¿Oportunidad de inversión?

La era alcista de las acciones baratas aún está por llegar en Wall Street

El cambio de postura de la Fed amenaza con anular parte de la debilidad del dólar en el año y puede fomentar una mayor volatilidad en las posiciones procíclicas de valor relativo en todas las clases de activos

Wall Street ha asistido al cierre de cortos más importante en 25 años.
La era alcista de las acciones baratas aún está por llegar en Wall Street.
EP / Archivo

La racha alcista de las acciones baratas flaqueó después de los comentarios de sesgo restrictivo de la Reserva Federal en relación con el ritmo de subida de los tipos de interés, pero las perspectivas de crecimiento económico de Estados Unidos siguen siendo sólidas y, por eso, cabe plantearse la cuestión de si existen oportunidades en este segmento de los valores que cotizan por debajo de su valor intrínseco. ¿Cuál es el escenario que puede plantearse ante este esquema?

El fondo de mercado sigue siendo el mismo. Al menos así lo ven los analistas teniendo en cuenta los últimos movimientos y comentarios, especialmente, por parte de los bancos centrales. ¿Qué panorama es el que cabe esperarse a partir de ahora en términos generales? Según Álvaro Cabeza, Country Head de UBS Asset Management en Iberia, lo más probable es que se produzca un entorno más inestable para la renta variable a nivel general, lo que suele ocurrir en el segundo año de un nuevo mercado alcista.

“La prima de riesgo de la renta variable se encuentra cerca del mínimo del ciclo anterior, lo que puede limitar las subidas bursátiles a corto plazo, ya que los riesgos políticos empiezan a ser más bidireccionales”, apunta el experto. El reciente cambio de postura de la Reserva Federal amenaza con anular parte de la debilidad del dólar estadounidense en lo que va de año, aunque todavía puede haber posibilidad de obtener buenas rentabilidades en las divisas de los mercados emergentes de los países en los que los bancos centrales ya han subido los tipos de forma drástica y están dispuestos a seguir haciéndolo.

“Esta evolución puede fomentar una mayor volatilidad en las posiciones procíclicas de valor relativo en todas las clases de activos (…) La solidez de la actividad y los persistentes riesgos de inflación al alza deberían conducir a un aumento de las “yields” con el transcurso del tiempo”, dice Cabeza.

Pero más allá de todo esto, la clave es si las acciones que cotizan por debajo de su valor real aún pueden ser una oportunidad en la que centrarse. Así, el hilo conductor de los mercados de renta variable en la primera mitad del año fue que los valores ligados a la solidez de la actividad económica real obtuvieron mejores resultados, mientras que los valores más defensivos o 'growth' tuvieron un peor desempeño.

Tal y como destaca Matthew Quaife, responsable de gestión de inversiones multiactivos para Asia de Fidelity, es probable que este aspecto experimente más retos y movimientos bidireccionales, sobre todo a corto plazo, pero que en última instancia permanezca intacto en la segunda mitad de 2021: “lo que también es diferente es que tenemos una perspectiva más limitada para la renta variable a nivel de índice después de las fuertes subidas durante los primeros seis meses del año”.

Quaife expone que hay momentos para asumir mayores niveles de riesgo, y momentos para no hacerlo. “A corto plazo, creemos que esto último es más adecuado; preferimos las posiciones procíclicas de valor relativo frente a una sobreponderación significativa en la beta de la renta variable”, concreta.

De este modo, los expertos no esperan que los puntos de inflexión en el crecimiento sean simultáneos, por lo que creemos que los inversores deberían orientarse hacia entornos de inicio de ciclo, como Europa, Japón o determinados países emergentes. El crecimiento mundial está a punto de alcanzar su punto máximo, pero esperamos que la expansión siga siendo sólida a partir de entonces. La volatilidad a corto plazo puede ofrecer oportunidades para añadir de forma selectiva algunas posiciones de principios de ciclo.

Después de muchos años de marchar por detrás de las acciones de crecimiento, las acciones baratas estadounidenses empezaron a protagonizar un regreso el pasado otoño. “Estas empresas infravaloradas son más sensibles a las condiciones económicas y comenzaron a ganar terreno después de que los exitosos ensayos de las vacunas allanaran el camino para el fin de los confinamientos en Estados Unidos estimulada por unas curvas más inclinadas en los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidenses y la fortaleza de los precios de las materias primas, la denominada “apuesta por la reflación” cobró impulso y provocó que las acciones baratas batieran a las de crecimiento por primera vez en varios años”, analiza Quaife.

No obstante, las acciones baratas se toparon con un obstáculo el mes pasado: la Fed adoptó un tono más restrictivo tras la reunión de su comité de política monetaria del 16 de junio y señaló que preveía subir los tipos de interés un año antes de lo que había pronosticado anteriormente. “Eso ensombreció las expectativas de una recuperación sólida y sostenida, empujando a los inversores hacia las empresas de crecimiento y expuestas al ‘quedarse en casa’, que pasan por ser más resistentes en periodos de incertidumbre y bajo crecimiento”, apunta el experto de Fidelity.

La fortaleza económica debería apoyar a las acciones baratas

Eso sí, no todo son malas noticias para las acciones infravaloradas. Aunque los tipos de interés podrían subir antes de lo que muchos inversores esperaban, las subidas probablemente sean muy graduales. “Si bien hemos dejado ya atrás el punto de máximo crecimiento, EEUU debería seguir registrando una sólida expansión económica este año, la cual favorecería a las empresas infravaloradas que son sensibles al ciclo”, indica Quaife.

Los resultados empresariales publicados recientemente también han sido buenos, lo que indica que los márgenes de beneficios de las empresas son saludables y todavía no se han visto afectados por la subida de los costes. Estados Unidos probablemente apruebe un cuantioso programa de inversión en infraestructuras a finales de año que sostendrá el crecimiento económico y los precios de las materias primas. Conforme el mercado lo vaya digiriendo, probablemente reevalúe la situación.

“Aunque las bolsas cayeron a comienzos de la pasada semana en respuesta a la inquietud que despierta la variante Delta del Covid-19, el rápido avance de la vacunación en Estados Unidos debería impedir un fuerte repunte de los casos (…) Por todo ello, es probable que la racha alcista de las acciones baratas no haya dicho aún su última palabra”, sentencia el experto de Flidelity.

Mostrar comentarios