Una moneda al aire

Podcast | El 'efecto' Biden aterriza en los mercados en plena ola de la Covid

Biden llega con una propuesta económica con la que espera barrer a Trump en su propio terreno, el del nacionalismo económico, y por ello ha decidido hacer suyo el discurso del compre 'made in USA’

Joe Biden, candidato demócrata a la Presidencia de EEUU en 2020
Joe Biden, candidato demócrata a la Presidencia de EEUU en 2020
EFE

Las elecciones de EEUU podrían estar más reñidas de lo que sugieren las encuestas que dan una ventaja de más de diez votos al candidato demócrata, Joe Biden, sobre Donald Trump. Es uno de los temores que empiezan a calar en los mercados a medida que se acerca la cita electoral en Estados Unidos -las presidenciales se celebran el próximo 3 de noviembre-. Cualquier escenario que complique la gobernabilidad pondría más trabas a la recuperación de la peor crisis desde la Gran Depresión y eso sólo generaría más incertidumbre. Mientras la posibilidad de que Biden pueda ser el próximo presidente del país cobra algo más de fuerza, la pregunta es si los mercados han descontado ya esa victoria y sus posibles efectos.  

Con una preocupación creciente en el país por la expansión del coronavirus, Estados Unidos se prepara para una campaña electoral que mantendrá en vilo a medio mundo. La primera economía del mundo representa más de la mitad del índice MSCI All Country World, y el dólar estadounidense participa en nueve de cada diez transacciones de divisas en todo el mundo. Desde el banco suizo UBS recuerdan cómo la victoria del presidente Donald Trump en 2016 desencadenó el llamado "comercio de Trump". Es decir, que los activos de riesgo se recuperaron, la rentabilidad de los bonos del Tesoro cayó y el dólar estadounidense se fortaleció inicialmente a medida que los inversores valoraron una combinación de impuestos más bajos, una regulación más flexible y un gasto fiscal más alto.

Biden llega con una propuesta económica con la que espera barrer al actual presidente en su propio terreno, el del nacionalismo económico, y por ello ha decidido hacer suyo el discurso del compre 'made in USA’, aunque con importantes diferencias. El candidato azul propone más inversión en infraestructuras, pero para impulsar un ‘giro verde’ en la primera economía del mundo, así como más gasto en I+D+i y tecnología, donde ha puesto la vista en el desarrollo del 5G y en el vehículo eléctrico, dos temas en los que espera que su país dé la batalla a China, por lo que las tensiones con el gigante asiático se mantendrían llegue quien llegue al despacho oval. 

Reconstrucción se ha convertido en una palabra clave en el mensaje del candidato en un momento en el que EEUU afronta un 'shock' por la expansión del virus, con varias zonas del país teniendo que echar el freno en las reaperturas. EEUU perdió hasta abril 20,5 millones de empleos y solo ha recuperado 7,2 millones entre mayo y junio, apenas un 35%. Para llevarla a cabo Biden propone un plan de 2 billones de dólares para combatir el cambio climático y estimular el crecimiento económico, a través de una reforma de la industria energética, con una propuesta para lograr una generación de energía completamente libre de emisiones de carbono para 2035.

"El temor a un importante cambio en la política de salud en EEUU se desvaneció con la victoria de Biden"

Compromete, además, 300.000 millones de dólares en investigación y tecnología, 400.000 millones más en ayudas para comprar productos fabricados en su propio país y una reforma fiscal que pondría patas arriba las rebajas fiscales aprobadas por Trump al inicio de su mandato y que coloca en el ojo del huracán a las grandes fortunas y a Wall Street... Biden asegura que con ella EEUU podría recaudar casi 4 billones de dólares, más de tres veces el tamaño de la economía española. Roberto Scholtes Ruiz, director de estrategia de UBS en España, cree que los mercados sólo han descontado de forma parcial una posible victoria de Joe Biden. "El comportamiento sectorial no parece todavía estar descontando totalmente esa victoria demócrata, en primer lugar porque no hay que darlo por hecho, las encuestas y las casas de apuestas dan una probabilidad cercana al 60% y tampoco conocemos realmente las propuestas electorales del Partido Demócrata".

¿Freno a la rentabilidad empresarial o estímulo al PIB?

En el banco privado suizo Julius Baer sostienen que propuestas como la subida de impuestos corporativos o el aumento del salario mínimo podría frenar la rentabilidad empresarial. Sin embargo, el aumento del gasto en sanidad pública y educación, al igual que un salario mínimo más alto, compensarían el impacto sobre el crecimiento del PIB que tendrían los cambios impositivos que defiende Biden. Una presidencia de Biden y un control demócrata sobre Congreso y Senado pueden hacer pensar en cambios importantes en la regulación de los servicios financieros, la política ambiental, fiscal y en la cobertura médica y esto podría el foco en sectores como el farmacéutico en bolsa, uno de los que más se está beneficiando de la carrera por encontrar una tratamiento efectivo y una vacuna contra la Covid-19

Tal y como recuerda Fernando Luque, editor de Morningstar en 'La Información', pese a que se trata del segundo sector con más peso (15%) por detrás de la tecnología (15%), "los temores a un importante cambio en la política de salud en Estados Unidos se desvanecieron con la victoria de Joe Biden sobre Bernie Sanders en el 'supermartes' del mes de marzo". Esa fue, desde su punto de vista, la fecha clave para el sector. Sobre todo porque reduce las posibilidades de un escenario de 'medicare' para todos, que fue lo defendido por Sanders y que seguramente habría reducido notablemente el precio de los medicamentos. "No esperamos un gran cambio en el sector debido al factor político", apunta.

"Una amplia victoria demócrata en las elecciones podría conducir a una recuperación del mercado de valores si Wall Street considera que un gobierno unificado es útil para luchar contra Covid-19 y aliviar las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China", aseguran desde Bank of America. En los últimos meses e incluso semanas, las tiranteces con el gobierno de Xi Jinping han ido a más con el trasfondo de la pandemia y la búsqueda por parte de EEUU de aliados en su intento de echar a un lado a Pekín de la carrera tecnológica. Aliados que habría encontrado recientemente en Londres y en París con el veto al gigante chino Huawei de cara al desarrollo de sus redes 5G.  

Mientras tanto, las mismas encuestas que parecen dar una victoria clara a Biden, hacen temer al mismo tiempo unas presidenciales más reñidas de lo que sugiere esa ventaja, otro caldo de cultivo para la incertumbre que tan poco gusta en los mercados. Esto es así porque, tal y como recuerdan desde el Julius Baer, los índices de aprobación del Presidente Trump que descendieron como consecuencia de su gestión de la crisis de Covid-19, la consiguiente recesión económica y los disturbios raciales que han resurgido estos últimos meses, no han llegado a caer nunca por debajo del nivel medio de su mandato

Sobre el problema racial, la gestora Schroders recuerda que según algunas encuestas, en lo que se refiere a los temas de campaña, esta cuestión está ahora a la par con las dos anteriores. "Si los votantes negros se ven impulsados a votar el 3 de noviembre, podría significar el fin de la administración Trump", sugiere su análisis. Los votantes negros son un grupo demográfico significativo para las elecciones, representando el 13% del electorado de EE.UU.

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