Denunció facturas con Villarejo

Del Olmo (Iberdrola) al juez: "Tenía que contentar a Galán o vendrían a por mí"

Dice que el presidente sabía "perfectamente" quien era Cenyt y que le amenazaron con "todos los medios posibles" para que se desligara de su informe. 

Directivos de Iberdrola ganan tiempo mientras el juez analiza nuevo material
Del Olmo (Iberdrola) al juez: "Tenía que contentar a Galán o vendrían a por mí". 
L.I.

"Ignacio Sánchez Galán estaba perfectamente enterado de que se había contratado a Cenyt y de quien era Cenyt". Con este mensaje puso punto y final José Antonio del Olmo a su declaración como imputado en la Audiencia Nacional el pasado 2 de diciembre. El que fuera directivo de Iberdrola apuntó contra el presidente de la multinacional en más de una veintena de ocasiones dejando entrever que estaba al tanto de las contrataciones con el entramado empresarial de Villarejo. Y no solo eso sino que, además, expuso que se le trasladó que tenía que contentarle desacreditando su informe en el que denunciaba un circuito de facturas falsas. De lo contrario, según dijo, Iberdrola actuaría contra él "con todos los medios posibles". 

El exdirector de funciones corporativas insistió en esta cita judicial del pasado 2 de diciembre en que existió una triangulación de pagos desde la compañía vasca para costear los servicios de espionaje del comisario jubilado. De acuerdo con los audios del interrogatorio, a los que ha tenido acceso La Información, el presidente de la compañía estaría al tanto de estos encargos en tanto es el que "corta el bacalao" en Iberdrola incluso desde su aterrizaje a la compañía en 2001 como consejero delegado. "(Íñigo de) Oriol no pintaba nada", dijo el exdirectivo, en referencia al anterior presidente. Se trata de una versión que la eléctrica desmiente y que incluso le ha provocado la apertura de un procedimiento penal por revelación de secretos. 

El interrogatorio, que estuvo dirigido por el fiscal Anticorrupción Miguel Serrano, versó por un lado sobre el sistema de control de las facturas autorizadas a Cenyt y, por otro, sobre las reuniones con la cúpula de la compañía hace justo un año, cuando saltó en prensa su informe sobre facturas falsas. Al respecto, Del Olmo dijo que él no fue el que lo filtró y señaló incluso al exjefe de seguridad de la compañía, Marcos Peña. "Le pregunté en verano si había filtrado el documento y me dijo que no. Yo sigo pensando que era él", dijo. De Peña confirmó que fue el que le acompañó en el año 2004 al notario para depositar su documento y, aunque dijo que no tenía trato con él más allá de lo laboral, sí que ratificó que existía una "enemistad manifiesta" entre este policía y Sánchez Galán. 

 Carga contra la directiva

Uno de los aspectos que más se trató en la cita judicial fue la reunión que mantuvo con el exnúmero dos de Iberdrola, José Luis San Pedro, y el director de Riesgos, Juan Carlos Rebollo, en diciembre del año pasado. Ambos le citaron en un restaurante de Bilbao y, siempre según su versión, le instaron a firmar un acta en la que no se reconocía la veracidad del informe elaborado en 2004. "Estuvimos hablando a ver si había alguna solución para que yo dejase contento a Galán porque le había comentado que, o afirmaba que ese documento era falso, o iba a venir con todo el tema legal contra mí", dijo. Del Olmo aseguró que durante ese encuentro el propio expresidente llamó por teléfono "tres o cuatro veces" a Rebollo para interesarse por el asunto. El exdirectivo finalmente no lo firmó y apenas diez días después estaba declarando por primera vez como testigo en la Audiencia Nacional. 

Sin embargo, esta pieza decimoséptima del caso Villarejo ha sufrido un vuelco desde que el juez decidiera imputarle precisamente por ser el que validó las facturas que él mismo cuestiona. El magistrado incluso dudó de que pudiera haber elaborado este documento 'a posteriori' y no en 2004 para evitar una responsabilidad penal por las contrataciones con Villarejo. Sobre este punto Del Olmo se remitió al inicio de los hechos apuntando que ya alertó del asunto entonces. Dijo que la primera conversación que tuvo con Asenjo fue en mayo de 2004 aunque a ella le siguió una segunda. El exdirector de seguridad le dijo que tenía que dar luz verde en calidad de controller a unas facturas que había que pagar sobre un asunto confidencial. Las mismas servían para costear el primer encargo a Villarejo por una investigación a movimientos vecinales y políticos de Arcos de la Frontera (Cádiz) que se oponían a la instalación de una central de ciclo combinado. 

Con Galán no tuve enfrentamientos de ningún tipo. Ni lo odiaba ni no lo odiaba. No me gustaba como persona porque no me gustaba su forma de actuar"

Según dijo, Asenjo le contó que los trabajos en cuestión no los había realizado Casesa pese a ser esta proveedora la que afrontara el pago de las facturas. "¿Quien conocía la contratación?", preguntó el fiscal, a lo que Del Olmo respondió: "El presidente, Francisco Martínez Córcoles (actual número dos de la multinacional), Fernando Becker (exjefe de Iberdrola España) y Asenjo". Al hilo dijo ante los investigadores que estos hechos le parecían "anormales e irregulares" y que por eso lo plasmó todo en un informe que presentó ante San Pedro el 1 de diciembre de aquel 2004. "Me dijo que me olvidase del tema pero creo que él lo sabía porque pertenece al comité operativo y tenía que estar informado seguro", apostilló. 

La historia se repitió en 2005 y 2006 y de nuevo se remitió al exnúmero dos de Iberdrola para buscar una solución sobre las nuevas facturas. Al respecto dijo que Becker, actual consejero de El Corte Inglés, dio luz verde a los pagos e incluso deslizó que el exdirectivo tenía potestad debido al cargo que ostentaba para sacar dinero de otras partidas y costear este tipo de recibos. Al respecto Del Olmo se pronunció en sintonía con lo manifestado por el directivo Pablo Insunza en su declaración ante el juez en noviembre acerca de que su responsabilidad se ceñía a visar que las facturas fueran correctas para autorizar los pagos. "Yo no tenía obligación de confirmar si los trabajos se prestaron no ni si había proveedor", apostilló. 

No obstante confesó que cuando el informe apareció en prensa tras adelantarlo el diario El Confidencial, fue él quien contactó con sus antiguos compañeros. "La primera relación la tuve con Juan Carlos Rebollo a finales de 2019. Le dije que estaba preocupado porque estaban saliendo las facturas y mi nombre aparecía. Él me dijo que estuviera tranquilo porque se habían pagado de acuerdo con la normativa vigente", expuso. No obstante, relató que había nerviosismo entre la cúpula por este documento que Iberdrola no solo no reconoce sino que mantiene que nunca llegó a existir. De hecho, apostilló que se le trasladó que habría una batería de acciones legales contra él si no firmaba el acta y que a Sánchez Galán "le importaba un pimiento" perderlas. "No le importaba", dijo.

Ya al término de su interrogatorio confesó que le habían llamado agentes de Asuntos Internos para saber si se sentía amenazado en estos últimos meses en los que declaró hasta tres veces como testigo, pero negó haber recibido presiones. Aunque el interrogatorio lo dirigió el fiscal Serrano, el magistrado tomó la palabra para pedirle un resumen final de su testimonio: "Tengo muy claro que Ignacio Sánchez Galán ordenó estos trabajos. Mi opinión clara es que estaba perfectamente enterado de que se había contratado a Cenyt, de quien era Cenyt y de lo que estaban haciendo. Esa es mi opinión", sentenció.

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