Entrevista al consejero de Hacienda y Función Pública de la Comunidad de Madrid

Lasquetty: "Sánchez quiere controlar empresas, eso es como el INI de Franco"

El cerebro económico del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso explica que bastará una declaración responsable para realizar obras. Se compromete a bajar impuestos y anuncia que se opondrán a las subidas de Sánchez.

Lasquetty: "Sánchez quiere controlar empresas, eso es como el INI de Franco"
Lasquetty: "Sánchez quiere controlar empresas, eso es como el INI de Franco"
José González

Javier Fernández-Lasquetty (Madrid, 1966) es una pieza clave en el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Liberal reconocido, la presidenta madrileña fichó al consejero de Hacienda y Función Pública de Génova. Era el jefe de gabinete de Pablo Casado y no dudó en cambiar la fontanería del principal partido de la oposición por el Consejo de Gobierno autonómico. Atiende a La Información en su despacho para hablar de la crisis de la Covid, de sus planes a corto y medio plazo y, cómo no, de impuestos. Dice que van a oponerse de manera frontal al plan fiscal que está preparando Sánchez y manda varios recados a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Habla también de su anterior etapa en la Consejería de Sanidad y responde, sin ningún problema, a las acusaciones de PSOE y Unidas Podemos sobre los supuestos "recortes" que hizo aquel gobierno. Para él son una premisa "falsa".

¿Cómo ha vivido un liberal como usted la crisis económica de la Covid?

En toda Europa hay un auge del ‘keynesianismo’ y un intento de que vuelva el Estado a ser el que dirija la economía, el que diga lo que tenemos que comprar y a qué precio, el que diga lo que tenemos que producir y a qué precio. Yo creo que es bastante equivocado. Luego hemos visto cómo el Gobierno de Sánchez e Iglesias ha querido aprovechar la crisis para poner en marcha las medidas más radicales de su programa, desde hablar de nacionalizaciones de empresas hasta ejercer un cierto autoritarismo en la toma de decisiones como la extensión y prolongación del estado de alarma hasta mucho más allá de lo que era necesario. Todo es inquietante. Si el resultado de la crisis es menos mercado y más Estado, menos libertad y más autoritarismo, será algo muy preocupante para el futuro de España.

¿Entiende la iniciativa de crear un fondo del Estado para rescatar empresas?

Creo que las medidas para facilitar liquidez a las empresas tendrían que haber sido más inmediatas y haberse materializado, no anunciado, mucho antes. Lo importante de las medidas no es cuándo las cuenta Sánchez, sino cuándo los destinatarios las pueden recibir. Creo que el momento en el que se podría haber evitado que empresas entraran en una situación de insolvencia o de incapacidad para afrontar sus pagos ya pasó, ahora la impresión es que ya no se trata de un intento del Gobierno de ayudar a sostener el tejido empresarial, sino de tomar el control de empresas. Es volver al franquismo más primigenio, más duro, al que creó el Instituto Nacional de Industria (INI), y eso yo creo que no da buen resultado. El Estado no es un buen proveedor de servicios ni buen proveedor de bienes de mercado. En otros países lo que se ha querido es evitar quiebras y aquí lo que se quiere es tomar el control de las empresas a las que ya les están yendo mal las cosas.

¿Cuál va a ser el coste de esta crisis para el tejido empresarial madrileño?

Lo que vemos en la Comunidad de Madrid es un impacto en el PIB que puede oscilar en torno a un 10%. En este momento hay 400.000 parados y quedan unas 340.000 personas en ERTE. La clave es cuántas de esas personas van pasando hacia la actividad laboral normal y a eso es a lo que nosotros estamos dedicando el mayor esfuerzo. El palo es muy fuerte porque Madrid ha sido la región más afectada, pero yo creo que veremos cómo Madrid volverá a ser en esta crisis la que primero salga y la que tire con fuerza del resto de España.

¿Qué están haciendo para que eso sea así?

Hemos puesto en marcha un Plan de Reactivación importante, que, por una parte, prestará apoyo a sectores o personas en situación de dificultad, desde estudiantes universitarios hasta empresas que no se ven con fuerza suficiente como para contratar a empleados pero los necesitarían; y por otra eliminar obstáculos y facilitar que la recuperación por parte de las empresas sea más rápida, quitando trabas burocráticas, trabas regulatorias… Vamos a abordar algunas reformas importantes en temas urbanísticos para que, por ejemplo, los desarrollos de los planes urbanísticos de los municipios no requieran de licencia, sino que baste con una declaración responsable, para agilizar el cambio de usos de los terrenos, que antes tenía sentido que fueran comerciales pero que igual ahora pueden tener un uso residencial.. En ese sentido consideramos muy importante el proyecto Madrid Nuevo Norte, que va a ser una realidad que empezará a funcionar en los próximos meses.

