Para este 2024

La gran banca concluye la temporada de juntas con compromisos de crecimiento

Los grandes bancos cotizados finalizan la tradicional cita anual con los accionistas bajo promesas de mejoras en la rentabilidad y crecimiento del beneficio en un año que apunta a ser positivo pese a la esperada bajada de tipos.  

Junta accionistas Sabadell
La gran banca concluye la temporada de juntas con compromisos de crecimiento. 
Sabadell

Los pesos pesados del sector bancario español dan por finalizada la ronda juntas de 2024. Los tradicionales encuentros anuales, que se han desarrollado según el guion previsto, sacando adelante la mayoría de los puntos recogidos en el orden del día, han estado marcados por los cambios en la cúpula de Unicaja o Bankinter. Pero también por incrementos del dividendo. La subida de los tipos de interés acometida por el Banco Central Europeo (BCE) entre 2022 y 2023 ha dado un empujón a los beneficios hasta cotas récord, cosechando unas ganancias conjuntas superiores a los 26.000 millones, que se han notado en la remuneración al accionista. El retraso en la expectativa de bajada de las tasas de referencia del dinero ha dado a la banca una dosis extra de optimismo de cara a este año, como ha quedado reflejado en las previsiones que han adelantado para este ejercicio en las que las palabras 'mejora' y 'rentabilidad' se han colado en los discursos como las más repetidas.

Las habituales citas de primavera se han visto empañadas en algunos casos con la organización de las primeras huelgas de empleados en tres décadas debido a la falta de acuerdo entre la Asociación Bancaria Española (AEB) y los sindicatos para actualizar los convenios colectivos, que se han emplazado para una reunión el próximo 25 de abril. Es lo que ha ocurrido, por ejemplo, en el caso de Banco Sabadell, cuya cita se ha desarrollado con una movilización a las puertas de su domicilio social en Alicante. En este sentido, el presidente no ejecutivo de la entidad, Josep Oliu, ya ha manifestado su intención de acercar posturas con el objetivo de desatascar las negociaciones. Salvando este contratiempo, que afectó de igual forma a Banco Santander, la entidad catalana ha sido la encargada de poner el broche a la temporada bajo la proyección de que será un ejercicio de "consolidación" de su modelo de negocio en el que se incrementará la rentabilidad, logrando un ROTE superior del 11,5%. Los mayores ingresos recurrentes y la contención de los costes serán clave en este objetivo.

La misma línea ha seguido CaixaBank, cuyo presidente, José Ignacio Goirigolzarri, aseguró que superarán todas las metas establecidas dentro de su plan estratégico 2022-2024, lo que debería empujar su ROE por encima del 13,2% y su volumen de negocio hasta el billón de euros tras quedarse a las puertas de conseguirlo. El dividendo figura como uno de los ejes prioritarios de las entidades, apoyándose en las recompras de acciones, práctica que si bien hasta hace poco tiempo era muy reducida, ahora figura en la política de remuneración de los seis grandes bancos nacionales como una fórmula recurrente. A este respecto, Banco Santander ya ha anunciado que planea repartir más de 6.000 millones entre efectivo y programas de adquisición de títulos propios con cargo a las cuentas de 2024. Manteniendo un 'pay-out' del 50% para cumplirlo necesita obtener un beneficio neto de 12.000 millones, un 8% más con respecto a los 11.076 millones contabilizados en el periodo precedente.

Las guías ofrecidas apuntan a unos doce meses positivos, anticipando que la evolución del negocio puede ser incluso mejor que la del histórico 2023. Comparten esta previsión en BBVA, desde el que proyectan superar por primera vez los 8.000 millones de beneficio neto. No obstante, el foco de atención se trasladó hacia los nombramientos del consejo de administración con la elección como consejeros de Enrique Casanueva en calidad de independiente y de Cristina de Parias (externa), antigua directiva del banco que fue cesada en 2019. El movimiento se produjo a raíz de la salida de Juan Pi Llorens y José Maldonado, dando carpetazo a la era de Francisco González. El baile de sillas también ha acaparado el protagonismo en Unicaja cuya recomposición del máximo órgano de gobierno se ha completado con la designación de Víctor Covián como dominical en representación de la Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias, así como de José Sevilla de independiente, previamente a ser ratificado presidente no ejecutivo del grupo en sustitución de Manuel Azuaga. Abre así una nueva etapa centrada en garantizar la estabilidad después de la crisis de gobernanza vivida por la integración de Liberbank.

Completa la lista Bankinter, que atraviesa un año condicionado por la jubilación de Pedro Guerrero y el traspaso de su responsabilidad como presidente no ejecutivo a María Dolores Dancausa, la que fuera consejera delegada hasta hace menos de un mes. Su lugar ha sido ocupado por Gloria Ortiz, una banquera con dilatada trayectoria dentro de la casa que ya ha perfilado su propio equipo. Sin hacer mención expresa al horizonte que manejan para el conjunto de estos doce meses, esperan que la antigua directora de Banca Comercial alcance "nuevas cotas de éxito" para la entidad después de registrar unas ganancias de más de 843 millones. De momento, entre sus retos está el de mantener a Bankinter como líder en rentabilidad con un ojo puesto en la recuperación de la demanda de crédito. 

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