La llegada de la nueva normalidad y la reactivación progresiva de la actividad económica ha frenado considerablemente la sangría del paro. El pasado mes de junio, coincidiendo con la finalización del estado de alarma, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) registró 5.107 nuevos parados. Se trata de la primera subida del desempleo en esta época del año desde 2008, pero supone una importante contención respecto a lo ocurrido durante los meses de confinamiento. En concreto, el incremento de junio ha sido cinco veces menor que el registrado en mayo y muy inferior a los de abril y marzo, cuando la crisis sanitaria llevó a un repunte del desempleo de 282.891 y 302.265 parados, respectivamente.
Desde el Ministerio de Trabajo destacan que los datos "profundizan en la tendencia de ralentización del ritmo de crecimiento del paro" que se inició en el mes de mayo, tal y como han venido destacando en sus últimas comparecencias públicas tanto la ministra Yolanda Díaz como el titular de Seguridad Social, José Luis Escrivá. En el área del ministro también se percibe ya cierto dinamismo del empleo, con un incremento de 68.208 cotizantes en el mes de junio, el menor ritmo en este periodo desde 2015, pero se registra por segundo mes consecutivo un aumento en la cifra de ocupados tras el desplome ocasionado por la pandemia de la Covid-19.
Los datos que acaba de difundir el Gobierno son absolutamente atípicos. Habitualmente junio suele ser un buen mes para el empleo gracias al empuje que dan las contrataciones del inicio de la temporada alta de verano, sobre todo en el sector servicios. Si bien este año la crisis del coronavirus ha paralizado por completo la actividad turística en España, que solo ahora empieza a recuperar algo de movimiento. Está por ver cómo transcurre el verano y qué depara septiembre, aunque de momento ya han salido de los expedientes de regulación temporal de empleo 1,56 millones de afiliados, de modo que siguen en ERTE algo menos de dos millones de trabajadores.
Como resultado, el total de parados inscritos en las oficinas del SEPE asciende a 3.862.883 personas, la más alta del registro desde mayo de 2016. Trabajo explica que en el aumento del desempleo registrado en junio ha repercutido "de manera significativa" el grupo de demandantes sin empleo anterior. El 48% del total de estos demandantes, casi 15.000, se han registrado en la Comunidad Valenciana para optar a la oferta pública de empleo como "auxiliar planes de contingencia playas COVID19" que requería la inscripción en las oficinas del SEPE como requisito. "Sin esta circunstancia excepcional, el paro registrado habría descendido en unas 9.000 personas", afirma el Ministerio en una nota.
El desempleo cae en junio, sobre todo, en el sector servicios, con 27.319 parados inscritos menos; de manera significativa en la construcción, con 15.927 desempleados menos, más del triple de caída del año anterior; y también disminuye en la industria, con 7.770 desempleados menos. Crece, sin embargo, en la agricultura, que suma 25.342 parados, como viene siendo habitual en esta época del año por la finalización de la campaña de la fruta. Y un dato importante, el paro sube porque hay más mujeres desempleadas, en concreto hasta 24.240 nuevas altas femeninas en las listas, mientras entre los hombres el paro se reduce en 19.133 desempleados.
En suma, el SEPE dio cobertura en mayo -este dato va con un mes de decalaje- a casi seis millones de personas, con un total de 5.986.864 prestaciones gestionadas, resultado de sumar las prestaciones que cobraban las personas que ya estaban en desempleo antes de la crisis sanitaria, las que perdieron su empleo desde entonces y, sobre todo, a las personas que están en ERTE. Según ha revelado Trabajo, en el mes de mayo el SEPE pagó en prestaciones 5.526 millones de euros, de los que 3.318 millones se dedicaron a pagar prestaciones por ERTE y 2.208 millones a prestaciones por desempleo, tanto en el nivel contributivo como en el asistencial.
En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, a pesar de ganar 68.208 cotizantes de media respecto a mayo, el sistema perdió 99.906 trabajadores entre el 1 y el 30 de junio, con una caída muy acusada el último día del mes (-161.500). También hay que destacar que en los últimos doce meses se han perdido 893.360 afiliados, lo que supone un desplome del empleo del 4,6%. Y además, según los datos facilitados por el departamento de Escrivá, que está haciendo un minucioso seguimiento del impacto de esta crisis sobre el mercado laboral, en el acumulado desde el 12 de marzo hasta el 30 de junio la Seguridad Social ha dejado de contar con 859.988 afiliados.
Los autónomos retoman la actividad
En el análisis de la afiliación por sectores, en el Régimen General destaca especialmente el crecimiento en la Construcción, con 40.383 afiliados más; también en el Comercio, con 26.709; en Actividades Administrativas y Servicios Auxiliares, que suma 22.610 afiliados; y en la Hostelería, uno de los más golpeados por esta crisis, con 20.653 nuevos ocupados. La Industria Manufacturera, por su parte, suma 10.614 cotizantes. En sentido contrario, la bajada más acusada corresponde al sector de la Educación que pierde 45.396 afiliados coincidiendo con el atípico final de curso, cifra inferior a la registrada en el mismo mes de 2019. También el S.E. Agrario registra un descenso en 41.596 ocupados por la finalización de algunas campañas.
Otro de los colectivos más afectados por esta pandemia, los trabajadores autónomos, también registraron una evolución positiva en el mes de junio gracias a la reactivación progresiva de sus negocios. En concreto, el Régimen de Autónomos contó con 3.245.252 afiliados medios, tras un aumento de 24.345 que casi triplica la correspondiente a junio de 2019 (8.745). En este sentido, el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, señala que los datos de junio constatan la reactivación de autónomos y empresas tras meses de cese de actividad por el confinamiento, aunque considera "lamentablemente" que la activación no viene acompañada por la demanda en muchas actividades y advierte de que "el otoño será muy duro".
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