Preparan una nueva Ley del Suelo, pondrán en el mercado un millón de metros cuadrados de suelo, Madrid Nuevo Norte...¿Volvemos a mirar al ladrillo para salir de una crisis?

Venimos de cuatro años en los que en el Ayuntamiento de Madrid prácticamente se ha considerado poco menos que sospechoso de un crimen grave a todo aquel que quería construir. La Comunidad de Madrid no pretende que sea la construcción la que saque a Madrid de la crisis, pero sí pensamos que si hay empresas y personas que quieren emprender proyectos, invirtiendo para ello su propio dinero, lo que no vamos a hacer es poner trabas, ni impedírselo, ni ponérselo difícil. Construir viviendas no es un crimen, es una forma de servir a las necesidades de la sociedad. La Comunidad de Madrid tiene 130 parcelas completamente listas para que quien quiera pueda construir y generar actividad económica en ellas y hasta ahora estaban retenidas. No queremos retener patrimonio en manos muertas. Lo que vamos a hacer es en algunos casos ponerlas a la venta y en otras cederlas para que que otros construyan viviendas para alquiler en unas condiciones accesibles para muchos madrileños. La burbuja que hay ahora no es inmobiliaria, ni de préstamos a particulares o a familias o a empresas, es de deuda pública. El mayor riesgo mundial es que existe una enorme burbuja de préstamos a Gobierno y eso es así porque durante la recuperación muchos gobiernos no han actuado para reducir el déficit y la deuda pública.

Por cierto, no ha mencionado las rebajas de impuestos dentro del Plan de Reactivación...

Los impuestos los mantendremos bajos como es la premisa de este Gobierno. Escuchamos con demasiada frecuencia al propio presidente del Gobierno o a la ministra de Hacienda hablar de que quieren subir los impuestos de Madrid para ponerlos al nivel que los tienen en otras comunidades autónomas que gobierna el PSOE. Un ejemplo: la donación media en Madrid es de 160.000 euros y los contribuyentes están pagando en este momento 22,19 euros por Impuesto de Sucesiones. Si ese impuesto se pusiera al nivel que lo tienen las comunidades autónomas socialistas, esos herederos tendrían que pagar no 22 euros, sino 2.219 euros. La Comunidad de Madrid ha demostrado en 15 años que teniendo una política de impuestos bajos, sostenida, continuada, bajando impuestos y sin subir ninguno que beneficia más a las personas que tienen una posición menos desahogada. Además es lo que genera crecimiento económico, empleo y eso, al final, genera oportunidades e incluso termina generando mayor recaudación al final.

Pero, ¿mantienen su compromiso de bajar los impuestos?

Se mantiene el plan del Gobierno regional que es bajar los impuestos a lo largo de la legislatura y, particularmente bajar el IRPF en medio punto a lo largo de la legislatura. Creemos que ésa es la política acertada. Subir impuestos y especialmente subirlos ahora sería hacerle el daño mayor en el peor momento a una mayoría enorme o al conjunto de los ciudadanos.

¿De qué herramientas disponen para cumplir ese compromiso de bajar impuestos si el Gobierno les obliga a armonizar los impuestos que cobran con el resto de CCAA?

Si eso ocurre, porque ahora sólo es una hipótesis, vamos a dar la batalla y muy en serio para defender los impuestos bajos en la Comunidad de Madrid. Hay que recordar al Gobierno que el Tribunal Constitucional acaba de decirle que no puede modificar los impuestos por Real Decreto Ley. Bueno, que tomen nota.

¿Disponen de herramientas jurídicas para ‘dar la batalla’?

Disponemos de armas jurídicas y las estudiamos continuamente. Pero también sabemos muy bien que la clave aquí es la gente y, desde luego, si quieren armonizar Patrimonio o Sucesiones, o subir el IRPF, explicaremos muy claro a la gente quién se lo está subiendo. Y lo que van a tener enfrente no va a ser solo al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que por supuesto, sino a una mayoría enorme de madrileños y tienen que ser también muy conscientes de eso. Están usando como pantalla unos supuestos impuestos a la riqueza que ellos saben perfectamente que no tienen capacidad suficiente para generar recaudación ninguna. En el momento de mayor recaudación el Impuesto de Patrimonio conseguía 2.360 millones de euros. ¿Cómo van a sacar los 60.000, 70.000 u 80.000 millones de euros que están diciendo que quieren sacar? Lo que van a hacer subir el IVA y el Impuesto sobre la Renta y eso va a ser una como una roca que le caiga encima a las clases medias o a todo el conjunto de los españoles.

