Las bolsas europeas cierran con leves alzas una sesión de trámite este miércoles porque la principal referencia del día se conocerá cuando cierren sus puertas con la reunión del banco central de Estados Unidos.
La gestora de fondos M&G recuerda con una serie de gráficos las incertidumbres que gobiernan la marcha de los mercados financieros y señalan la trayectoria de los bonos en EEUU como una fuente de terror inversor.
La Bolsa de Nueva York arranca con optimismo una semana clave donde se espera la decisión de la Reserva Federal sobre los tipos de interés los resultados de Apple, y el informe mensual del mercado laboral en EEUU.
La Reserva Federal (Fed) vuelve a tener un dilema sobre la mesa después de los últimos datos macro en EEUU con la necesidad de anclar las expectativas de inflación ante la fortaleza del crecimiento durante el verano.
Según los analistas de Singular Bank, se espera que la Fed mantenga los tipos de interés oficiales en el rango del 5,25-5,50%, sin embargo, ya avanzó que era probable que los volviera a subir una vez más antes de finalizar el año.
Las 'siete magníficas' incumplen las expectativas de los analistas y se dejan 1,2 billones de dólares desde máximos de julio. El Nasdaq desciende un 2,6%, el S&P500 un 2,5% y el Dow Jones cede un 2,1%.
La fortaleza del consumo de los hogares, unida al aumento de las exportaciones, a un mayor gasto en inversión privada y a un aumento en el gasto público empujaron el crecimiento entre julio y septiembre.
La expectativa de que la Fed mantenga los tipos de interés altos por más tiempo del previsto ha provocado un alza sostenida en la rentabilidad de la deuda soberana que también sufren los mercaodos de renta fija europeos.
El presidente del banco central considera que en el momento actual hay un cúmulo de "incertidumbres antiguas y nuevas" que dificultan los últimos pasos del ciclo de endurecimiento monetario.
Las bolsas del Viejo Continente sucumben a la recogida de beneficios mientras la presión sigue sobre el mercado de bonos y el crudo da visos de desinflar su escalada.
La semana que viene no contendrá muchos datos macroeconómicos de relevancia, y el foco estará en las cuentas empresariales, principalmente de la banca, así como en la situación geopolítica con el conflicto en Oriente Medio.
A la volatilidad se suma el mayor gasto público, que puede abocar a un déficit del 6%, nivel poco frecuente y que fuerza al Estado a lanzar más emisiones, mientras el banco central sigue con su ajuste de 60.000 millones al mes.
Los inversores asignan una probabilidad del 88,2% a que la Reserva Federal mantenga los tipos en su horquilla actual, entre el 5,25 y el 5,5%, en su próxima reunión de política monetaria en noviembre, según FedWatch.
Los inversores siguen pendientes de la postura que adopten los bancos centrales respecto a la política monetaria, que dependerá en buena medida de la marcha de la inflación.
La presidenta de la entidad declinó hacer comentarios específicos sobre Metro Bank y sobre planes de futuro para el banco de inversión del Santander, donde ha contratado a banqueros de Credit Suisse y otros competidores.
En términos mensuales, los precios de consumo subieron cuatro décimas con respecto a agosto, mientras que la inflación subyacente, dato clave que analiza la Reserva Federal (Fed) para sus decisiones sobre tipos de interés.
El banco central de EEUU considera que va por buen camino para recuperar la estabilidad de precios pero sigue con la tesis de que será necesario un aumento adicional de tipos y un posterior mantenimiento en ese nivel.
Las Bolsas del Viejo Continente cotizan en tono mixto mientras el crudo desinfla su escalada y el mercado de bonos da una tregua.
El vicepresidente del banco central, Philip Jefferson, ha destacado que el repunte de las rentabilidades de la deuda a largo plazo ya aporta un efecto restrictivo y que eso podría hacer innecesarias más subidas de tipos.
La divisa comunitaria cae un 4,5% desde los máximos de 1,1 billetes verdes del pasado mes de agosto y pone en riesgo la caída de la inflación en la región, mientras la amenaza de desaceleración económica se acentúa.
El viernes, los mercados estarán atentos a las comparecencias de los presidentes del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, y del Bundesbank, Joachim Nagel, así como del IPC de Francia y España.
La tensión en las rentabilidades de la deuda sigue haciendo mella en las expectativas económicas pero todavía no se ha trasladado a la evolución de las bolsas.
La previsión de tipos de interés más altos por más tiempo e, incluso, la posibilidad de mayores endurecimientos monetarios pesa sobre el ánimo inversor y presiona también sobre el mercado de renta variable.
La presión en el mercado de bonos, la incertidumbre en torno a las subidas de tipos y el precio del petróleo proyectan un panorama sombrío para las bolsas en lo que resta de año, que abocan a la parálisis inversora.
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