Wall Street arranca la semana con ligeras caídas preocupado por China. Las protestas en el gigante asiático ante el malestar generado entre la población por las duras restricciones de Covid para frenar los contagios avivan el temor entre los inversores. El Nasdaq ha registrado este lunes una caída superior al 1,5%. Se trata de uno de los índices más expuestos a este país por la dependencia de las tecnológicas como Apple o Tesla al gigante asiático, donde estas multinacionales tienen su producción.
Al mercado le preocupa el impacto que la pandemia y las protestas puedan tener en la economía china como su efecto en la cadena de suministro global, dado que multitud de productos y recambios que se venden en todo el mundo se fabrican allí. Precisamente la compañía de la manzana ha cerrado con un retroceso del 2,63% con un ojo puesto en la planta de Foxconn en Zhengzhou (China) y la amenaza de que se alarguen todavía más las entregas del iPhone en plena campaña de Navidad. Este desplome le lleva a perder más de 40.000 millones de capitalización. Alphabet también ha continuado con esta senda bajista. Sus títulos acumulaban una pérdida del 1,45% y se deja alrededor de 18.000 millones de dólares.
El fabricante de coches eléctricos, por su parte, se ha dado la vuelta en los últimos minutos y ha cerrado prácticamente plano, tras avanzar un ligero 0,03%. Su fundador, Elon Musk, ha vuelto a protagonizar otras polémicas declaraciones en Twitter. El magnate ha utilizado la red social para cargar contra la multinacional que dirige Tim Cook, acusándole de monopolio y censura y asegurando que Apple ha amenazado al multimillonario con retirar a la red social del pájaro de su AppStore, además de asegurar que ha retirado toda la publicidad de la plataforma.
La jornada tras la media sesión del viernes después de Acción de Gracias ha confirmado el nerviosismo de los inversores. Todos los índices han ahondado en el rojo a medida que ha avanzado la sesión. El Dow Jones de Industriales ha cerrado con un descenso cercano al 2%, con Boeing (-3,66%) y Walt Disney (-3,21%) protagonizando este desplome, mientras que mientras que el S&P500 se deja entorno a un 1,5%.
La economía china lleva meses renqueando al hilo de la evolución de los contagios. El empeoramiento de la situación ha borrado de golpe la expectativa de la ansiada reapertura y pone en jaque el crecimiento después de que el PIB avanzara un 3,9% durante el tercer trimestre. El Banco Popular de China ha relajado hace unos días los requisitos de reservas en aras de impulsar la actividad e inyectar en el mercado 500.000 millones de dólares, un movimiento del que los analistas recelan ante el “limitado impacto” que puede tener.
Desde el banco privado suizo, Sophie Altermatt, economista de Julius Baer aseguran que el problema no es la falta de liquidez lo que frena el crecimiento, sino que el problema deriva de la debilidad del consumo interno. “Es probable que el apetito crediticio de los hogares siga débil mientras se mantenga la preocupación por los bloqueos y la situación laboral”, añaden. El mundo entero está pendiente de las movilizaciones sin precedentes que se suceden en el país y que está derivando en críticas públicas poco habituales contra el Partido Comunista.
En el mercado de materias primas, el petróleo acaba el lunes en signo mixto. Mientras los futuros del Brent han suavizado su caída a lo largo de la sesión para cerrar en los 83 dólares, después de registrar su cifra más baja desde el mes de enero ante el miedo a que la oleada de protestas en China, gran consumidor de crudo, reduzcan la demanda, el Texas se ha dado la vuelta. El 'oro negro' de referencia en EEUU finalmente ha repuntado un 1,3%, hasta los 77 dólares, en una jornada con la atención dividida entre China y la próxima reunión de la OPEP+.
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