Primero fue Telefónica. Luego llegó el resto. Las grandes operadoras de telecomunicaciones exhibían su intención de ‘congelar’ la guerra de precios a base de subidas con la ya célebre estrategia de ‘Más servicios (no siempre reclamados), por más dinero’. Los principales directivos llamaban a una racionalización, especialmente en la gama más alta de los productos. Sin embargo, todos ellos mantienen vivo el enfrentamiento a base de descuentos, con rebajas durante periodos de tres o seis meses y de hasta un año en productos de sus primeras marcas, con más margen de rentabilidad y menos ‘infidelidad’ de los clientes, mientras sacan toda la artillería posible para el ‘low cost’.
“Continuamos enfriando el mercado en el primer trimestre”, aseguraba el consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilá, durante la presentación de resultados del primer trimestre. Se refería al final de las promociones de seis meses y tres meses que habían vencido. Pero la operadora líder del mercado, cuyos movimientos se convierten en muchas ocasiones en tendencia, ha vuelto a poner sobre la mesa varias ofertas con rebajas del 50% durante 3 meses algunas de las nuevas tarifas Fusión, configuradas tras la reorganización que ejecutó hace varios meses. Los dueños de Movistar y O2 no son la excepción.
Orange, el segundo operador por ingresos del mercado español, también hacía lo propio. “Lo último que queremos es alimentar cualquier guerra de precios”, aseguraba ante los analistas el consejero delegado de Orange, Jean François Fallacher. Lo decía justo después de admitir que tuvo que meter la tijera en las tarifas durante el año 2020 después de haber sufrido por estar, según sus propias palabras, “un poco fuera de mercado”. El pasado mes de mayo siguió los pasos de Telefónica y planteó una subida de precio a cambio de más velocidad y algunas mejoras en televisión en sus tarifas más premium. Pero, como le sucede al incumbente, esto no le ha impedido continuar con los descuentos: este mes de junio tiene promociones en todas sus tarifas del 50% durante tres meses y del 25% durante un año.
En la carta que escribía Vodafone el pasado mes de mayo a sus clientes para informar de la nueva subida de tarifas aseguraba: “Nuestro objetivo es ofrecer siempre niveles de servicio con la mejor calidad de red”. Su justificación ante los usuarios era, por tanto, la necesidad de abordar inversiones con las que asegurar el servicio en España. El incremento de precios será de 3 euros en sus paquetes convergentes. Pese a que también sus directivos también se han mostrado tradicionalmente críticos con esta fuerte competencia en los precios en el sector en España, aprieta en su estrategia comercial con 50% durante tres meses en la mayoría de tarifas, tanto convergentes como móviles.
Al margen del resto, más centradas en ‘low cost’ puro, Yoigo es la enseña de más precio (y margen) del grupo Másmóvil. Su consejero delegado, Meinrad Spenger, se ha quejado en varias intervenciones de la excesiva competencia en el sector. Ahora, en esta marca, también se dan recortes de precio de hasta un 20% durante doce meses. Su futura compra, Euskaltel, también ha sacado las uñas tanto con su buque insignia (con rebajas de hasta el 60% durante medio año) como en su marca nacional Virgin Telco.
Todo esto se da a las puertas del verano, uno de los periodos más promocionales para las operadoras de telecomunicaciones de cara al nuevo curso… y a la nueva temporada de fútbol. La contratación del ‘deporte rey’ es otro acelerón más en esa competencia. Queda por ver qué sucede con Orange y si, finalmente, decide no acudir a la compra y abandonar el fútbol o sigue apostando por este contenido premium. No hay que olvidar que la salida de Vodafone en 2018, al entender que los altos precios de los derechos de retransmisión los hacían inviables, desató una batalla campal. Telefónica y la propia Orange se lanzaron a por los clientes de televisión de los británicos para atraer al mayor número de cara al siguiente periodo. Se llegaron a firmar descuentos del 50% durante uno y dos años.
¿Hay visos de que vaya a cambiar algo? A corto plazo, no. Ya lo advertían los analistas, pero también se ha sumado a esas voces el regulador del sector. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) advertía en la comunicación oficial de la ‘luz verde’ de la oferta pública de adquisición (opa) sobre Euskaltel que esta transacción hace que Másmóvil “refuerce su posición como cuarto operador en los mercados minoristas”. Es decir, el operador ‘desafiante’ frente a los tres grandes será más fuerte para seguir apretando, con una política de marcas con la que, al menos a corto plazo, mantendrá más de una decena en el mercado.
Mientras continúa la pelea de los descuentos en las marcas de mayor valor, el terreno de los operadores ‘low cost’ sigue endureciéndose. Hoy, las tres grandes tienen cinco marcas en el mercado peleando por contratos mucho menos cuantiosos y con mayor riesgo de ‘infidelidad’. Todos defienden que no hay una canibalización de las ofertas, pero en el seno de las operadoras hay una cierta preocupación por una pérdida de clientes con paquetes de más de 70 euros al mes por otros de menos de 40. En el último año, las tres grandes se han dejado algo más del 4% en ingresos respecto a 2019. Casi 1.300 millones en un año en el que la conectividad ha sido determinante en el mayor confinamiento de la historia reciente.
“Este no es un cambio temporal y va a durar un tiempo”, advertía al mercado el consejero delegado de Orange. Mientras tanto, nadie quiere quedarse fuera del mercado, como el mismo directivo galo defendía ante analistas. Y para eso, los descuentos se han convertido en una de las armas más utilizadas.