¿Ven viable una reforma de la financiación autonómica?

Sería deseable. Estamos viviendo con un sistema de financiación autonómica que hace en el año 2009 el Gobierno de Zapatero con una intención muy clara: perjudicar a Madrid, Valencia y Murcia. Lo consiguió y no es justo en ese sentido. Nosotros somos la comunidad autónoma más solidaria. Recordemos que en Madrid se recaudan 78.000 millones de euros entre IVA e Impuesto sobre la Renta, de los cuales a Madrid vienen 18.000 millones y los 60.000 restantes van a financiar gastos del Estado y de otras comunidades autónomas. Es decir, que los servicios públicos, esos que ahora han sido más necesarios que nunca en otras comunidades autónomas, se financian en esas comunidades autónomas y con una ayuda también de la Comunidad Madrid, de la que nos sentimos muy orgullosos y que queremos que siga siendo así. Lo que queremos es un sistema de financiación autonómica ahora tendría que ser más claro, más transparente. Y, por supuesto, que respete y blinde la capacidad normativa de las comunidades autónomas, para permitirnos seguir manteniendo los impuestos en un nivel reducido o bajarlos en la medida de lo que pensemos que podemos hacerlo. No tendría por qué ser imposible. El episodio reciente del fondo no reembolsable para las comunidades autónomas ha demostrado que podemos ponernos de acuerdo. Podemos ceder un poco, decir lo que cada uno quiere y llegar a una solución. Pero fácil no es y con un panorama político tan fragmentado como hay ahora, menos.

¿Ve posible un acuerdo político con el Gobierno de Sánchez para aprobar los Presupuestos?

Si se hace un planteamiento de atender a las necesidades del momento y de ser coherentes con criterios no ideológicos, sino sensatos, como se ha hecho con el Fondo No Reembolsable para las comunidades autónomas, es posible. Ya se ha demostrado. Es una opción que debe valorar Pedro Sánchez. No soy optimista. En una crisis como ésta lo que hubiera hecho falta es grandeza, no sectarismo; y lo que hemos visto es mucho sectarismo y poca grandeza. No se puede pretender reclamar los votos del PP para hacer una agenda política, o una agenda presupuestaria, de la extrema izquierda más radical de Europa.

¿Cómo se siente con un socio de gobierno que respalda iniciativas de Sánchez en el Congreso?

La coalición política en la Comunidad de Madrid está funcionando bien. Afortunadamente no ha afectado que a nivel nacional Inés Arrimadas haya pensado que en algunas cosas debe votar con el PSOE, lo cual a mi me parece una equivocación. Hay que recordar que en las últimas campañas electorales nadie habló peor de Pedro Sánchez que Albert Rivera. Pero eso no ha significado que Ciudadanos se haya escorado a la izquierda en todo y no ha perjudicado en absoluto al ambiente interno del Gobierno, que está cumpliendo con los objetivos que nos planteamos desde el inicio.

¿Aguantarán las costuras del presupuesto de la Comunidad de Madrid el golpe de la Covid?

Hemos hecho un trabajo muy importante durante estos meses para asegurar el cobro de todas las nóminas de la Comunidad de Madrid, que no son pocas, más de 180.000; para atender las necesidades de mayor gasto sanitario; y para mantener el periodo medio de pago a proveedores en 24 o 25 días. Merece la pena recalcarlo. El impacto económico sobre las empresas madrileñas hubiera sido mas grave si el Gobierno de la Comunidad no hubiera tenido ese músculo financiero que le da ser serios y solventes financieramente, y se hubiera visto obligado a retrasar pagos a 40, 50 o 60 días. Esa solvencia nos ha permitido financiarnos en los mercados en muy buenas condiciones en tanto no han llegado las medidas de apoyo a la liquidez del Gobierno y todo ello conduce a que a final de año acabaremos dentro del déficit previsto del 0,2% y sin mayor endeudamiento. Tendremos gastos superiores a lo previsto, como es lógico por todo lo que ha habido que hacer para contener la pandemia, pero éstos serán compensados por el Fondo no Reembolsable para comunidades autónomas. Son cálculos muy prudentes, que descuentan incluso un posible repunte de casos en otoño, que esperemos que no ocurra.

¿Y el año que viene? Se necesitará más gasto sanitario, habrá menos ingresos, ¿cómo lo van a afrontar?

