Semana de tensión en la coalición

Ministros 'pata negra' de PSOE y UP se enzarzan para elegir a los socios de PGE

Sánchez convoca este lunes en Moncloa una reunión de maitines para pacificar la tensión entre Calviño y Montero con Iglesias y entre Robles y Belarra. La coalición salvó la votación del Pacto de Toledo.

Sánchez e Iglesias han cuadrado los Presupuestos de 2021 'a codazo limpio' para asegurar su contrato de alquiler en Moncloa durante todo lo que resta de legislatura.
Ministros 'pata negra' de PSOE y UP se enzarzan para elegir a los socios de PGE
Dani Gago

Semana de gran tensión interna y externa en el Gobierno. Los socios de coalición han hecho saltar las costuras de la cordialidad y el respeto a sus diferencias y han protagonizado un prolijo cruce de reproches en público que ha continuado en privado. "No están ayudando a la acción de gobierno", explica un ministro del PSOE. "Se están equivocando", apunta otro en relación a la actitud de Unidas Podemos. En la formación morada tienen otra visión y creen que son los socialistas los que no respetan las dos formas de entender la política que conviven en el Ejecutivo. Este cruce de reproches es importante enmarcarlo en la negociación de Presupuestos, según coinciden en ambos bandos. Sánchez e Iglesias se están jugando en estas semanas la orientación de sus políticas económicas y no es lo mismo sacar la votación final con Ciudadanos que con ERC y EH Bildu

Es una rebelión de los 'pata negra'. Ya no son Pablo Echenique o Adriana Lastra los que han elevado la voz. En esta ocasión la trifulca implica a pesos pesados del Gobierno, empezando por la vicepresidenta tercera, Nadia Calviño, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, especialmente valorada en el partido tras haber superado "con nota" el examen de las enmiendas a la totalidad, y continuando por la titular de Defensa, Margarita Robles, que no es la primera vez que participa en estos intercambios con sus teóricos socios. En el área morada ha sido Ione Belarra, la secretaria de Estado para la Agenda 2030, quien ha mandado dos tuits contundentes dirigidos a Robles. Belarra, mano derecha de Pablo Iglesias en la vicepresidencia segunda, cuenta con el apoyo de todo el equipo morado.

Sánchez, por su parte, también ha tolerado este fuego cruzado en el Gobierno. El presidente ha superado una semana complicada a nivel interno y su equipo ha querido alejarse de toda polémica. El lunes, en la Ejecutiva de Ferraz, tuvo que enfrentarse al grupo de barones que, capitaneados por Guillermo Fernández Vara, habían puesto pie en pared ante un posible pacto de PGE con EH Bildu. El secretario general del PSOE tuvo que enviar una carta a la militancia hacienda alusión a "fake news" y "noticias inventadas", aunque no descartando que las conversaciones con la izquierda abertzale puedan llegar a buen puerto. El PNV ha ayudado este viernes a sumarse a la posible foto final tras lograr acabar con la subida del diésel.

Sánchez ha convocado este lunes en Moncloa una reunión de maitines, el 'consejo de ministros' en la sombra que reúne a Carmen Calvo, Pablo Iglesias, Nadia Calviño, María Jesús Montero e Iván Redondo, entre otros. En ese cónclave se espera firmar la paz, aunque sea temporal. Pero hay ministros muy molestos con quienes el martes se van a sentar justo enfrente de la mesa en un nuevo Consejo de Ministros que va a aprobar el ansiado plan de ayudas a la hostelería -ya discutido en algún cónclave-, el proyecto de vacunación o el relevo en la CNMV

