria se refuerce los próximos doce meses, si bien, estiman que harán falta hasta diez trimestres para que la demanda y los precios de la vivienda reflejen plenamente la subida de los tipos de interés. Esos efectos graduales y con retardo en la transmisión de la política monetaria son la principal razón por la que prevén que la recuperación sea leve a lo largo del próximo año (los periodos de tipos de interés positivos en términos reales siempre van asociados a un bajo crecimiento de la economía y de la inversión).

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