Debate de investidura en el Congreso

Sánchez presenta su ofensiva contra el Ibex y obvia la desaceleración económica

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante interviene este miércoles en el pleno del Congreso
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante interviene este miércoles en el pleno del Congreso
EFE

Pedro Sánchez será investido presidente del Gobierno el martes 7 de enero en torno al mediodía. Pero antes tiene que superar un complicado debate de investidura en el Congreso. El candidato se enfrenta por tercera vez a una sesión que ya perdió en dos ocasiones, en 2016 y en 2019. Ahora llega con los acuerdos amarrados y con un Consejo de Ministros ya cerrado con Pablo Iglesias. Dos puntos muy polémicos en el pleno que arranca a las 9 horas: el problema de Cataluña y la polémica consulta pactada con ERC y, en el terreno económico, la derogación por fases de la reforma laboral del PP acordada con Unidas Podemos.

El líder del PSOE se presenta este sábado en la cámara baja con el objetivo de exponer el pacto de Gobierno cocinado a fuego lento con Iglesias en los últimos meses. El documento dado a conocer este lunes contiene un punto especialmente puntiagudo. Punto 1.3: "Derogaremos la reforma laboral; recuperaremos los derechos laborales arrebatados por la reforma laboral de 2012". El anuncio es toda una declaración de guerra al Ibex y a la CEOE, un torpedo en la línea de flotación de los intereses empresariales y un aviso de que la legislatura no será tan pacífica como la anterior. 

El acuerdo de la denominada "coalición progresista" también incluye la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta alcanzar el 60% del salario medio a lo largo de la legislatura, con el consecuente incremento de las cotizaciones sociales a cargo de los empresarios. Y además se contempla una subida del Impuesto de Sociedades hasta un tipo mínimo del 15%, con un recargo especial para las entidades financieras y las empresas de hidrocarburos, que pagarán el 18% de sus beneficios. Le siguen la creación de las tasas 'Tobin' y 'Google', los impuestos a las transacciones financieras y a las operaciones digitales.

Todas estas cuestiones, puestas negro sobre blanco, han provocado una  honda preocupación en el mundo empresarial. Para CEOE y Cepyme, "el documento esboza una serie de medidas de carácter económico y laboral que, más cerca del populismo que de la ortodoxia económica, impactarán de forma muy negativa en la creación de empleo, en el futuro de las empresas y desincentivarán cualquier posibilidad de inversión en España, tanto desde dentro del país como desde el extranjero".

La gran preocupación de los empresarios es el mantenimiento del empleo en un momento de desaceleración económica a la que, por cierto, el acuerdo entre Sánchez e Iglesias no hace ninguna referencia. Ayer mismo se conocían los datos del mercado laboral a cierre de 2019 y la situación no es la más halagüeña. Fue el peor año desde la crisis tanto para la creación de puestos de trabajo como para la reducción del paro. Las cifras del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social evidencian un fuerte frenazo y un mercado laboral que ha tocado techo. Si a todo ello se suma la promesa de derogar la reforma de 2012 el cóctel es explosivo.

Sánchez va a exponer esta mañana un programa de Gobierno que no incluye un plan de ajuste fiscal que demuestre el compromiso firme del Reino de España con la disciplina que exigen las instituciones europeas. Al contrario, la hoja de ruta conjunta diseñada por PSOE y UP nace con una clara vocación de elevar el déficit y la deuda pública por el incremento excesivo del gasto y la sobreestimación de ingresos, tal y como ya advirtió la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) cuando analizó las medidas incluidas en el pacto presupuestario entre ambas formaciones para 2019, muy similar a lo recogido ahora en el programa de coalición. 

La oposición, por su parte, va a salir fuerte. Especialmente Pablo Casado y Santiago Abascal, que pugnan por convertirse en el ariete del Gobierno de coalición. Ambos líderes han pasado las últimas horas preparando sus intervenciones centrados en dos aspectos: el pacto con ERC y la situación económica. Cuentan en sus equipos que ambas ideas estarán presentes en los discursos de los líderes de PP y Vox.

Sánchez, por su parte, también ha pasado las últimas horas dando los últimos retoques a su intervención. Desde su equipo de colaboradores en Moncloa explican que los puntos fuertes del discurso del candidato se llevan preparando desde hace semanas, incluso antes de cerrarse el pacto con ERC y el resto de grupos minoritarios. El gabinete del presidente y los ministerios llevan desde Navidad elaborando fichas para construir el cuerpo principal de las palabras que pronunciará el futuro presidente investido.

El propio Sánchez, eso sí, ha afinado estas aportaciones y redactado, de su puño y letra, el discurso. Dicen que no será una intervención demasiado larga y que no superará las dos horas. Pero sí está preparada a conciencia. De hecho, la familia del candidato no ha salido en fin de año de La Moncloa con el objetivo de armar con garantías este discurso. Ya habrá vacaciones más adelante. La prioridad del candidato, remarcan desde su entorno, es poner en valor las negociaciones entre los partidos y los acuerdos alcanzados con ERC, PNV, Teruel Existe, Nueva Canarias, BNG y Compromís, entre otros. 

Sánchez sí tiene previsto hablar de economía en su intervención. Su equipo concreta que uno de los puntos centrales del discurso del candidato será la "recuperación de derechos" y en ese concepto se enmarca la batería de medidas pactadas con Podemos. Aquí entrarían cuestiones como las subidas de impuestos a las rentas más altas, los retoques a los aspectos "más lesivos" de la reforma laboral como el despido por absentismo, la subida del SMI, el futuro diseño de un Ingreso Mínimo Vital o el blindaje de las pensiones por ley para evitar que los jubilados pierdan poder adquisitivo.

Fuentes parlamentarias aseguran que el horario contemplado pasa por que la intervención inicial de Sánchez no sobrepase las dos horas. Luego habrá un receso y llegará el turno de la oposición, comenzando por Pablo Casado. Le seguirá Santiago Abascal, Pablo Iglesias, Gabriel Rufián, los representantes del Grupo Plural (Laura Borràs e Íñigo Errejón, entre ellos) e Inés Arrimadas. El último en intervenir este sábado será Aitor Esteban, según los planes iniciales. La votación fallida sería mañana domingo antes del mediodía. Y la definitiva, el martes a la misma hora.

el dato

La inhabilitación de Torra no altera la investidura

Sánchez y el PSOE se empleó a fondo ayer viernes para cerrar los acuerdos necesarios y consiguió cerrarlos antes de que la Junta Electoral Central inhabilitara a Quim Torra. El sí de ERC llegó el jueves y a partir de ahí se produjo la cascada de movimientos. El PRC de Revilla cambió al no, pero Teruel Existe decidió apoyar al candidato. El último sí llegó en la tarde de ayer viernes, con la decisión del BNG. 

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