Una compañía estratégica para el Estado

El 'asalto' a Naturgy pone a Moncloa en el brete de vetar la opa vía acción de oro

Los ministerios de Industria, Economía y Transición Ecológica evalúan la oferta del fondo IFM para hacerse con el 22,69% del capital. El núcleo económico del Gobierno siempre ha cuidado la relación con Reynés.

Francisco Reynés, Naturgy
El 'asalto' a Naturgy pone a Moncloa en el brete de vetar la opa vía acción de oro
Agencia EFE

El área económica del Gobierno estudia ya la opa lanzada este martes por el fondo australiano IFM Investors para desembarcar en Naturgy con el 22,69% del capital. Fuentes gubernamentales explican que el intento de asalto de la eléctrica española ha comenzado a ser objeto de examen por parte del Ministerio de Industria, del de Economía y del de Transición Ecológica, principalmente. Unidas Podemos también quiere tener su opinión en la posible operación. El brete del Ejecutivo, una vez conocidas los argumentos de los interesados, pasa por activar, por primera vez, la 'golden share', el conocido como 'escudo anti-opas' que alumbró la vicepresidenta Nadia Calviño durante la crisis del Covid para evitar que compañías extranjeras compraran activos estratégicos para el Estado a precio de saldo. Naturgy, sin duda, lo es y las fichas empiezan a moverse.

"Es muy importante que no se pierda esta empresa", argumentan desde el empresariado catalán. El "desastroso" precedente de Endesa ensombrece la valoración que desde parte del tejido empresarial español se realiza de la ambiciosa oferta de IFM. Se argumenta que la pérdida del control español sobre Endesa a favor de la italiana Enel tras un proceso tan turbulento como rocambolesco ha tenido consecuencias nefastas no sólo sobre la actividad económica y el empleo nacional, sino sobre la influencia española en áreas como Latinoamérica donde Endesa tenía y mantiene una presencia significativa. Con Naturgy temen que pueda ocurrir algo similar.

"El Gobierno no puede permitir que ocurra otra vez con Naturgy", sostiene un influyente consultor con una importante cartera de clientes en Cataluña. "Ya tendrían que estar pensando en cómo parar la operación", añade. El asunto es particularmente delicado en un contexto de elecciones en Cataluña, donde muchos continúan viendo a la heredera de Gas Natural como una empresa de casa -pese al traumático traslado de su sede social a Madrid- y donde se valora especialmente el carácter referencial de la presencia de La Caixa en el capital de la compañía. La opa va dirigida sobre las acciones de la entidad financiera. "Naturgy es una empresa estratégica para España y también para Cataluña, no sólo por su arraigo histórico sino por su relevancia como proveedor de una fuente de energía que palia la dependencia del petróleo y por su valor crítico en las relaciones con los países del norte de África", destaca un expolítico de la antigua CiU. En el Gobierno, de momento, guardan silencio oficialmente y se limitan a afirmar que tienen que estudiar la letra pequeña de la operación.

"Como país tendríamos que haber aprendido ya la enorme diferencia que existe entre que las decisiones estratégicas se tomen en España o se tomen a miles de kilómetros de aquí, especialmente cuando se trata de una empresa que opera en un sector superregulado", advierte una de las fuentes consultadas, que avisa de que la salida de La Caixa de Naturgy dejaría a una de las principales empresas energéticas del país en manos de tres fondos de inversión foráneos y provocaría seguramente cambios de relevancia en la actual dirección ejecutiva de la compañía.

De momento, IFM Investors todavía no ha comunicado la operación al Ministerio de Industria, por lo que todavía no se ha activado el procedimiento formal a través del cual el Gobierno evaluará la operación y los posibles riesgos implícitos que puede acarrear para el adecuado funcionamiento de un sector estratégico para el país como es el energético. Pero el área económica del Ejecutivo ya tiene el ojo puesto en la misma.

"El Gobierno no puede permitir que ocurra otra vez con Naturgy", sostiene un influyente consultor con una importante cartera de clientes en Cataluña.

Desde el momento en que se registre dicha solicitud de autorización por parte del fondo australiano, el Gobierno dispondrá de seis meses para analizar la detallada información que se le requerirá al potencial comprador y determinar si ésta se autoriza o no. De momento, desde Unidas Podemos ya se ha alimentado el debate político sobre el asunto y este martes el socio de Gobierno ya advirtió de que "esta maniobra en poco o nada coadyuva a asegurar la prevalencia del interés general. Lo que es seguro es que un fondo extranjero no tiene entre sus prioridades la tarea estratégica de asegurar el suministro universal en condiciones".

En el terreno de las relaciones político-empresariales, el núcleo económico del Gobierno y Naturgy siempre han mantenido un nexo de confianza, tanto cuando Sánchez gobernaba en solitario como durante el actual periodo la coalición. De hecho, el único viaje de 'negocios' del presidente fuera de España durante la pandemia -con permiso de los Consejos Europeos y la visita a El Vaticano para reunirse con el Papa Francisco- ha sido para echar un cable a la compañía energética en Argelia. Fue una visita exprés del jefe del Ejecutivo y una reducida delegación de empresarios, encabezados por Francisco Reynés. El objetivo principal: sellar el acuerdo para la reducción de precios del gas entre la compañía nacional de hidrocarburos argelina Sonatrach y Naturgy tras meses de complicadas negociaciones y bajo la amenaza de desembocar en un litigio internacional. Misión completada.

Reynés es, además, un habitual en las convocatoria de Moncloa con el Ibex 35, lo que demuestra que la relación es fluida y cordial, según las fuentes consultadas. El presidente de Naturgy, por ejemplo, fue uno de los invitados a la presentación del curso político en la Casa de América y el Departamento de Asuntos Económicos está contando con la compañía para la elaboración del Plan de Inversiones y Reformas que habilitaría la recepción de los fondos europeos. En Moncloa, de hecho, definen a Naturgy como uno de los "skateholders" más importantes para su proyecto económico.

Sánchez, además, ha frenado en todo momento las voces que han llegado en las últimas horas de sus socios de Unidas Podemos para activar la nacionalización de una eléctrica, con Naturgy como una de las posibles opciones. "Totalmente descartado", sentencian las mismas fuentes. La compañía y el partido minoritario en la coalición también han sido protagonistas este mes de enero de una polémica sobre los cortes de luz en la Cañada Real de Madrid. La Vicepresidencia segunda de Pablo Iglesias exigió a Naturgy cortar las conexiones eléctricas sospechosas de servir para cultivar drogas y la compañía, tras y tira y afloja con este área del Gobierno y un requerimiento del Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, procedió a desconectar estas instalaciones.

En clave catalana la relación de Moncloa con Naturgy también es reseñable. La energética fue una de las grandes compañías que trasladó su sede social fuera de Cataluña por el procés independentista, un movimiento que se produjo durante el Gobierno de Mariano Rajoy. Las elecciones autonómicas del próximo 14 de febrero podrían resultar claves para una operación retorno que también ha calentado la patronal 'Foment del Treball' y que Naturgy nunca ha descartado si se da la seguridad jurídica necesaria para regresar.

Mostrar comentarios