La brecha aumentará en 2023

Los jóvenes ganan con su trabajo al año lo mismo que un jubilado en diez meses

Uno de cada cinco euros para abonar la nómina de las pensiones saldrá el próximo año de los impuestos. La retribución bruta de los asalariados menores de 30 años es un 15% inferior al subsidio de un jubilado. 

Escrivá y Yolanda Diaz
¿Quién paga la pensión? un joven gana al año igual que un jubilado en 10 meses.
ÉUROPA PRESS

La reforma de las pensiones que ha puesto sobre la mesa el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, llega a su última fase de negociación con los agentes sociales, que se anticipa como la más complicada por las controvertidas medidas que afronta, desde el Mecanismo de Equidad Intergeneracional, al fondo público de pensiones, pasando por el aumento del periodo de cálculo para obtener la prestación. La reforma, cuyas primeras medidas -penalización a la jubilación anticipada y subida de las prestaciones acorde al aumento de los precios- ya están vigentes desde el 1 de enero de este año, se ha desarrollado en un contexto claramente desfavorable en materia económica, laboral y sociodemográfica, pero sin perder de vista los numerosos procesos electorales que se desarrollarán en 2023. 

En paralelo, el inicio del desembarco en el sistema de la generación del 'baby boom', las más numerosa, con largas carreras de cotización y que se ha 'ganado' elevadas prestaciones no hará más que agravar el problema. La situación ya es crítica, y si no se sacan los recursos económicos de una nueva 'chistera', no será posible sostener un sistema de reparto y solidario que ha funcionado hasta la fecha a duras penas y que necesitará el próximo año un aporte extra de casi 40.000 millones de euros procedente de los impuestos. Esto supone que uno de cada cinco euros que se destinarán a las pensiones -contributivas, no contributivas y de Clases Pasivas- no vendrá de las cotizaciones de los trabajadores y que los aportes de estos ya no son suficientes para hacer frente a un gasto que representa el 39,2% de total programado en los Presupuestos Generales de Estado para 2023. 

Las aportaciones a la Seguridad Social de los jóvenes en activo resultan determinantes para financiar las prestaciones de los actuales y futuros pensionistas, pero el principal problema radica en que el sueldo bruto medio anual de un menor de 30 años se sitúa en 16.973 euros, frente a la nómina de un jubilado medio del Régimen General, que alcanza 19.600 euros. Esta diferencia de un 15% significa que el salario de un año de un joven es idéntico al ingreso de diez meses que reciben los jubilados por su pensión. La situación empeora cuando se comparan retribuciones netas, ya que el sueldo de los asalariados jóvenes quedaría en 1.250 euros -tras retenciones y cotizaciones- y las pagas de las pensiones -con una retención en este tramo del 2,61%-, superarían los 1.35o euros en 14 pagas, lo que supone que cobran 4.000 euros más al año, un 25% real.

La brecha generacional ha formado parte del debate político esta semana, tras el anuncio de la subida de las pensiones en mayor proporción que los sueldo. La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, reclamaba en el Congreso de los Diputados revalorizar las pensiones, "pero en la misma proporción que los salarios de los jóvenes", mayoritariamente mileuristas. La propuesta busca garantizar las pensiones de hoy y de mañana, en un momento de sueldo bajos y creciendo muy por debajo de la inflación, pensiones elevadas y una proporción de cotizantes con respecto a los pensionistas cada vez más baja por el envejecimiento poblacional y la mayor esperanza de vida.

Hay 15,3 millones de afiliados al Régimen General, mientras que los beneficiarios de pensiones de este régimen superan los 7,2 millones

Desde 2007, último año de la bonanza económica y el anterior a la gran crisis, los sueldos de los jóvenes, que deberán pagar las prestaciones de jubilación, viudedad e incapacidad permanente, no han crecido con la misma intensidad que lo han hecho las pensiones, un crecimiento alimentado con la revalorización de acuerdo al Índice de Precios al Consumo (IPC), y la diferencia no ha sido mucho mayor gracias a la subida exponencial del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Mientras, también ha caído el número de cotizantes con respecto al de pensionistas, hasta el punto de llegar casi a la ratio crítica de dos asalariados por cada perceptor de pensiones en el Régimen General, muy lejos de la proporción de 2,71 que se registró en 2007. 

Según las estadísticas de la Seguridad Social, en el mes de marzo de este año había 15,3 millones de afiliados al Régimen General, mientras que los beneficiarios de pensiones de este régimen superaban los 7,2 millones. La generación del 'baby boom', la más numerosa y con largas carreras de cotización llegará en aluvión al retiro, pese a que los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año han ignorado el desembarco de los primeros 'boomers', los nacidos en 1958, que cumplirán 65 años en 2023, deseosos de percibir una pensión en la edad ordinaria y eludiendo recortes a sus prestaciones.

Esta ratio y las retribuciones actuales de los más jóvenes deja en evidencia que no es posible sostener las actuales pensiones, que seguirán creciendo de acuerdo al IPC, algo que no pasará con los sueldos. La solidaridad intergeneracional es la columna sobre la que se sustenta el sistema español y los datos indican que se está a punto de caerse. El sistema basado en el reparto implica que las cotizaciones de los trabajadores en activo deben financiar las prestaciones existentes en ese momento, incluidas las pensiones de aquellos que dejaron de trabajar. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2052 el grupo de población de más de 64 años se habrá incrementado en más de siete millones de personas, mientras que el grupo comprendido entre 16 y 64 años habrá perdido casi 10 millones. 

El envejecimiento y la esperanza de vida harán el resto. En 2027 serán necesarios 38 años y medio de cotización y tener 65 años para obtener el 100% de la pensión, una referencia que desde luego no todos los trabajadores que se retiren cumplirán. Mientras, el tiempo durante el que se cobra la prestación sigue aumentando -solo cayó en pandemia- y se sitúa en algo más de 20 años y seguirá aumentando hasta 2050, fecha crucial para la actual reforma de pensiones.

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