Subida de bolsas y bonos

El coste de la deuda cae un cuarto de punto desde máximos tras la pausa de Fed y BCE

El interés de la deuda pública retrocede al unísono en EEUU, Alemania y España después del freno extendido estos días por el BCE y la Fed a más subidas de tipos citando su efecto retardado, acumulativo y restrictivo.

Bailey (BoE), Lagarde (BCE) y Powell (Fed).
Bailey (BoE), Lagarde (BCE) y Powell (Fed).
BCE vía La Información

Cuando se dicta una subida de tipos de interés, los inversores reaccionan de forma instantánea, incluso antes de que se produzca si lo barruntan, para ajustarse al escenario. Pero la transmisión monetaria a la economía real tarda en desplegarse varios meses, de ahí que una decisión hoy tendrá validez plena ya en 2024. 

Algo así es lo que han recordado la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, y el de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, durante la última semana al citar el efecto "acumulativo" y con "rezagos" de los aumentos de tasas ya realizados que sitúan las condiciones de financiación ya en "niveles restrictivos", con la incógnita a resolver de si será suficiente, como se preguntó este último.

Freno en la escalada de la deuda

Desde el pasado 19 de octubre, cuando marcaron máximos anuales, el interés o rendimiento de los bonos soberanos ha ido desescalando hasta acelerar este descenso del interés tras las reuniones del BCE, la Fed y el anuncio del Tesoro de EEUU de que emitirá menos deuda de lo previsto. El alivio para los costes de financiación está impulsando con fuerza a las bolsas en el cierre semanal.

En concreto, el bono a 10 años de España ofrecía un rendimiento este jueves del 3,76%, 28 puntos básicos menos que el 4,04% de hace dos semanas. En el mismo periodo, su par alemán ha pasado del 2,92% al 2,69%, mientras que el interés del bono de EEUU ha caído aún más desde el 5% al 4,67%, 33 puntos básicos menos, según los datos consultados por 'La Información'.

Las tres referencias citadas del mercado de renta fija pública recogen las expectativas -certezas para algunos expertos- de que los dos mayores bancos centrales han llegado ya al final del ciclo de subidas de tipos que emprendieron en marzo (Fed) y julio de 2022 (BCE) para atajar la ola de inflación de sus economía.

La caída de las rentabilidades refleja el aumento de precios de los bonos y, por tanto, las compras de los inversores que ahora ven que las rentabilidades han podido tocar techo y por ello se apresuran a invertir en ellos antes de que bajen. A futuro, la posibilidad de recortes en las tasas oficiales de interés también presiona a la baja.

Alivio y tregua ante la tensión financiera

Powell descartó con firmeza estos posibles recortes de tipos a corto plazo, al igual que Lagarde, argumentando que la tarea sigue siendo otra: anclar la inflación en un crecimiento del 2% a medio plazo. Sin embargo, los mercados miran siempre a futuro y ven que la zona euro está al borde de la recesión, mientras que EEUU está registrando una aceleración de su PIB por el impulso de su industria de defensa.

El riesgo de que la guerra regional de Israel en Gaza se extienda a otros países puede desbaratar cualquier previsión. También hacer que descarrile la economía global debido a la alta sensibilidad de los precios de la energía a Oriente Medio. Aunque el gas natural se ha encarecido alrededor del 50% en el último mes, el precio del barril de petróleo ha evolucionado de forma moderada pese a la tensión inicial.

"El endurecimiento de las condiciones financieras llevó a los responsables de la Reserva Federal a dar un paso atrás en la dependencia de los datos y a sugerir un listón más alto para futuras subidas. La Fed hizo otra pausa, y su presidente, Jerome Powell, se negó a impulsar las expectativas del mercado hacia la subida de tipos adicional en 2023 que muchos representantes de la Fed habían previsto", exponen Tiffany Wilding y Alison Boxer, economistas de Pimco.

"Dando un paso atrás, el banco central parece estar sopesando la resistencia de los datos económicos observados en los últimos meses frente al endurecimiento de las condiciones financieras (incluidos unos tipos de interés más altos para una serie de activos, un dólar estadounidense más fuerte, los precios de los activos, etc.)", añaden.

La semana pasada, Lagarde también puso en la balanza la misma disyuntiva al admitir la contracción en el crédito y al debilidad económica, al tiempo que indicó que la "transmisión monetaria" era fuerte a la economía real. Tanto en EEUU como en Europa, los volúmenes de sectores como las hipotecas han caído a mínimos de varios años debido al alza de tipos, la falta de apetito y la restricción de los bancos.

Otra de las cotizaciones financieras relacionadas íntimamente con los tipos oficiales o la rentabilidad de la deuda es el Euríbor y otros índices de su especie. El medidor del interés en los préstamos interbancarios ha dado un gran paso atrás similar a los bonos soberanos, en este caso de -210 puntos básicos desde su máximo de septiembre, que le han llevado a caer desde el 4,228% al 4,012% de este jueves. Es la mayor racha bajista diaria desde marzo de 2023, con la crisis bancaria del SVB, pero además se une al estancamiento mensual que registra desde junio.

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