La Sanidad supone más del 40% del gasto total de la Comunidad de Madrid y, en efecto, va a crecer. En la Consejería ya se está trabajando no sólo en estimar el gasto que se necesitará el próximo año sino también la inversión necesaria para prepararnos ante eventuales situaciones difíciles desde el punto de vista sanitario: construcción rápida de una infraestructura hospitalaria para atender pandemia, adquisición de equipamiento tecnológico, compara de material de protección para constituir una reserva estratégica...De cara a 2021, lo importante es que se celebre lo antes posible la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que no se reúne desde febrero, y ver cuál es la previsión de ingresos del Gobierno para 2021, que con una caída del PIB de más del 10% va a ser un año muy complicado.

¿Aumentarán la plantilla para Sanidad y Servicios Sociales?

Ya han aumentado durante la pandemia. Las consejerías respectivas son las que tienen que estudiar ahora lo que les hace falta, que será buena parte de esos refuerzos o todos ellos. Todo ese gasto es una prioridad absoluta para la Comunidad de Madrid. En unos meses veremos las necesidades y también las disponibilidades. Eso sí, hay que decir que cuánto más presione la política de Sánchez el déficit y la deuda pública, menos recursos va a dejar para los servicios sanitarios de las comunidades autónomas.

Recurso contra el Gobierno por impedir el pase a la fase 1

¿Cómo está la denuncia que presentó la Comunidad de Madrid contra el Gobierno por no permitir su acceso a la Fase 1 de la desescalada?

Creemos que la Comunidad de Madrid fue tratada de manera desigual y arbitraria, y que el Gobierno de España retrasó deliberadamente su apertura progresiva. Además lo hizo sin justificar los motivos, con un informe muy dudoso, que no se nos entregó y que luego apareció firmado digitalmente, cuando el del resto de comunidades autónomas estaban firmados a mano. Toda una serie de cosas tan sospechosas, que pensamos que hacía falta que la Justicia aclarara como había sido ese proceso de toma de decisiones. El Gobierno de Sánchez cometió el error de que podía castigar al Gobierno de Díaz Ayuso en la espalda de los madrileños y eso ha indignado a millones de ciudadanos de la comunidad porque vieron coartada su libertad y en riesgo sus empleos. Las estimaciones que manejamos es que cada semana que la economía madrileña permanecía cerrada se perdían 1.800 empleos. Es bueno que se aclare todo para que no vuelva a ocurrir.

¿Van a pedir algún tipo de reparación al Estado por ese perjuicio económico?

No creemos que sea una cuestión financiera, sino jurídica. En esta crisis han pasado demasiadas cosas que no deberían volver a ocurrir como que en España ahora las leyes las haga el poder ejecutivo, en lugar del legislativo, que sólo se reúne dos semanas después para decir ‘sí ‘ ‘no’... en dos horas. ¿Dónde esta la deliberación? ¿Dónde está la gobernanza? ¿Dónde está el diálogo que se suponía que Pedro Sánchez iba a traer? Pero si se ha hecho todo como en la época de Franco, cuando era Poder Ejecutivo el que escribía la ley. Ha habido excesos innecesarios hechos que merece la pena ser revisados.

Se ha atribuido la supuesta debilidad en la respuesta del sistema sanitario y de servicios sociales a la crisis en la Comunidad de Madrid a los recortes realizados por los Gobiernos del PP. Usted fue consejero de Sanidad, ¿qué opinión tiene sobre esas acusaciones?

Lo primero es que la premisa es falsa. En los últimos diez años el gasto sanitario en la Comunidad de Madrid ha crecido más de 1.000 millones de euros, dónde antes se gastaban algo menos de 8.000 millones ahora se gastan más de 9.000. Mienten los que hablan de recortes en Sanidad porque en Madrid no ha habido ningún recorte, salvo los de liberados sindicales. Es el único recorte que sí que hubo, lo hice yo y me siento muy satisfecho de ello. Lo volvería a hacer. Hay una docena de hospitales que no existían hace doce años, hay más médicos tanto en atención primaria como en los hospitales y se ha demostrado además con la capacidad de respuesta que el sistema ha demostrado ante una situación imprevisible. En cuando a las residencias, ante una de esas campañas enloquecidas de manipulación, que esta vez se sustenta en que desgraciadamente ha habido muchas personas que han fallecido en residencias y hospitales. Algo que ha ocurrido en Madrid, en España, en Europa y en general en todos los países del mundo. Como siempre en este tipo de campañas que lanza la izquierda y la extrema izquierda política, mediática y sindical, el punto de partida es falso. Dicen que el Gobierno regional prohibió o discriminó a los ancianos para no enviarlos al hospital cuando la atención hospitalaria podía mejorar su estado. Pues resulta que 11.000 personas mayores fueron trasladadas de residencias de ancianos a hospitales durante los meses del mayor impacto del coronavirus, 11.000 personas. Podrá haber lo que se quiera, pero lo que no ha habido nunca es una instrucción prohibiendo que se trasladaran ancianos a hospitales.

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