Última reunión del año

La Fed vuelve a escena con el control de la curva de tipos y el dólar en su diana

Los vencimientos más largos de deuda podría sufrir cierta presión a medida que la economía se recupera, especialmente en la segunda mitad del próximo ejercicio, ante las mejores perspectivas para EEUU

EFE
La Fed vuelve a escena con el control de la curva de tipos y el dólar en su diana
Ángel Martínez | EFE

Más de 305.000 muertos en Estados Unidos a causa del coronavirus y un ascenso del número de contagios disparado en las últimas semanas. La aprobación de emergencia de la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech el pasado viernes por parte de la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, en sus siglas en inglés) y la inminente luz verde a la candidata de Moderna, están insuflando algo de optimismo a una economía que en el más corto plazo se enfrenta a un nuevo bache por los efectos de la crisis sanitaria. A la espera del nuevo plan de estímulo que, en el peor de los escenarios, el presidente electo, Joe Biden, podría sacar adelante una vez que asuma el cargo en enero, el responsable de la Reserva Federal, Jerome Powell, va a tener que ser preciso, claro y contundente, en el mensaje que lance al mercado el miércoles, al término de la última reunión del año para los miembros del Comite Federal de Mercado Abierto (FOMC).

Ese contexto de un deterioro económico inmediato y la posibilidad de que al finalizar el año puedan expirar varias de las facilidades de crédito establecidas como consecuencia de la pandemia añaden incertidumbres adicionales que podrían justificar alguna nueva señal expansiva de la Fed. Sin embargo, la mejora del horizonte económico las últimas semanas gracias a las vacunas parece neutralizar esos riesgos. Así lo ha venido demostrando la cotización del dólar frente a sus principales pares. El euro ha escalado terreno frente al 'billete verde' y cotiza por encima de 1,211 unidades.

Así, lo que el mercado espera básicamente de esta reunión es un cambio de lenguaje que aplaque los ánimos y, más concretamente, el ascenso de la curva de tipos, mientras el emisor mantiene las tasas de referencia y el ritmo actual en las compras de activos. Las palabras elegidas, el tono, van a ser determinantes en un momento en el que las condiciones económicas y financieras "no son lo suficientemente graves como para justificar una mayor flexibilización", tal y como explican desde Bank of America (BofA). A lo sumo, y para evitar nuevos repuntes en los tramos largos de la curva de tipos, la Fed podría anunciar cierta extensión del vencimiento de los títulos que adquiera, lo que frenaría el ascenso de las rentabilidades.

Los expertos de la entidad norteamericana prevén que la Fed dé una nueva orientación cualitativa basada en los resultados para las compras de activos y que la declaración de Powell vincule el ritmo y la composición de esas adquisiciones con su progreso a la hora de conseguir una mayor inflación. Esto, según explican, permitirá a la Reserva Federal utilizar la expansión cuantitativa como una de las palancas de su marco FAIT (objetivo de inflación media flexible) y "reforzar la orientación futura de las tasas bajas para lograr una mayor inflación sostenida". 

El abundante chorro de liquidez que ha regado los mercados este año (evitando males mayores para la economía) se mantendrá el próximo ejercicio, de modo que el banco central seguiría apoyando los tipos de interés y los mercados hipotecarios. "No vemos que los tipos se muevan de su banda actual situada en el entorno 0,00-0,25%, ni tampoco creemos que el año que viene se produzcan cambios en el 'forward guidance' (orientación a futuro). Esto debería servir para anclar la parte corta de la curva de tipos de EEUU", apuntan desde la gestora Vontobel AM.

Sin embargo, los vencimientos más largos podría sufrir cierta presión a medida que la economía se recupera, especialmente en la segunda mitad del próximo ejercicio, para cuando las proyecciones de economistas y organismos prevén que el consumo se revitalice. "Nuestra opinión sobre los bonos del Tesoro a más largo plazo está basada en las expectativas de inflación, algo en lo que los inversores parecen estar demasiado relajados", matizan desde la gestora suiza. De hecho, no esperan que la subida de los precios sea una preocupación importante en los próximos años, en un horizonte de 'japonización' de las principales economías occidentales.

