La banca de inversión está reajustando sus expectativas para lo que queda de ejercicio y miran con incertidumbre a la bolsa. JP Morgan ve más atractivos ahora las acciones de calidad 'value' en vez de las de crecimiento.
Héctor Chamizo
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La debilidad del dólar frente al euro, la estabilización de los precios energéticos o la reapertura de China estarían evitando que se visualizara un deterioro macroeconómico más significativo por el mejor volumen de financiación.
Los analistas insisten en que corregir la inflación requiere de paciencia, ya que el alza de tipos es un instrumento eficaz, pero se necesita tiempo para comprobar el impacto de las anteriores subidas en el crecimiento económico.
La velocidad a la que el gigante asiático está reabriendo su economía puede causar algunas dificultades a corto plazo, pero los analistas esperan un avance del 5% para este ejercicio, siendo la única región que se acelerará.
El experto señala que tras la mala racha registrada en los mercados de bonos durante el último año han vuelto a resurgir oportunidades en un entorno de riesgos de recesión y aumento de los impagos por el alza de tipos.
El gestor de la firma suiza considera que los bancos centrales se enfrentan a un difícil equilibrio entre seguir subiendo tipos y mantener la estabilidad financiera pero descarta una crisis al estilo de 2008.
La rápida actuación de los bancos centrales y reguladores para contener los brotes de crisis bancaria en sus inicios contrastan con la tardanza en adoptar medidas, que es lo que ocurrió en los mercados hace 15 años.
El pinchazo de la burbuja inmobiliaria en California y la costa Esta poco tiene que ver con la evolución de los precios al otro lado del país, donde siguen subiendo pese a la presión de los tipos de interés.
La pandemia de 2020 y los tipos bajos embalsaron el ahorro de los estadounidenses pero la inflación generalizada está acelerando el descenso de la tasa de ahorro mientras se mantiene el dinamismo del gasto del consumidor.
Las empresas han optado por la rápida disminución del efectivo en el balance ante el incremento de los costes de financiación hasta un nivel inédito en más de una década, una situación que forzará a sacrificar el beneficio.
La locomotora de la economía europea ha perdido su dinamismo tras el shock energético de 2022, la subida de tipos de interés y los problemas de uno de los principales destinos de sus exportaciones: China.
La subida de tipos del BCE y de la Fed ha cogido con el pie cambiado a algunos inversores que habían dado por seguro que los bancos centrales no seguirían encareciendo el crédito por la crisis bancaria.
La cotización de esta 'commoditie' ha tocado esta semana un máximo intradía desde 2009, afrontando el reto de que no se produzca un colapso que fuerce a los inversores a obtener liquidez para hacer frente a otros pagos.
Los precios de los barriles de referencia se mueven a la baja por el resurgir de los proyectos de exploración en EEUU y las previsiones de que la crisis bancaria tenga su impacto en la marcha económica.
La desconfianza en el sector financiero de los Estados Unidos se ha expandido a otros lugares del mercado, pero el efecto es especialmente notorio en la deuda más especulativa y de mayor riesgo.
La reciente evolución de los mercados ha reavivado el riesgo de una crisis bancaria a escala global, obligando a los bancos centrales como la Fed a volver a abrir los grifos de liquidez pese a la inflación.
Los eventos bancarios de la última semana han puesto contra las cuerdas a los bancos centrales de EEUU y Europa cuando se disponían a endurecer su política monetaria tras la reactivación de la inflación.
La quiebra de tres entidades financieras durante la última semana provoca un cambio en la marcha de los mercados y en las expectativas sobre tipos de interés tanto en EEUU como en Europa, según JP Morgan.
Los expertos auguran una pausa del banco central en su próxima reunión de tipos de interés del 22 de marzo para revisar su estrategia ante las tensiones de liquidez en los bancos de EEUU.
Los programas de recompras de acciones previstos para este año en el S&P 500 superan el billón de dólares pero el presidente de EEUU busca un extra fiscal y que inviertan más en su negocio.
Las marcas chinas están subiendo a lo más alto en producción pero también comienzan a amenazar en calidad e innovación a su vecino asiático y a los rivales occidentales en EEUU y Europa.
Goldman Sachs prevé que la mayor parte del crecimiento del beneficio bruto de la tecnológica durante los próximos cinco años puede venir del gasto en aplicaciones, la inversión en AppleTV+ y la publicidad.
La firma estadounidense defiende que la renta fija incorpora una prima de riesgo de inflación mayor y, por tanto, resulta más atractiva que la renta variable o el crédito en un contexto creciente de alza de los tipos.
La cotización del combustible nuclear revive en 2023 tras quince años montada una montaña rusa que le han llevado a cotizar a precios de derribo tras la crisis de 2008 o el accidente de Fukushima.
El resurgir de la economía de EEUU y Europa con la reapertura china está reactivando la inflación y las posibilidades de que los bancos centrales aparquen las rebajas de tipos para el 2024 o 2025.
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