Ribera baja el IVA de la luz hasta fin de año y congela el impuesto de generación

El Consejo de Ministros extraordinario del próximo jueves aprobará una bajada del IVA en el precio de la luz del 21 al 10%. La medida llega tras una intensa negociación entre PSOE y Unidas Podemos en la coalición y después de que día tras día el precio de la electricidad marcara precios récord este mes de junio. La medida contribuirá, sin duda, a aliviar el recibo final de los consumidores, aunque aún queda por negociar la letra pequeña.

En concreto, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Ministerio de Hacienda han aceptado aprobar estas medidas urgentes. En primer lugar, aplicar el 10% de IVA hasta fin de año para todos los consumidores con potencia contratada hasta 10 kW, siempre que el precio medio mensual del mercado mayorista de la electricidad esté por encima de los 45 euros por MWh. Actualmente ese precio se encuentra al doble.

En segundo lugar, se aplicará un IVA del 10% a todos los consumidores vulnerables severos hasta fin de año con independencia de su potencia contratada y del precio del mercado.

Y, por último, el Gobierno suspenderá el 7% del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica durante el tercer trimestre de este año, es decir, durante el verano.

Unidas Podemos había solicitado, por su parte, una reducción del tipo del IVA del 21% al 10% con carácter permanente para todos los consumidores domésticos que tengan una potencia contratada de hasta 6 kW y que esta reducción no esté condicionada a la evolución del precio del mercado sino que sea permanente, "puesto que dichas reducciones requerirían de revisiones frecuentes añadiendo complejidad al sistema". Asimismo, había pedido a Teresa Ribera reducir el IVA al 10% a las pymes con una potencia contratada de hasta 15 kW, para evitar que la subida del precio de la luz afecte por este cauce al parte más importante del tejido productivo nacional.

Fuentes del Gobierno advierten de que éstas no son las únicas medidas que se están estudiando por parte del Ministerio de Hacienda, cuyos técnicos llevan días analizando un menú más amplio de opciones para rebajar la carga fiscal del recibo de la luz al objeto de evaluar su impacto directo sobre la reducción del recibo y también sus efectos sobre la recaudación.

Dentro de este menú de alternativas Hacienda ha valorado también la posibilidad de rebajar el Impuesto Especial sobre la Electricidad o suspender, como ya se hiciera en 2018, el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE). La primera opción no termina de convencer en Tributos porque la idea del Ministerio de Hacienda es que no sea una rebaja fiscal general sino que tenga un carácter más quirúrgico y limitado y el Impuesto Especial sobre la Electricidad, cuya normativa regula Europa, no tiene esa capacidad de adaptación para dirigirse a un colectivo concreto. El problema del IVPEE es otro y es que se traduciría en una reducción de la carga fiscal que soportan las grandes empresas eléctricas, lo cual no termina de gustar en Moncloa, pese a que la suspensión del tipo del 7% de este impuesto se traduciría de manera inmediata en una rebaja del recibo de la luz y según los expertos es la medida que tendrían menos contraindicaciones.

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Fuentes del área económica del Gobierno explican que la aplicación inmediata de esta reducción de IVA puede generar tensión con Bruselas, a quien todavía no se ha comunicado la decisión. La inclusión de un nuevo supuesto de impuesto reducido exige la autorización previa de las autoridades de la Comisión Europea y se da la circunstancia de que España acumula un largo historial de avisos por parte de los servicios técnicos de la Comisión, precisamente por el volumen de recaudación que pierde en el IVA por la cantidad de servicios que tributan al IVA reducido o al superreducido. Añadir el recibo de la luz a esta larga lista no va a ser un trago de buen gusto para las autoridades europeas en pleno arranque del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

La idea es que se trate de una medida con vocación de permanencia, como señaló este lunes la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, al asegurar que los factores que están presionando los precios al alza no son coyunturales sino que probablemente se consolidarán en el tiempo. +´`En cualquier caso, se trata de medidas que suponen meros parches a la espera, por un lado, de que el Gobierno cambie el modelo de fijación de precios o se haga caso a las peticiones de Unidas Podemos y se fije un abanico de tarifas máximas para la generación de bajo coste (hidráulica y nuclear), y por otra de que Bruselas avance en la modificación integral de la fiscalidad energética en la que está trabajando.

 El Gobierno también pretende ampliar en 100 millones el crédito a las eléctricas para pagar derechos de emisión de CO2, si bien eso puede azuzar más un mercado que se basa en la especulación y cuya carestía marca ahora el precio de la luz. Para que entre en vigor el recorte de los 'beneficios caídos del cielo' y del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) aún quedan meses.