"Las condiciones económicas y financieras no son tan graves como para justificar una mayor flexibilización"

También sostiene que el control de la curva de rendimientos volverá a estar sobre la mesa Yves Bonzon, del banco privado suizo Julius Baer, sobre todo después de que ésta se haya hecho más pronunciada recientemente. "Dada la aceleración de las infecciones por coronavirus y la ralentización del crecimiento del empleo visible en el informe del mercado laboral de noviembre, esperamos una fuerte señal de la Reserva Federal para limitar la subida de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense", asegura el CIO de la entidad. En el mercado esperan, además, que el banco central anuncie cambios en las proyecciones macroeconómicas.

Mejores perspectivas para 2021

Los análisis coinciden en que, pese que el avance de la economía norteamericana perdería algo de fuerza en los próximos meses, el crecimiento de 2021 puede ofrecer una sorpresa al alza. Una disminución más rápida del desempleo impulsada por los sectores manufacturero, automovilístico y de la vivienda debería ayudar a mitigar el impacto negativo a corto plazo de las restricciones establecidas para limitar el aumento de las infecciones por Covid-19. El desempleo en Estados Unidos ha disminuido desde un máximo del 14,7% en abril al 6,7% en noviembre, lo que indica que una parte importante de las pérdidas de empleos a principios de este año fueron temporales.

Los datos macro confirman esa perspectiva, puesto que el índice ISM de gestores de compra del sector manufacturero alcanzó un máximo de dos años en octubre en 59,3 puntos (todo resultado por encima de 50 indica que la actividad se expande); en el sector automovilístico las ventas de coches pueden alcanzar los 15,6 millones de unidades, y en el mercado inmobiliario,  las compraventas de viviendas de segunda mano y nuevas ha alcanzado recientemente máximos de los últimos catorce años.

Este último punto es importante puesto que, tal y como recuerdan desde Amundi, el sector de la vivienda representa alrededor del 15% del PIB de EEUU, mientras que los sectores más afectados por la pandemia, incluidos los de entretenimiento, ocio, alojamiento y servicios de alimentación, suponían aproximadamente el 4% del PIB en la época previa a la Covid.  "Asumiendo la amplia disponibilidad de una vacuna para marzo, una durabilidad razonable y una gran aceptación, lo que está altamente correlacionado con la eficacia -que Pfizer estima en un 95%, Moderna en un 94,5% y AstraZeneca en hasta un 90%- una vacuna exitosa debería impulsar la reapertura económica y la recuperación de manera significativa más allá de lo que ya ha sido descontado por los mercados", zanjan en la gestora gala. 

En este sentido y a medida que avance la inmunización por las vacunas, un escenario “optimista”, sugeriría que los hogares se pondrían rápidamente al día con el gasto y la mayor parte del ahorro pendiente acumulado en 2020 volvería al consumo. De manera similar, las empresas intensificarían inmediatamente su esfuerzo de inversión. Pero debemos ser más cautelosos. Es el panorama que dibuja el economista jefe de AXA IMGilles Moëc. En la firma calculan que la primera economía del mundo se contraerá un 3,4% este año; avanzará al 4,6% el próximo y crecerá al 3,7% en 2022.

Antes, queda por solventar el frente abierto por el todavía Secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, que hace unas semanas solicitó a la Reserva Federal devolver algunos de los fondos que todavía no se han usado de los programas de emergencia conjuntos entre el organismo y el banco central relacionados con el CARES act -son programas que caducan a finales de diciembre-. La parte positiva es que esa incertidumbre se disipará una vez que la expresidenta de la Fed, Janet Yellen, asuma las riendas de la economía estadounidense en sustitución de Mnuchin.

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