La coalición viene de una semana de tensión máxima. Se están jugando la orientación de lo que queda de legislatura y unos y otros pelean por su cuota de poder. La caja de truenos se abrió el martes cuando Unidas Podemos registró junto a ERC y EH Bildu la polémica enmienda antidesahucios. El movimiento de los morados, apenas unos minutos después de concluir el último Consejo de Ministros, molestó especialmente a Calviño y Jesús Montero, que se quejaron interna y externamente de no tener conocimiento de esa entente de izquierdas al margen del PSOE. Fuentes implicadas de las conversaciones maneja, sin embargo, otra versión: Pablo Echenique, portavoz parlamentario de UP, informó a Adriana Lastra de esa enmienda iniciativa. Lo hizo a través de un mensaje de whatsapp. La portavoz socialista elevó esta información por las vías internas y llegó tanto a la ministra Montero como a Moncloa. Lastra también confirmó a Echenique en ese intercambio que el PSOE no podía sumarse a esa enmienda pero que estaba dispuesto a negociarla. Fuentes de UP se limitan a asegurar que sus socios socialistas no les han pedido la retirada de la polémica iniciativa con la izquierda de la cámara.

La tensión en la coalición ha ido a más en las últimas horas con un intercambio público entre la secretaria de Estado para la Agenda 2030, Ione Belarra, y la ministra de Defensa, Margarita Robles. "Algunos miembros del Gobierno olvidan que debemos gobernar para todos", declaró la jueza en una visita a las Unidades de Vigilancia Epidemiológica (EVE) de las Fuerzas Armadas. La respuesta de Belarra llegó en forma de tuit: "Efectivamente, tenemos que gobernar para todos, no sólo para los rentistas, la banca o los fondos de inversión. Por eso es urgente prohibir los desahucios, porque cuando te desahucian no te preguntan a quién has votado".

Horas después llegaba la contestación de Robles, pidiendo "humildad" a Pablo Iglesias y al área morada del Gobierno y recordando que el presidente es Sánchez. Minutos después llegaba la respuesta de Belarra: "Cuando eres la ministra favorita de los poderes que quieren que gobierne el PP con Vox quizá estés haciendo daño a tu gobierno. Ser humilde es no dejarse adular por la derecha mediática". Una bomba de relojería en la coalición. La guinda se puso este viernes con una 'enmienda' que afecta a la Corona planteada a última hora por los socialistas. En Unidas Podemos se molestaron.

Este fuego amigo en la coalición no es nuevo. Viene arrastrándose desde hace semanas. Un punto de inflexión fue la noche previa a la presentación del borrador de PGE por parte de Sánchez e Iglesias en Moncloa. Ese día Unidas Podemos se plantó y puso en riesgo el acto solemne al exigir un acuerdo concreto para rebajar los precios de los alquileres e introducir mejoras en el Ingreso Mínimo Vital. Los morados eligen sus batallas y las libran hasta el final. En ese intercambio intervinieron varios ministros, incluida Irene Montero, y todo se solucionó con dos documentos redactados con nocturnidad. Fue un pacto entre los escuderos, Iván Redondo y Juanma del Olmo, el que desatascó la tensión. Pero la herida sigue supurando y, lejos de cerrarse, se ha reabierto en estos días. 

Un detalle que no ha pasado desapercibido en el seno del Gobierno es la composición del acto que se celebró el lunes en Moncloa con la presencia de empresarios y sindicatos para lanzar el acceso a los fondos europeos. En ese cónclave faltó Pablo Iglesias y sólo hubo una ministra de Unidas Podemos, la titular de Trabajo, Yolanda Díaz. En la formación morada restan importancia a este hecho pero la foto política es esa. Hay quien piensa en el entorno de Calviño que la ausencia del vicepresidente segundo en esa imagen otorga a la ministra de Economía "mayor legitimidad" en el reparto de las ayudas comunitarias. 

A pesar de esta fotografía de tensión la coalición no corre peligro. Es más, tienen encaminada la aprobación de los PGE. Además, el presidente Sánchez y su gabinete ejercen de "pegamento" de la coalición, como ha quedado demostrado en varias ocasiones. Son conscientes de la realidad y de que la convivencia de dos proyectos antagónicos, en algunos aspectos, provoca roces. El matrimonio, en ocasiones, funciona. De hecho, este jueves PSOE y Unidas Podemos han logrado votar unidos a favor de las recomendaciones del Pacto de Toledo, lo cual no es baladí ya que fueron los morados quienes rompió la baraja en la pasada legislatura.

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