Un 'golpe' a su negocio

La banca americana se contagia del mal europeo de los tipos bajos permanentes

Citi, Bank of America, Wells Fargo, JPMorgan, Goldman Sachs y Morgan Stanley afrontan además el peor shock económico desde la Gran Depresión con un incremento de provisiones 

Bolsa de Nueva York, Wall Street
La Fed congela el horizonte de los tipos y desata otro azote a la banca en bolsa
Pixabay

Los tipos bajos se han congelado en el tiempo, ahora también en Estados Unidos, y la banca americana se contagia de un mal endémico que ya venía golpeando el negocio y la valoración en bolsa de sus competidores europeos o japoneses. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dejó claro en la teleconferencia posterior a la última reunión del banco central que la Fed ni siquiera estaba pensando en la posibilidad de subir el precio del dinero y que éste se mantendría en los niveles actuales al menos hasta 2022. Es decir, en una horquilla entre el 0% y el 0,25% al que lo situó el pasado mes de marzo tras los dos recortes que aplicó en apenas dos semanas, el último de ellos en una acción coordinada con otros grandes bancos centrales. Este panorama y el miedo a un segundo brote de Covid-19 han originado dos sesiones de fuertes ventas en Wall Street de las que la banca ha salido tocada.

Antes de que estallase la crisis por el coronavirus, las entidades estadounidenses habían disfrutado de la ventaja competitiva que supone contar con unos tipos de referencia más elevados que los europeos en su margen financiero. Esa menor presión sobre su cuenta de resultados en relación a sus pares europeos, que han tenido que adaptarse además a una regulación más estricta a raíz de la crisis financiera, ha tenido su traslación en bolsa, como muestra cualquier comparación que quiera hacerse sobre su tamaño en el mercado. La capitalización del galo BNP Paribas, la mayor de las entidades europeas por valor en bolsa, alcanza los 44.218 millones de euros, muy por debajo de los 64.495 millones de euros a los que cotiza Goldman Sachs o de los 67.390 millones de euros de Morgan Stanley, los dos de menor tamaño bursátil en Wall Street.

Ahora, la situación para Citi (102.147 millones de euros), Bank of America (202.704 millones), Wells Fargo (106.996), JPMorgan (283.867), Goldman Sachs y Morgan Stanley da un giro de 180 grados en medio de la actual crisis. En el primer trimestre cinco de estas entidades se han visto obligadas a reducir de forma drástica sus resultados al elevar provisiones para poder hacer frente al aumento previsto de la morosidad a causa de la crisis. En conjunto, sus dotaciones superan los 23.400 millones de dólares ó los 20.578 millones de euros, un montante muy próximo al valor en bolsa de la segunda entidad por capitalización del Ibex, el BBVA.

El dinero a coste 'cero' llega para quedarse

Tipos bajos de aquí a 2022 y una economía que afronta un 'shock' sin precedentes son una mala combinación para las cuentas de resultados de las entidades, como demuestran los fuertes castigos que los gigantes de la banca americana han sufrido en las dos últimas sesiones en Nueva York. El más castigado ha sido Citi, la mayor empresa de servicios financieros del mundo, con un desplome del 18,67% entre el miércoles y el jueves; Wells Fargo se ha hundido un 17,9%, Bank of America un 15,2%, JPMorgan se ha dejado un 12,05% y registran también recortes de dos dígitos los títulos de Morgan Stanley (-11,57%) y Goldman Sachs (-11%). 

En marzo, cuando la Reserva Federal adoptó las medidas de urgencia para atajar los efectos de la pandemia, "el mercado ya entendió que, al igual que sucediera en el año 2008, el dinero a coste casi cero había llegado para quedarse durante un período muy prolongado de tiempo", apunta a La Información  Aitor Méndez, analista de IG. Ahora, la Fed ha dado un paso más y a través de sus proyecciones económicas. El conocido como gráfico de puntos ('dot plot') constata una situación que ya se barruntaba el mercado: no habrá movimientos al alza los tipos de interés. En opinión del analista, igual de sorprendente que la contundencia del mensaje de Powell (“ni si quiera nos planteamos el hecho de plantearnos subir los tipos de interés”), ha sido la unanimidad en las proyecciones del gráfico de puntos.

En concreto, el organismo prevé que la economía norteamericana se contraiga un 6,5% este año con un rebote de 5% en 2021 y una tasa de desempleo que alcanzaría el 9,3% a finales de este ejercicio. En línea con estas perspectivas, la Fed no prevé que la inflación alcance la meta de 2% durante los próximos dos años. "Estos pronósticos enfrían las expectativas de que la mayor economía del mundo experimente una rápida recuperación en forma de 'V', y sientan las bases para una lenta trayectoria de la economía global en los próximos años", advierten desde el bróker Monex Europe.

Este contexto arroja aún más sombras sobre el negocio de las entidades, que en las próximas semanas afrontan otra cita que podría pesar también sobre su cotización en bolsa, según advierten los analistas. El próximo 25 de junio, la Reserva Federal dará a conocer los resultados de los test de estrés anuales al sector y la revisión regulatoria de los planes de capital de los 34 mayores bancos estadounidenses.

Otro 'mazazo' con el control de la curva de tipos

Las palabras de Jay Powell abren otro debate en torno al control de la curva de rendimientos en EEUU, una herramienta que utilizan Japón y Australia y que tampoco es ajena a EEUU, puesto que el Tesoro y la propia Fed la emplearon con el objetivo de limitar los costos de los préstamos durante la Segunda Guerra Mundial. Se considera un mecanismo muy efectivo para rebajar el coste de financiación en el sistema, especialmente en el corto y medio plazo, pero se trata de una iniciativa que también podría afectar negativamente a los bancos. La Fed todavía está calibrando los pros y los contras de esta medida de política monetaria que implica fijar un objetivo para los tipos de interés a más largo plazo (pensando por ejemplo en el bono a 10 años). 

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