Récord de inversión

Las startups españolas pelean con el aluvión de rondas de rivales europeos

Las megarrondas en las francesas Payfit y Qonto y la estonia Bolt suman más de 1.300 millones de euros y son las últimas cerradas en un año de abundancia de capital.

Bolt aterriza en Madrid.
Bolt aterriza en Madrid.
L.I.

Que un rival directo abroche una 'megarronda' de financiación tiene una cara y una cruz. La primera: se convierte en una validación de que el mercado al que se está atacando es suficientemente potente como para despertar un vivo interés de los inversores. La segunda: esto encarecerá la pelea por los clientes, aunque sea en un mercado por crear. En el último año, las startups españolas han logrado un récord de financiación y han roto todos los techos históricos posibles. Pero mientras eso sucedía, sus rivales europeos han hecho lo propio y han agrandado aún más sus bolsillos. Sólo la última semana, tres grandes megarrondas de compañías que pelean en España por diversos mercados suman más de 1.300 millones de euros, más de un tercio de todo lo levantado por el ecosistema local en todo 2021.

Una de esas ‘megarrondas’ es la de Payfit. La compañía francesa que desarrolla una plataforma para la gestión de nóminas y de los recursos humanos de pymes ha captado 254 millones de euros y ha puesto su atención claramente en España -y el continente europeo-. No es la única que mueve ficha en los últimos meses. La alemana Personio, otra compañía con una plataforma similar, sumó el pasado mes de octubre más de 270 millones que se añaden a los 110 millones que levantaron a principios de año. Ambas pelean en un sector en el que se está haciendo un hueco una de las compañías más pujantes del panorama español, Factorial, que en verano se hizo con 67 millones en una operación liderada por el gigante Tiger Global.

El de la movilidad es otro de los sectores especialmente ‘caliente’ para la inversión en los últimos años. El unicornio local Cabify busca mantener su posición, con España aportando una parte muy significativa de sus ingresos, sin que en los últimos años haya levantado dinero de inversores y sólo se haya centrado en algunas operaciones de deuda y en la venta de activos no estratégicos. Hace unos días, su rival directo Bolt anunció que había reunido 628 millones de euros en una ‘megarronda’ en la que habían participado grandes firmas estadounidenses como Sequoia y Fidelity. Los estonios aterrizaron el verano pasado en España y no dejan de ganar enteros con una agresiva política de precios para el cliente final -con descuentos muy fuertes- y de comisiones a los conductores para sumar cientos de los más pequeños al margen de las grandes flotas de Uber y Cabify. De hecho, puede convertirse en un quebradero de cabeza para la española en caso de que se quede con la explotación de parte de la flota de vehículos de Auro, el gestor fundado por el exjefe del taxi José Antonio Parrondo.

En el sector financiero, España también ha tratado de hacerse un hueco. De hecho, por número de operaciones, es el segmento con mayor actividad en el último año. En neobancos, Bnext ha intentado pelear y se han sumado otros como Rebellion. El primero captó unos 11 millones de euros en agosto de 2020, que se sumaban a los 22,5 millones de un año antes. Todos ellos deben verse las caras con gigantes con la caja llena. El último en hacerlo ha sido el francés Qonto, especializado en el área de empresas, que ha sumado 486 millones de euros y ha prometido que invertirá 100 para la creación de un hub internacional en este país. Revolut sumó 800 millones de dólares el pasado verano y N26 hizo lo propio con 900 millones en octubre.

Hay otros muchos sectores en los que la pelea por la caja es algo desigual. El de la comida a domicilio o las entregas ultrarrápidas es uno de ellos en el que Glovo ya competirá bajo el paraguas de Delivery Hero con los bolsillos profundos de Gorillas o Getir. En un área como el de las criptomonedas, la plataforma de intercambio y de gestión Bitpanda protagonizó una de las transacciones del año en Europa al sumar 250 millones de euros. Ahí pelea con Bit2me que opera en España y busca dar el salto a Portugal después de haber levantado más de 20 millones de euros el pasado mes de septiembre.

Existen casos, aunque más minoritarios, de grandes compañías españolas que se enfrentan con bolsillos más profundos a rivales europeos. Es el caso de Jobandtalent, que con la última ‘megarronda’ de financiación liderada por Kinnevik de 460 millones de euros se ha convertido en una de las firmas más financiadas del sector. Su rival directo estadounidense, y con el que se tendrá que ver las caras en los próximos trimestres tras su lanzamiento en ese mercado, es Wonolo y éste apenas captó 138 millones de dólares el pasado mes de octubre. Ocurre algo parecido con el nuevo unicornio español, la plataforma para gestionar viajes de empresa Travelperk, que no cuenta con rivales europeos con bolsillos similares a los suyos (acaba de completar la última ronda con 100 millones de euros 'extra') tras la última ronda, aunque aquí sí que tiene que verse las caras con firmas potentes como la estadounidense Tripactions (1.500 millones levantados en seis años).

116.000 millones

En suma, España se enfrenta a un mercado con un aluvión de dinero. Pese a haber registrado el récord absoluto de inversión y haber recortado distancia sigue estando muy lejos de otros mercados europeos y eso acaba trasladándose a la pelea global de las startups. Hay que tener en cuenta que en Europa se han desembolsado 116.000 millones de dólares en startups, más del doble que un año antes, según los datos de la base de datos Crunchbase. Dependiendo de quién sea el que contabilice las cifras, pues hay diferentes criterios en base a la sede fiscal o a la tipología de la financiación, lo invertido por fondos especializados en compañías españolas en 2021 se sitúa entre los 2.500 y los 4.000 millones.

Muchos de los inversores consultados aseguran que la abundancia de capital no implica 'per se' una buena ejecución de los proyectos. Pero en lo que sí que coinciden todos es en que este aluvión de liquidez puede inflacionar precios, no sólo las valoraciones, cuyo efecto tendría más implicaciones para los propios fondos y accionistas. También en la captación de clientes, lo que echa por tierra los llamados ‘unit economics’ (la rentabilidad por cada uno de los usuarios o servicios), o en el reclutamiento de personal con un incremento significativo de los salarios para puestos mucho más especializados y técnicos.

Todo apunta a que el año 2022 mantendrá un guión similar, aunque hay voces que ya alertan sobre una potencial corrección ante el probable incremento de los tipos de interés y cómo los inversores en empresas cotizadas están algo más cautos en este tipo de compañías. Aún así, hay más fondos que nunca disponibles y las grandes gestoras internacionales han aprovechado estos dos últimos años para rearmarse, por lo que estarán ‘obligadas’ a mover ese dinero. Y esas gestoras no sólo miran las grandes operaciones, sino que cada vez están entrando más en fases iniciales, reservadas hasta ahora para las firmas de inversión españolas. Queda por ver cómo acaba la pelea de bolsillos.

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