La invasión de Ucrania y, más recientemente, las tensiones en Oriente Medio y el mar Rojo han intensificado el debate en Europa sobre la seguridad energética y la autonomía estratégica. Esta misma semana, ha sido el Banco Central Europeo (BCE) el que ha anunciado que va a estudiar si introduce cambios en sus instrumentos y carteras de política monetaria para impulsar la transición hacia una economía verde. El emisor quiere profundizar, además, en el análisis del impacto de los fenómenos meteorológicos extremos pueden tener en la inflación y en el sistema financiero, así como la forma en que este puede integrarse en los escenarios climáticos y en sus propias proyecciones.
Para poner fin a la dependencia de la Unión Europea de los combustibles fósiles procedentes de Rusia y hacer frente a la crisis climática, la Comisión Europea lanzó el Plan REPowerEU, en el que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) juega un papel clave. La entidad pública dio el año pasado 6.774 millones de euros en financiación a proyectos para apoyar la transición verde en todos los sectores de la economía, una cifra récord que alcanza el 59% del total de lo financiado por el banco en España -superando el objetivo de destinar al menos un 50% a la acción por el clima y la sostenibilidad medioambiental en 2025-.
Por áreas de actuación, energía sostenible y recursos naturales obtuvo 4.236 millones, un 33% más, de los que más de 2.500 millones se concentraron en la generación de energías renovables. Esto ha situado a nuestro país a la cabeza de toda la Unión a Veintisiete por volumen de financiación en este ámbito, que se ha visto impulsado por los proyectos de varios 'pesos pesados' del sector energético cotizado vía REPowerEU.
Es el caso del préstamo de 1.000 millones de euros que el BEI concedió el pasado año a Iberdrola para financiar la construcción en España, Portugal y Alemania de 22 plantas renovables que alcanzarán una capacidad instalada de 2,2 GW. El proyecto, que movilizará en conjunto 1.700 millones, generará energía verde como para cubrir el consumo medio aproximado de más de un millón de hogares en un año.
La entidad financiará con hasta 1.700 millones de euros el proyecto de Solaria para levantar 120 plantas fotovoltaicas en en España, Italia y Portugal con una capacidad total instalada de unos 5,6 GW. Se trata del acuerdo de financiación más ambicioso que ha firmado hasta la fecha la compañía capitaneada por Arturo Díaz-Tejeiro.
Hacia la descarbonización de los grandes grupos
También bajo el paraguas del REPowerEU, el grupo BEI está dotando de la liquidez necesaria para que empresas como Repsol, Cepsa, Endesa y Naturgy puedan llevar a cabo su estrategia de descarbonización. En el caso de Repsol ha firmado un préstamo de 400 millones para el despliegue y la puesta en marcha de varios parques eólicos y plantas fotovoltaicas con una capacidad de 1,1 GW y el objetivo de que estén operativos antes de finales de 2025. Esos 400 millones son, de hecho, el primer tramo del préstamo total aprobado a la energética, que asciende a un total de 575 millones.
En el caso de Cepsa, el crédito de 80 millones de euros con el BEI servirá para levantar dos plantas solares fotovoltaicas en Andalucía con una potencia instalada de 227 megavatios. En lo que respecta a Endesa, su préstamo de 200 millones con el BEI respaldará el desarrollo de proyectos de energía solar y eólica; mientras que el de 700 millones firmado por Naturgy se empleará para modernizar su red de distribución eléctrica para permitir la conexión de nuevos usuarios, aumentar la digitalización de la red y mejorar la fiabilidad del suministro.
Entre las operaciones que también han contado con el respaldo de la entidad pública se incluye la adquisición de bonos verdes o bonos verdes híbridos de Red Eléctrica para financiar proyectos de transporte eléctrico de nueva construcción. Estos están incorporados dentro del Plan de Desarrollo de la Red de Transporte Eléctrico de España 2021-2026 e incluyen mejoras en la interconexión con países vecinos (sobre todo con Francia) o con las islas.
